Geely Emgrand X7 Sport GL

Por Walter Togneri - Es el representante de mayor jerarquía de la oferta de modelos de origen chino en el país. Gran confort de marcha, amplio interior con calidad y terminaciones esmeradas. Pero es caro, y su motor gastador. Ofrece una extensa garantía. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Geely es una empresa que cobró notoriedad mundial cuando trascendió las fronteras de su China natal con la compra de Volvo. La automotriz con base en Hangzhou, adquirió la terminal sueca en 2010 y, rápidamente, aplicó una estrategia de “dejar hacer”: le dieron libertad a los ingenieros nórdicos para que avanzaran con sus proyectos.

Claro que para una marca como Geely, adquirir el paquete accionario de una de las compañías con mayor tradición en la industria automotriz mundial, famosa por sus desarrollos en materia de seguridad y la calidad de sus productos, representa algo más que un simple negocio de venta autos; significa recibir tecnología y hacerse de un invaluable know how.

Pasaron los años y cada una de estas marcas fue haciendo su camino: Volvo avanzó con sus desarrollos, mientras que Geely aplicó los nuevos conocimientos para mejorar su productividad y así lanzar modelos actualizados y una nueva marca que desarrolla productos sobre plataforma Volvo y que apunta directamente a los jóvenes, aplicando las tecnologías que a ellos representa.

Es Lynk&Co, que produce SUVs con estilo europeo equipados con las últimas tecnologías de conectividad y que se venden a través de modalidades que van más allá de las tradicionales, tales como, por ejemplo, la compra on line.

Estos datos, a los que debemos agregar que Geely también es propietaria de Lotus (2017), y que en el momento que esto escribimos se hacía con el diez por ciento del paquete accionario de Daimler, transformándose así en el socio mayoritario de la compañía alemana dueña de Marcedes-Benz, dan a entender que se trata de la terminal china con mayor proyección en el mercado automotor global. Pero, ¿cómo afectan tales avatares a nuestro mercado? ¿En qué medida esos negocios impactan en la calidad de los productos que comercializa esta empresa?

Los modelos que aquí nos ocupan son aquellos que llegan a la Argentina, muchos de los cuales fueron exhibidos en Pinamar como parte de las acciones de promoción de la marca durante el verano y con las cuales contabilizaron más de seiscientos test drive, según los datos suministrados por Damián Rudaszewski, presidente de Dalian S.A, agencia oficial Geely.

La oferta actual de Geely en nuestro país está conformada por los city cars LC (cuyo test hemos publicado en la edición 461 de Parabrisas correspondiente al mes de marzo de 2017), y LC Cross; 515 (compactos) en siluetas hatchback y sedán, y los representantes de la submarca Emgrand, con el mediano 7 y los SUV GS (compacto) y X7 Sport (mediano). Para esta nota elegimos una de las tres versiones del máximo representante de la oferta de la marca en el país, la opción GL del Emgrand X7 Sport, con tracción delantera y caja automática de seis velocidades.

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Foco en la jerarquía

Las versiones del Geely Emgrand X7 Sport que se venden en nuestro país corresponden a las unidades de la segunda generación: lanzada a nivel mundial en 2016, marcó un salto tanto en diseño como en tecnología.

Como ya mencionamos, al adquirir Volvo Geely sumó no sólo una marca; también se hizo de sus conocimientos, los cuales aplicó a los modelos entre los cuales se encuentra el que aquí analizamos. El estilo del Emgrand X7 Sport nació de la paleta de Peter Horbury, diseñador británico que revivió a Volvo en los años noventa cuando la marca sueca era propiedad de Ford y conformaba, junto con Jaguar, Land Rover y Aston Martin, el paquete Premium de la marca del óvalo. Tal vez por eso se advierten en su silueta ciertos puntos de contacto con aquellos todo terreno ingleses... No obstante, ese diseño le otorga una cuota de distinción al X7 Sport, afianzada por sectores cromados, baguetas de color negro y detalles específicos tales como doble salida de escape (activas), luces de led, barras de aluminio en el techo, grandes ruedas de 18 pulgadas calzadas con llantas de aleación y una zona vidriada que se va angostando hacia el sector trasero.

En el interior también aparecen pinceladas de jerarquía que anticipan un efecto lumínico: al abrir las puertas delanteras se proyecta hacia el piso el logo de la marca, iluminando la zona de acceso.

Los materiales empleados en el habitáculo son de buena calidad; el torpedo, por ejemplo, está recubierto por un material blando con costuras dobles, y la parte posterior de los respaldos delanteros vienen reforzados por un plástico duro como en modelos premium de marcas alemanas.

Los encastres también parecen cuidados con esmero, aunque en la unidad de prueba, luego de algunos kilómetros recorridos, aparecía en ocasiones un ruido a la altura del parante B del lado del conductor, cuyo origen no pudimos determinar con precisión.

La habitabilidad es, sin duda, uno de sus puntos destacados. Ofrece espacio para que cuatro adultos viajen con comodidad; sólo quien ocupe la plaza central trasera estará un poco ajustado, pero con espacio suficiente para las piernas y sin que el techo moleste su cabeza aunque mida hasta 1,85 m. Además, la insonorización es excelente, característica que se suma al elevado confort de marcha para hacer del viaje una experiencia agradable. Lamentablemente, no se ofrece una variante de este modelo con siete plazas como sí lo hacen varios de sus rivales.

El baúl, por su parte, es grande: ofrece una capacidad de 397 litros que se puede ampliar abatiendo los respaldos traseros.

Dame más

Está bien equipado pero, por el precio de venta y, especialmente, por el segmento en el que pretende competir, tendría que ser más esmerado. En la dotación de serie, en el rubro confort se destacan: acceso y arranque del motor sin llave, butacas delanteras eléctricas, techo panorámico que cubre hasta las plazas traseras, pantalla táctil multifunción (permite la reproducción de videos y dispone de Mirror Screem) y cámara de marcha atrás; climatizador bizona y control de velocidad crucero, entre otros. En seguridad, también la dotación es amplia, pero es aquí donde le reclamamos “algo más”. Si bien cuenta con cuatro discos, ESP, Isofix con Top Tether, seis airbags, sensores de estacionamiento y faros antiniebla, no dispone de faros de xenón o full led, ni tampoco de retrovisor interno electrocrómico, alerta de ángulo ciego ni dispositivos más avanzados tales como alertas de cambio involuntario de carril y de cansancio del conductor, o sistema de freno automático. Por otra parte, la rueda de repuesto es de uso temporal.

El tablero, digital, está conformado por una pantalla central en la que aparece un gran display para computadora de a bordo velocímetro (cuadrante cuyo diseño varía según la opción de conducción elegida) y tacómetro, y que es acompañada por los indicadores de nivel de combustible y temperatura del refrigerante del motor, conformadas por escalas luminosas.

Confort con gasto

El confort de marcha del que hablamos más arriba encuentra un excelente complemento en las suspensiones. Los trenes de rodaje son mullidos, aunque no llegan a comprometer la estabilidad en altas velocidades, entregando un excelente desempeño en toda situación de circulación. Lo mismo sucede con la dirección, cuya asistencia es adecuada, tanto en ciudad como en ruta. Conforma un equipo que se caracteriza por su suavidad de operación, la misma que ofrece el pedal de frenos, siempre y cuando no necesitemos frenar bruscamente: en tales circunstancias, conseguiremos distancias de frenado correctas (para detenerse desde 100 km/h recorrió 43,3 m), pero generando algunos movimientos bruscos de la carrocería y mucho ruido en las ruedas.

Debajo del capó aparece un propulsor naftero de cuatro cilindros; un 2.4 sereno que, según datos de la compañía, entrega 162 CV de potencia y un par de 21,5 kgm, torque que aparece a un régimen elevado de 4.000 rpm. Esta característica, en combinación con una caja automática de reacción lenta (ofrece posición secuencial pero no levas en el volante), y un peso en orden de marcha de 1.910 kg, hacen que las prestaciones del X7 Sport GL no sean las mejores: alcanzamos una velocidad máxima de 181,4 km/h, mientras que la aceleración de 0 a 100 km/h fue de 12,8 segundos.

Pero el punto de mayor crítica aparece en el consumo. Conduciendo en modo Eco (los otros dos son Normal y Sport), el gasto de combustible es muy elevado, al punto que en ciudad medimos un rendimiento muy pobre de 6 km/l. Circulando a 90 km/h estables, el gasto de carburante baja, pero sigue en marcas elevadas: 13,3 km/l.

Su lugar

La pregunta que queda por responder es: ¿dónde ubicamos a este modelo? El Geely Emgrand X7 Sport GL se vende en la Argentina por 39.900 dólares, un valor elevado para un modelo de origen chino. Por ejemplo, el Chery Tiggo 5 (cuyo test ofrecemos en la página 64 de esta edición) cuesta, en versión automática, 579.429 pesos, es decir 220.500 pesos menos que aquel, pero queda relegado en términos de calidad. Sin embargo, creemos que los modelos que más se acercan al Emgrand X7 Sport son el Honda CR-V LX, a 679.000 pesos con motor de 175 CV, caja CVT y un equipamiento más acotado, y el Ford Kuga SEL, que ofrece motor de 240 CV y una dotación diferente (no tiene techo solar, tampoco cámara de marcha atrás ni control de velocidad crucero o butacas eléctricas, pero sí retrovisor fotosensible y siete airbags), por un precio de 38.200 dólares. Incluso aparece el Volkswagen Tiguan, con motor de 150 CV y siete asientos, por 38.950 dólares.

Pero si la idea de Geely Argentina es hacer competir al Emgrand X7 Sport con productos de marcas premium que cuestan el doble (el Audi Q5, por ejemplo, se vende por valores que arrancan en los 78.600 dólares), todavía le queda un largo camino por recorrer. No se trata de un tema de calidad, ya que este modelo demuestra de alguna manera la madurez de la industria automotriz china, sino de demostrar confiabilidad, y eso se logra día a día satisfaciendo a los clientes a lo largo del tiempo. Para iniciar ese sendero, Geely Emgrand cuenta con dos argumentos importantes: una extensa garantía de cinco años o 150.000 kilómetros, y genes Volvo en su ADN, características que suponen un buen comienzo.

FICHA TÉCNICA GEELY EMGRAND X7 SPORT