Así probábamos al Hummer H3

Recordamos la prueba de manejo realizada a uno de los todoterreno más poderosos del mundo. En esta ocasión, el test pertenece a la edición de febrero de 2006. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

La versión más civilizada de este rudo 4x4 se vale de la plataforma de una pick-up, mantiene intactos sus atributos para el off-road y es el primero que se ofrece con caja manual. Si el mercado se mantiene favorable tiene chances de llegar a la Argentina durante 2006. 

Al igual que otras marcas involucradas en el mundo de los 4x4. General Motors decidió aprovechar al máximo la imagen de su modelo insignia: el Hummer. Para ello recientemente lanzó al mercado su última versión que se denomina H3 y que es la variante más doméstica si se lo compara con los mayores H1 y H2. Para conocer sus verdaderas capacidades, Parabrisas viajó especialmente hasta los Estados Unidos y comprobó, en Michigan, sus aptitudes off-road, y en Florida, su comportamiento en ciudad y ruta.  

Pero antes de sentarnos en este musculoso 4x4, que tiene planes de desembarcar en la Argentina, es necesario repasar su historia. El Hummer fue reconocido por su gran desempeño en la guerra del Golfo y, más tarde, varios films holywoodenses -Swordfish y Día de entrenamiento, entre los más recientes-, lo hicieron popular. Además, numerosas celebridades se cuentan entre sus propietarios: Arnold Schwarzenegger, Mike Tyson y André Agasi, hicieron culto de este vehículo manejándolo por la glamorosa Bevery Hills.  

Hummer H3 (Revista Parabrisas)

Los orígenes del Hummer se remontan a 1979, cuando el ejército de los Estados Unidos encargó a varios fabricantes el desarrollo de un vehículo Todo Terreno apto para la guerra, capaz de soportar las condiciones más exigentes del planeta. Esta competencia dio como resultado tres vehículos: el nacimiento del "Humvee" (High Mobility Multiporpose Wheeled Vehicle) de AM General Corporation, el "Onza" de Teledyne Continental y la modificación del "Saluki" de Chrysler. Estos prototipos fueron probados por primera vez en el desierto de Nevada en 1980 y el proceso de selección final se inició en febrero de 1981. Esta última etapa tomó diez meses, durante los cuales los prototipos fueron sometidos a las pruebas más duras.

Finalmente, en 1983, el U. S. Army designó al Humvee o Hummer (nombre militar M998), ganador de esta competencia, firmando un contrato por 1,2 billones de dólares con AM General Corporation para la construcción de 55.000 vehículos en un período de cinco años. Debido a su gran popularidad, AM General Corp comenzó a fabricar en 1992 una versión civil. Poco después General Motors compró los derechos del Hummer e inició la comercialización del H1.  

ESENCIA OFF-ROAD EN FRASCO CHICO

Los diseñadores del Hummer enfrentaron el desafío de mantener un patrón estético exitoso, pero en dimensiones más acotadas. Para ello se valieron de la plataforma de las nuevas camionetas compactas Chevy Colorado y GMC Canyon, dos modelos que se fabrican junto con este en una planta de Luisiana. El resultado es un Sport Utility de aspecto sólido con 4.740 mm de largo, 1.900 mm de ancho, 1.895 mm de alto y 2.845 mm de distancia entre ejes.  A simple vista, el H3 parece una reducción del H2.

Hummer H3 (Revista Parabrisas)

Sin embargo -y a pesar que conserva muchas huellas genéticas, como la parrilla, los faros y las líneas cuadradas-, algunos elementos han sido estilizados para que las proporciones fueran adecuadas y congruentes con este nuevo tamaño. Los  laterales están  menos recargados, lucen más sencillos en sus líneas y las puertas conservan esa proporción con el tamaño de las ventanas, por cierto, bastante pequeñas, al punto que llegan a comprometer parte de la visibilidad.

El portón fue más estilizado y el capot adoptó un nuevo sistema de apertura.   En líneas generales, el H3 conserva bien esa imagen robusta y agresiva tan asociada a la marca. En cuanto al interior, su aspecto es más parecido al de un  Sport Utility refinado que al de un Todo Terreno puro y rudo. No obstante,  los materiales utilizados no reflejan una calidad sobresaliente. La disposición de todos los mandos y botones es lógica, con una facilidad que hace olvidar que estamos en un Hummer.

Hummer H3 (Revista Parabrisas)

La posición de manejo es elevada, pero un poco claustrofóbica, sobre todo a causa de los parantes delanteros que comprometen considerablemente el campo visual. Los asientos de atrás son más bajos, y obligan a flexionar las piernas; a la vez, ofrece buen espacio a lo ancho y a lo alto, aunque la plaza central no resulta demasiado confortable. El equipamiento de serie incluye airbags frontales  y de cabeza, protección antivuelco, ABS, control de estabilidad, sensor de pérdida de presión en los neumáticos, climatizador, cierre con mando a distancia, levantavidrios y retrovisores eléctricos entre otras cosas.

BUEN DESEMPEÑO TRIALERO

Al llegar al circuito, enclavado en un club de caza cercano a la ciudad de Rochester, nos esperaba una prueba para verificar sus atributos como vehículo 4x4. Este recorrido emulaba situaciones críticas de conducción con pendientes muy pronunciadas, grandes piedras, profundas huellas de barro y profundos vados.  La unidad que elegimos disponia de una caja automática de cuatro velocidades que nos resultó un poco lenta; afortunadamente, luego, en Miami, pudimos probar la versión con caja manual de cinco marchas.  Antes de comenzar la prueba nos interiorizamos sobre su esquema de transmisión.

En condiciones normales, la tracción es integral con reparto de de fuerza bajo demanda.A su vez, es posible bloquear el diferencial central en Alta y Baja y, como atributo especial, también se puede trabar el diferencial trasero. La reductora tiene una relación de 2,64:1, pero para los amantes del off-roadmás extremo es posible optar por una reducción mayor de 4,03:1. A esto se suman un juego de grandes neumáticos:  285/75 R 16, un despeje del piso de 23 cm y buenos ángulos de ataque y salida.

Hummer H3 (Revista Parabrisas)

Según la información del fabricante, el H3 es capaz de superar un obstáculo vertical de 40,7 cm. de alto. La capacidad de vadeo a una velocidad de 8 km/h es 61 cm. y se reduce a 40,7 si se realiza a 32 km/h. Si hablamos de desempeño, durante la incursión superó todos los obstáculos con absoluta soltura. Lo que más sorprendió fue su comportamiento por las huellas de barro profundo. Deja la sensación que los anchos neumáticos sobresalen tanto que protegen la carrocería de cualquier impacto lateral. Ante las irregularidades muy pronunciadas se muestra un poco saltarín, pero no deja de ofrecer un aceptable grado de confort. El esquema de suspensiones delantero es independiente, mientras que atrás recurre a un tradicional eje rígido con elásticos, los que confirman junto con el chasis que su ADN es el de una pick-up.  

CÓMODO EN CIUDAD

Por su imagen y tamaño sospechábamos que el H3 resultaría incómodo para circular por la ciudad. Precisamente eso fue lo que nos sucedió cuando en 1999 Parabrisas probó en Buenos Aires el original H1 para el Libro de Oro de 4x4. Pero este H3 demostró lo contrario: es más ágil de lo que aparenta e inclusive resulta fácil de estacionar.  Para esta prueba elegimos la ciudad de Miami en donde manejamos la versión con caja manual. El único motor que ofrece  es un cinco cilindros naftero de 3,5 litros que eroga 220 caballos y un torque  de 31,1 kgm a 2.800 rpm.  

Hummer H3 (Revista Parabrisas)

Es un propulsor que demostró su verdadero potencial por arriba de la 4.000 rpm.  Según investigamos, actulmente se está desarrollando una motorizacieon diésel para el H3, lo que confirma que tiene fuertes chances de comercializarse en el país. Las relaciones de caja son un poco largas, pero con el motor en vueltas tiene buena respuesta.  En la ruta su comportamiento es satisfactorio y refleja buen aplomo. Considerando el peso de 2.130 kg., sus prestaciones son aceptables: acelera de 0 a 100 en poco más de 13 segundos y alcanza una máxima cercana a los 170 km/h.  El rendimiento promedio, según el fabricante es de 7,5 kilómetros por cada litro de nafta. Una cifra muy cercana a la que obtuvimos en Miami.

UNICO EN SU ESPECIE

La tercera generación del Hummer estrena una plataforma más doméstica. Su tamaño se condice con el de muchos Sport Utilities y su llegada al país, de la mano de General Motors, podría patear el tablero del universo 4x4. Con su nueva concepción, se transformaría en un referente, y entendemos que existen muchos amantes de la marca en nuestro país.  Argumentos no le faltan, sólo hay que tener un poco de paciencia hasta que desembarque. Estimamos que un H3, en la Argentina, podría costar un promedio de u$s 65.000, un valor lógico si se consideran sus atributos para el off-roady su carácter de vehículo rudo.

ADEMÁS...

La versión más equipada dispone de tapizados de cuero y un generoso techo solar eléctrico. Su caja automática, de cuatro velocidades, refleja algunos retardos cuando se lo acelera. 

El volante, de aro grueso, está forrado en cuero y comanda una dirección liviana con 11,3 metros de diámetro de giro. El tablero presenta cuatro instrumentos analógicos y un diplay central.  

Hummer H3 (Revista Parabrisas)

De frente, con el sello indiscutido de Hummer, hereda los rasgos de su hermano mayor: el H2. El capot adopta un nuevo sistema de apertura.  Lateralmente se impone con anchos pasarruedas, una cintura alta y ventanillas pequeñas. 

A diferencia del original H1, este nuevo exponente se vale de la plataforma de las pick-ups Chevy Colorado y GMC Canyon.  Los generosos neumáticos llevan sensores de presión de inflado y provocan un andar algo saltarín en terrenos irregulares. Por las calles de Miami se mostró mucho más fácil de manejar de lo que cualquiera podría imaginar. Inclusive, resultó muy sensillo para estacionar en espacios relativamente reducidos. La versión con caja manual de cinco velocidades disponía de tapizados de tela y un aceptable nivel de equipamiento. Su presencia en la ciudad intimida. 

Las pruebas de off-roadmás exigente se realizaron en un circuito dentro de un club de caza cercano a la ciudad de Rochester. En él se pudo comprobar que con la Baja conectada, supera cómodamente pendientes, piedras, troncos e inclinaciones pronuciadas. El H3 adopta un esquema independiente en el tran delantero y un eje rígido con ballestas en el trasero. El recorrido de las suspensiones es bastante satisfactorio. El ángulo de ataque es de 38º y el de salida, 36º. Los ganchos de remolque están correctamente ubicados en un sector muy accesible. La capacidad de carga con los asientos abatidos puede llegar a ampliarse hasta los  1.577 dm3 y el tanque de combustible aloja 87 litros. La versión más equipada dispone de butaca eléctrica.  

FICHA TÉCNICA

 

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