Kia Sportage GT Line

Por Alejandro Cortina Ricci - El restyling del modelo más exitoso de la marca surcoreana incorpora esta versión con rasgos más deportivos y algunos elementos diferenciales. Equipa el eficiente y conocido motor turbodiésel dos litros, y estrena una caja automática de ocho velocidades. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

A lo largo de cuatro generaciones, el Sportage se ha convertido en el “best seller” de la marca surcoreana en todo el mundo: desde 1993, se llevan comercializadas más de cinco millones de unidades de este SUV compacto que no ha dejado de jerarquizarse a lo largo del tiempo.

Este exitoso derrotero tuvo su punto de inflexión allá por 2006, año en que el alemán Peter Schreyer (ex Porsche y Volkswagen) se unió a la compañía como Director de Diseño.

Desde entonces, la automotriz oriental comenzó a experimentar importantes avances en términos de calidad y estilo en todos sus productos: “La historia de cómo se han desarrollado nuestros vehículos va mucho más allá de la estética. Implica minuciosas decisiones sobre cómo unas ideas complejas funcionan en conjunto para crear algo que genere una respuesta emocional”, declaraba tiempo atrás Schreyer, actual presidente y “mandamás” estilístico de Kia Motors Corporation.

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No caben dudas de que el Sportage es un fiel reflejo de este concepto. De hecho, no han pasado ni tres años desde el estreno de la generación actual (la cuarta), y Kia acaba de realizarle ajustes estéticos y mecánicos con el fin de mantenerla competitiva dentro del creciente segmento de los SUV compactos. Lo manejamos antes de su inminente lanzamiento en la Argentina.

GT Line

En comparación con el modelo antecesor, no encontraremos grandes diferencias. Evidentemente, el foco estuvo puesto en refrescar la imagen sin perder la esencia.

Las principales reformulaciones abarcan el dibujo interno de las ópticas y una toma de aire un poco más grande –con una bagueta cromada que la recorre de lado a lado– en el paragolpes delantero.

Esta versión GT Line se destaca puntualmente por incorporar luces de circulación diurna y antiniebla de led, llantas de diseño específico de 19 pulgadas, doble salida de escape, marcos de las ventanillas cromados y protectores de bajos (delanteros y traseros) símil aluminio.

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Puertas adentro cobra protagonismo la renovada pantalla táctil ubicada en la consola central (de mayores dimensiones), la presentación del volante con la inscripción “GT Line” y el selector de la caja de cambios.

Cabe destacar que el climatizador bi-zona prescindió del pequeño display digital con que contaba: en su lugar, se puede calibrar la temperatura con las habituales perillas, visualizando los “seteos” en la pantalla del panel central. Como ya es habitual en los productos de la marca, la calidad de materiales y terminaciones del habitáculo son excepcionales.

Los comandos son intuitivos, y la posición de manejo ideal se encuentra con facilidad gracias a los ajustes manuales del volante y eléctricos de la butaca del conductor: esta variante dispone, además, de pedaleras deportivas, asiento de acompañante también con regulación eléctrica (incluida la lumbar) y sistema de apertura del portón trasero eléctrico.

La capacidad del baúl es de unos 491 dm3, aunque la mejor noticia es que ahora la rueda de auxilio es del mismo tamaño (con llanta de aleación) en toda la gama.

¿Una especie en extinción?

No vamos a descubrir nada diciendo que el segmento de los SUV (sobre todo compactos) se ha superpoblado durante los últimos años. Sin embargo, las opciones Diesel se reducen a un puñado, sobre todo si la pretensión es con tracción 4x4 y caja automática. En este selecto grupo, Kia hace gala de un eficiente conjunto mecánico al que acaba de mejorar sus aptitudes.

Hablamos del conocido impulsor 2.0 de la familia CRDI –con turbo e inyección directa– que eroga 185 CV de potencia y entrega 41 kgm de torque. Se caracteriza por su ágil respuesta y elasticidad, beneficiado ahora por la incorporación de una nueva caja automática de ocho velocidades con convertidor de par desarrollada por Kia (la misma que utilizan los Carnival y Sorento), que no presenta vicios a la hora de pasar de cambios: es suave y de respuesta inmediata.

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Cuenta con levas en el volante y distintos modos de conducción, entre ellos, el Sport, con el cual obtuvimos prestaciones contundentes: el Sportage aceleró de 0 a 100 km/h en poco más de 10 segundos, y registró una velocidad máxima de 201,1 km/h. El rendimiento promedio, en tanto, se estableció en 12,6 km/l: razonable, aunque penalizado por su desempeño en ciudad, donde puede recorrer apenas 9 kilómetros por cada litro de combustible.

El esquema de suspensiones independientes (multilink en el eje trasero) le otorga un eficaz comportamiento dinámico al salir a la ruta, donde la carrocería evidencia buen aplomo sobre el asfalto a alta velocidad.

El confort de marcha en ciudad es notable. Sólo aparecen algunas asperezas en terrenos muy dañados, acentuados por los neumáticos de perfil muy bajo (45). Cabe destacar que el sistema de tracción integral inteligente 4WD es útil para animarse a salirse de los caminos tradicionales, aunque de ninguna manera para aventurarse a un uso off-road extremo.

Básicamente, en condiciones normales mantiene el vehículo conectado con tracción simple (delantera), pero si detecta que una de las ruedas necesita más torque, inmediatamente activa la tracción 4×4. Dispone además de bloqueo de diferencial trasero, muy útil en determinadas circunstancias.

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Con discos en las cuatro ruedas, los frenos respondieron adecuadamente. Por ejemplo, para detenerse desde 100 km/h necesitó de 44,1 metros sin perder la línea. Y la dirección, con asistencia eléctrica, responde con suavidad y mucha precisión bajo cualquier circunstancia.

A la espera del valor...

Quien acceda a un Sportage encontrará mucho confort a bordo y un nivel de equipamiento adecuado. A lo mencionado anteriormente, sumamos el techo panorámico, tapizado de cuero, respaldos reclinables en plazas traseras, salida de aire para los pasajeros de atrás, cinco cinturones inerciales de tres puntos y anclajes para sillas infantiles, entre lo más destacado.

La nueva pantalla multimedia de ocho pulgadas permite emparejar teléfonos celulares con tecnología Android Auto y Apple CarPlay, aunque sigue sin ofrecer navegador satelital: un faltante inaudito para un vehículo de este segmento. En el apartado de seguridad, la dotación es muy sólida.

Cuenta con frenos ABS con discos en las cuatro ruedas, control de tracción y estabilidad, asistente de arranque en pendiente, cuatro airbags y sensores de estacionamiento (delanteros y traseros) con cámara de retroceso.

Tratándose de la opción más cara de la gama, podríamos reprocharle algunos elementos de confort presentes en otros modelos del segmento, como el head-up display, cargador inductivo para teléfonos celulares y butacas calefactables, además de sistemas de seguridad como control de descenso, alerta de colisión y control de velocidad crucero adaptativo.

Al cierre de esta edición de Parabrisas, Kia no había comunicado el precio que tendrá el nuevo Sportage: se lanzará a la venta durante enero, pero la marca estaba a la espera de que el Gobierno informe los cambios en los impuestos internos.

Lo mismo ocurre con Hyundai, que aún no ha dado a conocer los valores de la nueva Tucson con caja automática de ocho marchas. Y Peugeot, por su parte, se mantiene expectante para informar los precios del 3008 GT Line, equipado con motor 2.0 HDI de 150 CV, tracción 4x2 con Grip Control y caja automática de seis velocidades. Según estimaciones, el valor del SUV importado de Corea del Sur rondará los 53.500 dólares (valor actual de la opción tope de gama), es decir, unos dos millones de pesos.

Actualmente no existen otros rivales directos en este segmento. Una posibilidad latente es la llegada del Jeep Compass fabricado en Brasil, con la conocida configuración mecánica de la pick-up Fiat Toro: 2.0 turbodiésel de 170 CV, caja automática y tracción 4x4. Con similares características aunque perteneciente a un segmento inferior, una alternativa es el Jeep Renegade Trailhawk 4x4, cuyo valor es de 1.270.500 pesos.

Cabe señalar que a las mencionadas aptitudes y características del modelo de Kia, la marca ofrece uno de los mejores respaldos de posventa de su clase: cinco años ó 100.000 kilómetros.

FICHA KIA SPORTAGE