En el Festival de Wörthersse, Austria, Volkswagen presentó el Golf GTE Sport, híbrido del que aún se desconoce si llegará a la producción de serie. Se trata de un prototipo de competición que se une al Concept Golf R400, del que se anunció llegará a la venta con un poco más de 400 CV.
El GTE Sport combina un motor de 1,6 litros basado en el del Polo R WCR, que con un turbo eroga 299 CV y 40,7 kgm de par máximo -con caja automática de doble embrague de seis marchas- y cuenta con dos eléctricos de 115 CV cada uno: uno da vida al eje delantero con 33,7 kgm mientras que el segundo se encarga de las ruedas posteriores, pero con menos torque (27,5 kgm). En total, el conjunto es capaz de desarrollar 400 CV y 68,3 kgm de par máximo.
El prototipo posee una batería de iones de litio para los propulsores eléctricos, que se puede recargar a través de un enchufe convencional. Incluso cuenta con un sistema para recuperar energía durante el frenado.
El modo eléctrico tiene una autonomía de 50 kilómetros, mientras que como híbrido consume 2L/100 km.
La estrella del GTE Sport es el chasis de fibra de carbono, material liviano que también se encuentra presente en otros detalles tanto interiores como exteriores.
Desde Volkswagen afirmaron que, si bien el prototipo se basa en los autos de competición -con estética futurista y butacas, pedalera y volante deportivos-, podría tranquilamente circular en la ciudad.
Este vehículo fue concebido en tres variantes: E-Mode -puramente eléctrico-, Hybrid Mode -solo eléctrico, a combustión interna o con los dos juntos- y GTE Mode -modifica los parámetros dinámicos para lograr su mejor performance-. Este último acelera de 0 a 100km/h en 4,3 segundos, y alcanza los 200km/h en 15,9 segundos.
