TEST: Porsche Cayenne V6

Pese a las presiones impositivas, Porsche mantiene su intención de permanecer en el país ofreciendo algunos productos cero kilómetro, atendiendo en sus talleres un parque de 1.200 vehículos y comercializando usados. Este SUV de la generación anterior se presenta como una buena oportunidad. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Los fuertes impuestos internos hicieron que, a partir de principios de 2014, los vehículos de alta gama fueran casi inaccesibles, por lo que la casa alemana con sede en Stuttgart, que solo ofrece deportivos premium, fue afectada en todos sus productos y de vender unos veinte autos por mes llega a comercializar solo dos en la actualidad. Lejos de querer abandonar el país, la marca redobla la apuesta potenciando la venta de usados, conservando el servicio de posventa que brindan sus cuatro concesionarios ubicados en las ciudades más importantes del país (Buenos Aires, Córdoba, Rosario y Mendoza) y comercializando con importantes beneficios productos de stock, a un valor conveniente.

Tal es el caso de este Cayenne V6, cuyo precio de lista asciende a los 255.000 dólares, pero que actualmente goza de importantes descuentos (para ello consultar en [email protected]) y pertenece a la generación anterior a la presentada el año pasado. Esta es una de las acciones con las que Nordenwagen, representante de Porsche en el país, junto con la firma alemana, ratifican la intención de seguir, a pesar de todos los obstáculos, animándose, además, a anunciar la llegada del esperado Macan en el segundo semestre del año.

Mucho más que calidad

Fabricado en la moderna planta que Porsche tiene en la ex Alemania del Este, en la localidad de Leipzig, más precisamente, este Cayenne naftero con motor V6 de 300 CV sigue los parámetros de la marca en cuestiones de calidad y deportividad, a pesar de tratarse de un SUV grande con algunas aptitudes off road.

Espacioso, cómodo, versátil por dentro y con un generoso baúl de 670 litros, cuenta con elementos de altísima calidad y un nivel de equipamiento muy elevado (ver ficha) al que solo le faltan algunos elementos actuales, como navegador satelital, entrada USB y cámara de marcha atrás, que vendría bien para compensar su poca visibilidad trasera. Esta última se puede sumar, ya que la fábrica permite adicionar varios opcionales y, entre los más importantes, figuran techo panorámico, discos de freno de cerámica, escape deportivo y la alternativa entre el sistema de sonido envolvente Bose o el High End Burmester. La rueda de auxilio es de tamaño reducido (temporal), con la que se puede circular hasta los 80 km/h.

Fuerza no le falta

Los 300 CV de este 3.6 V6 aspirado son de los más modestos de la familia después de los 262 CV del Diesel actual o los 240 CV, de la generación, también gasolera, que vino en 2010, al igual que la naftera en cuestión. Asociado con una moderna caja automática Tiptronic S de ocho velocidades, y alcanzando un torque de 40,8 kgm desde las 3.000 vueltas, las prestaciones son más que apropiadas para un SUV. En las pruebas llegó a los 225,7 km/h y aceleró de 0 a 100 km/h en ocho segundos, contra los 230 km/h y 7,8 segundos que anuncia el fabricante. Lo más destacable en cuanto a rendimiento es el tanque de cien litros, que le permite una buena autonomía, teniendo en cuenta que promedia 9,9 km/l si se lo utiliza “civilizadamente”. De esta forma podría recorrer, en un trazado mixto, hasta 990 kilómetros, nada mal para un vehículo de poco más de dos mil kilos y 300 CV. Acompaña la gestión el sistema Start&Stop, que ayuda a bajar el consumo en ciudad.

Para todos los gustos

El sistema de suspensión variable permite, gracias a sus tres modos (Confort, Normal y Sport), desplazarse de distintas maneras, según las condiciones del camino o las preferencias del usuario. Desde la consola central se puede configurar el vehículo para circular por la montaña, por ruta normal o bloquear la doble tracción para tener el control en los caminos resbaladizos. Si todo esto no alcanza, también electrónicamente se puede izar la carrocería (268 mm en su posición más elevada) para sortear obstáculos más altos o cruzar algún arroyo o vado sin inconvenientes. En condiciones normales reparte el torque a través del sistema Torsen, en un 40% adelante y un 60% atrás. La falta de una reductora se compensa en parte con un control de velocidad en pendientes pronunciadas, regulable entre 30 y 3 km/h.

Hay, además, una tecla Sport, que automáticamente configura sistemas del vehículo, como motor, suspensiones y caja, para transformarse, casi instantáneamente, de un SUV familiar en un intimidante y aplomado deportivo.

Oportunidad

El valor de este vehículo es de 255.000 dólares, sin contar los ya nombrados beneficios que actualmente está ofreciendo la marca. Esto se transforma en una buena oportunidad para quienes poseen los dólares y consiguen aquí una buena tasación. Es también una manera de seguir perteneciendo a una marca que, más que nunca en nuestro país, sigue siendo de privilegio para unos pocos.

FICHA TECNICA - PORSCHE CAYENNE V6