Lifan MyWay

Por Walter Togneri - Es el primer modelo de origen chino con capacidad para siete pasajeros que llega al país. Espacioso y versátil, está bien equipado, con cuatro discos y ESP de serie. La tracción trasera también marca la diferencia. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Los chinos se van animando y, de a poco, muestran las armas con las que intentan conquistar territorio automotor argentino. Pero no se trata de un desembarco abrupto, desordenado, por lo menos no en el caso del Lifan. Al parecer, la casa de Chongqing va actuando en el segmento indicado en el momento oportuno.

Primero, lanzó el SUV X60; luego, los utilitarios de la gama Foison; más tarde sumó el hatchback del segmento B, X50, y ahora agrega un familiar de siete plazas, el MyWay, que llega al merado local para ingresar en un espacio en el cual la competencia es escasa, casi nula: el único rival que reconoce este producto fabricado en China es el Chevrolet Spin.

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Alguien podrá decir que también disponen de siete asientos los recientemente presentados Volkswagen Tiguan Allspace y Toyota Innova (en rigor de verdad, en éste son ocho las plazas), y que hay otros modelos con esa capacidad (Citroën Grand C4 Picasso, Chevrolet Captiva y hasta la Toyota SW4, por ejemplo), pero en todos estos casos el valor de venta está muy por encima del Lifan.

Sin embargo, MyWay llega con una propuesta diferente que puede ser superadora en algunos aspectos. Entre ellos, la versatilidad del interior, el equipamiento (tanto de confort como de seguridad) y la concepción mecánica: es el único modelo de su categoría con tracción trasera, discos en las cuatro ruedas y, lo más importante, ESP de serie. Pero, claro, la diferencia en nuestro mercado se paga en pesos. MyWay es más caro que el Spin, no sólo porque está mejor equipado, sino porque debe pagar el arancel que le corresponde por su origen asiático.

Hay lugar

Como sucede con muchos modelos de esta marca, el diseño del MyWay tiene similitudes con el de productos de otras compañías. En líneas generales muestra ciertos puntos de contacto con el Dodge Journey, aunque el remate posterior se acerca al Ford Kuga. Pero, más allá de los estereotipos, la silueta del MyWay se las arregla para atraer miradas.

Es una carrocería alta y robusta que, no obstante, parece más grande. Mide 4.400 mm de largo, 1.760 mm de ancho y 1.730 mm de alto, y en ella cobran protagonismo los apliques símil aluminio en la parte baja de la trompa y la cola, los pasarruedas pintados de color negro y, especialmente, las dos falsas salidas de escape. Complementan el estilo las barras del techo y las llantas de aleación de 17 pulgadas calzadas con neumáticos en medida 215/55 R17. La rueda de repuesto es de uso temporal (205/65 R16), y está ubicada debajo del chasis, expuesta a la suciedad y a las inclemencias del camino.

También es generosa la distancia entre ejes que, con 2.720 mm, determina un habitáculo lo suficientemente amplio como para ofrecer un interesante volumen de carga de 210 litros, aun con la tercera fila de asientos desplegada.

La habitabilidad es una de sus virtudes. En el habitáculo hay espacio suficiente para que cuatro adultos viajen cómodos, ya que quien ocupe el pequeño asiento central de la segunda fila tendrá que lidiar con el túnel de la transmisión, que sobresale del piso. Sin embargo, para compensar esa “dificultad”, los respaldos (abatibles 60/40) pueden reclinarse para incrementar la comodidad. Esa segunda fila de asientos también se puede desplazar longitudinalmente para aumentar la capacidad de carga modificando el espacio disponible, operación para la cual también el usuario puede contar con el plegado de los asientos.

La tercera fila permite que se ubiquen niños o personas de contextura pequeña, al tiempo que se abaten para aumentar la capacidad del baúl: con esa fila plegada, el volumen de carga asciende hasta los 703 litros.

Una dotación adecuada

La calidad general de este modelo de procedencia china no está muy lejos de la de productos regionales. Los tapizados bitono (negro y marrón, combinación que también se apodera de otros sectores), son de un material sintético bastante “caluroso”, aunque se advierten resistentes al uso intenso, propio de un vehículo familiar.

El ambiente está recorrido por plásticos duros que, en la unidad de prueba, mostraban ciertas falencias de terminación y encastre, por ejemplo en los parantes A, la tapa del airbag del acompañante y la fijación de la gaveta portaobjetos que aparece entre las butacas delanteras.

La posición de manejo se logra con facilidad, aunque el conductor siempre quedará en una ubicación elevada a pesar del ajuste en altura de la butaca. La posición del volante, en tanto, sólo se modifica verticalmente.

Desde su lugar de mando, el piloto podrá comandar sin dificultad todos los elementos que intervienen en su tarea, y controlar los parámetros de funcionamiento del motor gracias a un tablero de diseño moderno que combina instrumentos analógicos y digitales, y un display central para la computadora de a bordo.

En ese contexto aparece una dotación más que interesante. En ella se destacan el sistema multimedia con pantalla táctil de 9" desde la que se comandan varias funciones (audio, navegador, etc.), y que hace las veces de monitor para la cámara de marcha atrás. Agrega volante multifunción, levantavidrios eléctricos a un toque en las cuatro ventanillas, y aire acondicionado con salida para las tres filas de asientos.

Sin embargo, lo más interesante aparece en el rubro seguridad: a los ya mencionados cuatro discos y ESP, hay que agregar sensor de estacionamiento, cámara de marcha atrás, cinturones inerciales y apoyacabezas regulables para las siete plazas; anclajes Isofix y faros antiniebla delanteros y traseros.

No tan común

La configuración mecánica con tracción trasera es “rara” entre los familiares. En nuestro mercado, el único de este tipo es el Mercedes-Benz Vito Tourer, un auténtico furgón preparado para el transporte de pasajeros. Y el MyWay tiene algo de furgón. Además de puertas pesadas (que cierran con precisión), este Lifan demuestra su robustez en el tránsito urbano, en el cual el eje trasero genera en ocasiones rebotes molestos. El tren delantero es más blando y en él se advierte también uno de los beneficios que nacen de la tracción posterior: el reducido radio de giro.

En ruta la respuesta es satisfactoria, ya que contra lo que se podría presumir, el MyWay circula con firmeza a pesar de su elevada carrocería y trochas relativamente angostas: en las sesiones de prueba, en las que soplaba un fuerte viento, no mostró tendencia a perder la línea en ningún momento, aun cuando realizamos las pruebas de velocidad en las que medimos una máxima de 170,7 km/h. La aceleración de 0 a 100 km/h fue de 13,2 segundos, una medida "correcta" para un modelo con motor de 132 CV que pesa 1.330 kg. Pero sí nos resultaron exageradas las recuperaciones: para pasar de 80 a 120 km/h en cuarta, tardó 15,9 segundos.

En este caso, una gran cuota de responsabilidad recae en la caja, sistema que, al comando de una selectora que mostró ciertas interferencias al hacer cambios de marcha rápidos, está relacionado de manera de lograr agilidad en los tres primeros engranajes y reducir el giro del motor en los dos últimos para, además, bajar la rumorosidad y el consumo. No obstante, una sexta le sentaría muy bien...

En cuanto al gasto de combustible (no es uno de sus fuertes), medimos un rendimiento promedio de 11,5 km/l.

Los frenos responden correctamente. Gracias a los cuatro discos con ABS y EBD, logra detenerse en distancias adecuadas para un modelo de su tipo (para frenar a cero desde 100 km/h necesitó 45,4 m), aunque hay que acostumbrarse a que la mayor efectividad del sistema aparece después de la mitad del recorrido del pedal.

Uno de pocos

Lifan MyWay llega a nuestro mercado para explorar un espacio en el cual una demanda que se afianza debe elegir entre una oferta incipiente. Este familiar chino se instala entre los vehículos de siete asientos más accesibles, aunque debe penar por su origen extra zona pagando un arancel que eleva su precio. Al cierre de esta edición el precio de venta de la única versión disponible del Lifan MyWay estaba bonificado y era de 422.000 pesos, valor que supera al de su rival más directo, el Chevrolet Spin LTZ, modelo que, con tracción delantera, ofrece menor nivel de equipamiento (sin navegador, discos traseros ni ESP), baúl parecido (es más pequeño con las tres filas desplegadas, pero más grande cuando son cinco los asientos disponibles), y motor menos potente (105 CV) cuesta 389.900 pesos.

En cuanto a la garantía Lifcar, el importador de Lifan en la Argentina, respalda al MyWay por tres años o 60.000 kilómetros, cobertura generosa en distancia pero no tanto en tiempo.

FICHA TÉCNICA LIFAN MYWAY