La diferencia está en los detalles

COMPARATIVO. Los tres modelos avanzan por caminos muy cercanos, pero cada uno lo hace a su manera. Con sus fuerzas y debilidades, representan la oferta más moderna del mercado local entre los medianos de dos volúmenes. Con la lupa en la mano, casi no se sacan ventajas. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Elegir un modelo mediano en el mercado local no es tarea fácil, pero por una grata razón: las diferentes marcas que conforman el segmento cuentan con productos de calidad destacada, dotados de motorizaciones eficaces y equipamiento adecuado, representantes de una oferta global que, queda claro, también se extiende hasta nuestro país.

Por eso un mix de nacionalidades le da forma a este comparativo. El Peugeot 308 se fabrica en la planta de la localidad bonaerense de El Palomar, el Chevrolet Cruze llega desde Corea del Sur, mientras que el Renault Mégane III tiene su origen en Turquía. Y aunque esas procedencias son tan diferentes, los tres autos aquí analizados presentan grandes coincidencias: los productos de la globalización no reconocen fronteras. Por supuesto que también son manifiestas las diferencias, aunque en la mayoría de los casos tienen que ver con la configuración mecánica de las unidades que llegan hasta esta parte del mundo y con el equipamiento.

Teniendo en cuenta estas características avanzamos en este análisis para tratar de determinar las virtudes y debilidades de cada uno, a sabiendas que sería una tarea difícil. Aquí las conclusiones.

Diseño

El más joven de los tres es el Cruze, cuya versión de cinco puertas fue presentada a nivel mundial en 2010, un año después del lanzamiento comercial del sedán. La nueva generación del Mégane III de cinco puertas data de 2008, mientras que el 308 fue presentado oficialmente en el salón de Frankfurt de 2007.

Los diseños son similares, aunque las mayores coincidencias aparecen entre el Peugeot y el Renault: la caída del sector posterior es muy parecida en ambos, aunque el ángulo que dibujan no es tan agudo como en el Cruze. De todas maneras, en los tres la luneta es más bien pequeña, especialmente la del Renault.

El más grande de los tres es el Cruze. Mide 4.510 mm de largo, frente a los 4.296 mm del Mégane y los 4.276 mm del 308. Además, el modelo de Chevrolet es el más bajo y angosto: 1.477 mm y 1.788 mm, respectivamente, contra  1.549 mm y 1.821 mm del Peugeot y 1.491 mm y 1.810 mm del Renault, en cada caso.

Los tres responden muy bien en su trabajo de enfrentar el viento, pero con el decibelímetro en la mano, el que mejor respuesta ofrece es el surcoreano; con una sonoridad promedio de 61,2 decibeles, supera en confort acústico a sus rivales: 63,7 decibeles el turco y 64,1 decibeles el argentino.

Confort

Analizando las cotas vemos que el de mayor distancia entre ejes es el Cruze: 2.685 mm que superan con comodidad a los 2.640 mm del Mégane y los 2.608 mm del 308. Y esa diferencia de medidas se advierte claramente en el interior en el momento de ubicar a los pasajeros. En las plazas delanteras las butacas permiten que sus ocupantes viajen sin sobresaltos, con un conductor que encontrará rápidamente la mejor posición de manejo ya que los tres ofrecen múltiples regulaciones del asiento y la columna de dirección.

Atrás el panorama es similar en los tres, con plazas más bien ajustadas que privilegian a los ocupantes de las ubicaciones laterales. En los tres la plaza central es chica. La mayor diferencia que aparece en este aparte favorece al Chevrolet: ofrece más espacio para las piernas. Sin embargo, la caída del techo más pronunciada que en sus rivales afectará a personas de más de 1,80 m de estatura.

También es el coreano el que dispone del baúl de mayor capacidad: 413 dm3, frente a 386 dm3 del turco y 348 dm3 del argentino. Los tres ofrecen la posibilidad de rebatir los respaldos para aumentar ese volumen.

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