La idea surgió de una charla de redacción: ¿por qué no evaluar dos vehículos que, aunque parezcan y sean bastante diferentes, apunten a un mismo objetivo?
Porque, en definitiva -si bien uno es naftero y el otro Diesel; uno tiene cinco plazas y el otro siete; uno es monocasco y el otro tiene chasis-, los dos son SUV, de buen espacio interior para el uso familiar y 4x4 muy aptos para el esparcimiento. Pensamos que sería bueno conocer un poco más del binomio y saber qué ofrece cada uno en función de las necesidades y gustos de su potencial público.
El Cherokee, perteneciente a una marca legendaria como lo es Jeep, fue presentado en 2013 y conocido acá en 2017. Se trata de un modelo de SUV mediano (ubicado entre el compacto Compass y el de mayor tamaño, Grand Cherokee) que va por su quinta generación, siendo uno de los pocos vehículos que ahora se importan de Estados Unidos.
La versión que nos llega, este V6 de 3.2 litros, es el tope de línea por equipamiento, motorización y performances. Estéticamente rompe en gran medida con su aspecto anterior; algunos detalles son polémicos para los seguidores del concepto Jeep, como por ejemplo su frente. Además de la silueta, otro de los importantes cambios radica en que ahora su base es una estructura monocasco en reemplazo del chasis separado de las anteriores generaciones.
El Toyota SW4, por su parte, es de origen local, ya que se fabrica en la planta de Zárate bajo la misma plataforma de la octava generación de la Hilux, con la que también comparte gran cantidad de elementos, manteniendo la estructura sobre la base de un bastidor, lo que le da una firmeza casi única. Este modelo, con capacidad para siete pasajeros en esta versión, cuenta actualmente con una sola motorización, la 2.8 turbodiésel de 177 CV que equipa las versiones más altas de la exitosa pick-up.
Dicho esto, siendo ambas de diferentes orígenes (el SW4 no paga impuesto de extrazona) y habiendo, entre otras cosas, una cierta diferencia de equipamiento, la brecha de precio es notable: al cambio de estos días hay poco más de un millón de pesos de diferencia entre ambas, y el local resulta favorecido. Esto se refleja en la calle, donde se nota mucho más la presencia del producto de la marca japonesa.
Diseño-Aerodinámica:
Cherokee ✭✭✭✭1/2
SW4 ✭✭✭✭
A pesar de la resistencia de muchos puristas, el Cherokee llama mucho la atención por una estilizada silueta que le imprime un aspecto muy moderno y aerodinámico. El SW4 también luce muy actual, aunque muestra una apariencia de mayor porte, situación que se refleja en las dimensiones: casi 4,8 metros de largo contra poco más de 4,6 del Jeep.
Cercanos a los 1,86 metros, empatan en el ancho, mientras que es bastante más alto el Toyota: le saca 11,2 centímetros a su eventual rival. Aunque no contamos con datos de fábrica, deducimos que por la menor superficie frontal, el coeficiente aerodinámico del norteamericano debería ser bastante menor.
Confort-Espacio interior:
Cherokee ✭✭✭✭
SW4 ✭✭✭✭1/2
Ambos tienen un interior muy amplio, aunque las mayores dimensiones favorecen al SW4, que se da el lujo de llevar hasta dos pasajeros más, resignando en ese caso algo de espacio del baúl: apenas 253 litros, contra los 412 que propone el Cherokee en su configuración normal.
Las posiciones de manejo de ambos son adecuadas gracias a las múltiples regulaciones del volante y de los asientos eléctricos, que en el caso del Jeep cuentan con memorias. Atrás, los dos también coinciden en la amplitud, tanto a lo ancho como para la cabeza y las piernas, pero sale desfavorecido el quinto pasajero, en gran parte por la presencia de los grandes túneles para la transmisión. Los dos vehículos coinciden, además, en que los respaldos de la segunda fila se pueden reclinar hasta lograr una inclinación más que cómoda para un buen descanso.
Motor-Prestaciones:
Cherokee ✭✭✭1/2
SW4 ✭✭✭✭
El impulsor del Jeep es un V6 naftero de 3,2 litros de 271 CV y 34,5 kgm de torque máximo; no es el mismo del V6 del Wrangler (que es 3,6), pero sí ambos son de parecido desempeño. En las pruebas de campo anotamos como velocidad máxima (limitada) 211 km/h, y en la prueba de aceleración pasó de detenido a 100 km/h en magníficos 8,9 segundos.
Por su parte, los 177 CV del Toyota entregan prestaciones bastante más modestas: 170,3 km/h de velocidad tope y 13,4 segundos para los 0-100 km/h. La gran diferencia de performance a favor del naftero se revierte notablemente al momento de considerar el rendimiento. El poderoso V6 muestra un excesivo consumo en ciudad (6,6 km/l), a pesar de contar con el sistema Star&Stop, y ni siquiera puede compensar en ruta, a pesar de lo relajado que puede ir el motor gracias a la gran desmultiplicación de las marchas más altas de las nueve que ofrece.
Así, a 90 km/h el consumo fue de 12,2 km/l, y a 120 km/h de 9 km/l, con un promedio de 9,3 km/l. Con bastante menos potencia, pero con mayor torque (45,9 kgm), el Diesel se comportó de modo mucho más moderado, a pesar de tener que mover un porte mayor. De esta manera, en ciudad registró 8,9 km/l; a 90 km/h, 15,2 km/l, y a 120 km/h, 11,7 km/l, para redondear una media de 11,9 km/l.
Transmisión-Caja:
Cherokee ✭✭✭✭1/2
SW4 ✭✭✭✭
Nueve contra seis velocidades ya marca una diferencia que se advierte en la suavidad de los cambios y un mayor relax en alta en favor del de FCA. La del Toyota pareciera exigirle mucho más al motor, especialmente cuando se necesita realizar partidas o recuperaciones rápidas. Llamativamente el Jeep no cuenta con levas detrás del volante como sí dispone el Toyota,
Equipamiento-Instrumental:
Cherokee ✭✭✭✭1/2
SW4 ✭✭✭✭
Para el confort de los ocupantes, el Jeep trae tapizados de cuero y pantalla multimedia de 8,4 pulgadas que atiende a la conectividad del navegador, de la cámara de marcha atrás y del climatizador automático de dos vías. El audio es completo, con nueve parlantes y entradas USB, auxiliar y Bluetooth; y hay sensores de estacionamiento anteriores y posteriores y de lluvia. Si bien el Toyota no se queda atrás en cuanto a dotación, la mayor diferencia a favor del Cherokee radica en el gran techo panorámico eléctrico.
Los dos lucen grandes pantallas centrales, pero la del Jeep es más intuitiva y veloz, aunque con la del SW4 se pueden ver canales satelitales abiertos. Además, este último ofrece salidas de 220 voltios, algo bastante inusual en nuestro mercado. Otra coincidencia viene del lado del portón automático, ambos con un accionar algo lento. El instrumental de los dos modelos es claro y completo, aunque el del Cherokee tiene un display más grande y luce más moderno.
Suspensiones-Dirección:
Cherokee ✭✭✭✭1/2
SW4 ✭✭✭✭
El Jeep presenta un confort de marcha destacable. Con ambos trenes de suspensiones independientes, muestra agilidad y suavidad al andar, salvo ante algunas asperezas como pozos o lomos de burro. En ruta, su aplomo brinda seguridad gracias a una dirección progresiva de asistencia eléctrica. Tiene selector para cinco modos de conducción: Auto, Sand/Mud, Snow, Sport y Rock (automático, arena/barro, nieve, ripio y deportivo).
Sin tantos recursos para comandar más fácilmente el tipo de tracción, el SW4 se desenvuelve muy bien en todo tipo de situaciones off-road. En suelo desparejo el confort siempre está presente, y en ruta se lo nota muy firme, aunque es el Cherokee el más apto para afrontar una dinámica deportiva. Ambos ofrecen bloqueo mecánico del diferencial trasero y los siempre útiles asistentes de ascenso y descenso. El despeje del suelo de ambos es casi calcado: 22,7 centímetros para el de Zárate y 22,1 en el caso del proveniente de Ohio.
El Toyota cuenta con mejores ángulos de entrada y salida: 29º y 25º, respectivamente, contra los 28,5º y 22,8º del Jeep, pero el ángulo ventral de este último es considerablemente más amplio: 32,2 vs 24º. Gracias a estos recursos, tanto en el barro como en la arena, el desempeño de los dos es de primer orden. La dirección del local es hidráulica, mientras que la del extranjero tiene asistencia eléctrica, comportándose mejor este último, especialmente en maniobras urbanas.
Seguridad-Frenos:
Cherokee ✭✭✭✭
SW4 ✭✭✭✭
Mientras que el Toyota ofrece siete airbags, el Jeep tiene uno menos, ya que no dispone del de rodilla. Coinciden en cuanto a controles de estabilidad y tracción, los mencionados controles de arranque en pendientes y descenso controlado y rompeniebla adelante y detrás. El Cherokee es el único que ofrece monitoreo de la presión de los neumáticos, mientras que dispone de sensores de estacionamiento adelante y atrás, en tanto el SW4 ofrece sólo trasero. Con discos en las cuatro ruedas y varias asistencias al frenado para los dos modelos, las distancias de detención favorecen ampliamente al Jeep: para pasar de la velocidad de marcha que generalmente usamos de referencia (100 km/h) a detenido por completo, necesitó 42,4 metros, contra los 47,6 del argentino.
Precio-Garantía:
Cherokee ✭✭
SW4 ✭✭✭1/2
Amplia ventaja para esta variante tope de gama del Toyota en varios sentidos. Su precio de 2.016.000 pesos es notoriamente más bajo que los 69.000 dólares o 3.150.000 pesos del de FCA. Si bien estamos hablando de cierta diferencia de nivel a favor de este último, salvo por prestaciones y algún elemento importante de equipamiento, poco puede hacer frente a la marcada diferencia. El gran margen de garantía que propone la marca japonesa (cinco años contra los dos del norteamericano), también es un factor determinante a la hora de evaluar este ítem.
FICHA TÉCNICA Y PRESTACIONES
