Así probábamos al Siam Di Tella 1500

Recordamos el test realizado a uno de los autos más destacados de producción nacional. En esta ocasión, la prueba corresponde al año 1962. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

En julio de 1962, la edición número 20 de Revista Parabrisas presentó el test realizado al recordado Siam Di Tella 1500. Durante fines de la década de 1950 y gran parte de los años 60', la ex automotriz con planta en la localidad de Monte Chingolo, comenzó a operar para la producción de este vehículo. Con el lanzamiento del modelo, derivaron versiones pick-up y rurales.

A continuación, recordamos la prueba de manejo hecha a uno de los emblemas de producción nacional, que cautivó a muchas familias.

TEST

Fue con mucho interés que acogimos la noticia del test del Di Tella 1500. Desde su aparición en la turbulenta escena de nuestra pujante motorización, este auto ha sido motivo de los mas encontrados comentarios, generalmente alabatorios, en algunos casos peyorativos. Posiblemente los primeros hayan tenido algunos problemas, poco menos que inevitables, de regulación; hubo quien se quejó de dificultades en colocar algunos de los cambios. 

En general, sin embargo, el coche era poco menos que una incógnita para nosotros. Podemos decir ahora que esta incógnita ha sido develada en forma, en general, satisfactoria. Con algunas reservas, el coche nos dio un resultado verdaderamente excelente.

Los directivos de Di Tella hacen hincapié en que es un auto esencialmente "familiar". A lo que nosotros contestamos que Parabrisas es también una revista familiar. A cada auto debe testearse en función de su precio y de sus aspiraciones, o mas correctamente, las aspiraciones de quienes lo diseñaron y quienes lo compran. El Di Tella 1500 es sustancialmente mas barato que otros vehículos de similares características y además esta apoyado por un "service" realmente bien organizado, con modernas concesionarias en todo el país; este detalle tiene una importancia fundamental para quien usa el auto para viajar, sea habitualmente u ocasionalmente.

Siam Di Tella 1500

En este vehículo se deja atrás la conducción rápida, nerviosa, para encontrar su verdadera razón de ser en el suave y confortable transporte de cuatro personas, o cinco también, a adecuada velocidad y con un silencio y refinamiento dignos de su metier como automóvil de la casa de familia. No hallaremos, entonces, un pique sobresaliente, pero sí una aceleración adecuada al andar en el tránsito ciudadano. Se orienta más para el lado del refinamiento burgués que el aristocrático corcoveo del purasangre de carrera. Por supuesto ... esto es precisamente lo que necesita la mayoría de nuestros compradores de automóviles.

No por esto, sin embargo, debemos considerarlo un obstáculo en el tránsito; el Di Tella se mueve cuando el dueño esta apurado, suponiendo un razonable uso de la palanca de cambios. Sin embargo, uno de los grandes atractivos de este coche es que cuando el dueño no esta apurado, puede aprovechar una elasticidad de motor que es realmente notable tratándose de un 1500 con carrocería relativamente pesada para los pocos caballos (55) que eroga la planta motriz. El Di Tella que nosotros probamos, que estaba muy bien carburado, podía andar a 25 Km/h en 4ta y acelerar suavemente y sin trepidaciones a partir de esa velocidad. Lógicamente, en cuarta la reprise era más propia de un caballero con paraguas que de un joven iracundo con el bolsillo lleno de alimento para la victrolera tragamonedas.

Primeras impresiones

Al sentarse al volante del Di Tella, la primera impresión es de comodidad y refinamiento. El volante es elegante y sobrio; y de excepcional comodidad; tiene aro de bocina, que acciona la guiñada con un inversor. La guiñada se hace con la luz alta, detalle acerca del cual se halla dividida la opinión entre nuestros testers; hay quien prefiere el imperativo destello de la luz larga, hay quien sostiene que la luz media implica mayor consideración hacia los otros usuarios de la calle. El cambio de luz se hace con un interruptor de pie.

El tablero es sencillo y muy sobrio, con instrumentos claros y bien marcados y prolijas llaves y perillas de control. Los futuros Di Tella entregados tendrán la llave de arranque en el medio del tablero, detalle que eliminará el molesto tener que insertar el brazo a través del volante para la puesta en marcha. El arranque siempre fue instantáneo; de mañana convenía darle un tirón al cebador (que en nuestro coche, tenía un resorte de retorno para evitar machar con el cebador en posición de funcionamiento, práctica ante la cual, el Manual del Propietario levanta un austero dedo de desaprobación). Medio minuto de ralenti y, siempre atento a las indicaciones de la casa, salíamos despacio, con mucha segunda y tercero, hasta que el indicador de temperatura marcara "N" para normal.

El Di Tella también esta provisto de manómetro de presión de aceite, e indicador de nivel de nafta; le falta únicamente el amperímetro, reemplazado por una luz testigo, de las que, según la huraña opinión de nuestros testers "avisa cuando ya se rompió". De todos modos, los fabricantes de autos tienen razón cuando dicen que son pocos los conductores que saben interpretar una lectura de amperímetro o manómetro... y el amperímetro desapareció en prácticamente todos los coches que se fabrican hoy en día.

Siam Di Tella 1500

Suponiendo que todo se encuentre normalizado, apretamos el pedal de embrague y colocamos en primera la palanca de cambios. Esta es de recorrido largo; el embrague, en cambio, tiene muy poco recorrido de trabajo, siendo bastante "celoso"; creemos que en general este detalle condice poco con la suavidad que caracteriza toda la tesitura del automóvil. Los pedales son del tipo colgante, de accionamiento blando; el mando del embrague es hidráulico. El acelerador es de tipo "cucharita". Al costado izquierdo del asiento del conductor se encuentra la palanca de freno de mano, robusta y bien terminada. A pesar de su ubicación, no obstruye el acceso al automóvil.

La primera velocidad es corta, y no bien el auto entra en movimiento es conveniente enganchar la segunda; esta también es algo corta, en cambio la tercera es muy larga, existiendo un apreciable salto entre 2da y 3era. Un conductor acostumbrado al manejo rápido usará bastante acelerador en 2da y 3era, para mantenerse a tono con la vorágine porteña. Más arriba de 40 kilómetros por hora, la diferencia de aceleración entre 3era y 4ta escasamente justifica el rebaje, pudiendo aprovecharse la elasticidad del motor.

La comodidad es una característica de este automóvil. Los asientos son firmes, con tapizado de primera calidad, y son individuales. Tienen un amplio recorrido longitudinal.

El Di Tella frena suavemente y sin esfuerzos de pedales excesivos. En paradas de pánico de 100 a 0 Km/h hay que estar atento para corregir cualquier eventual cruzada. Nuestras pruebas en el Autódromo y en las Sierras de Córdoba (Pampa de Achala) no provocaron nunca fading.

Las luces son muy potentes, quizás lo sean demasiado en luz media. El comando es una llavecita de tres posiciones a la izquierda del tablero; también hay un interruptor separado para la luz de instrumentos.

El velocímetro, claro y de agradable lectura, incorpora un interesante detalle poco visto en la actualidad; un "giornaliero" o cuentakilómetros parcial con retorno a cero, y que alcanza a 999.9 Km. (Muy útil para las pruebas de consumo de Parabrisas). La luz de cabina se enciende al abrir las puertas delanteras, teniendo además un interruptor individual. El capot no tiene luz; el baúl tampoco, aunque disfruta de algunos pálidos rayos que arroja en su camino la luz que ilumina la chapa patente.

Tiene tres ceniceros (tablero, uno en cada respaldo de asiento delantero, pero no posee encendedor (aunque hay quien se lo pone). La gaveta es de tamaño mediano (creemos que podría ser mas grande), pero hay dos amplias bandejas, utilísimas y muy inglesas, debajo del panel de instrumentos, una a cada lado. Las puertas delanteras no tienen posabrazos.

Siam Di Tella 1500

Siendo bastante altos los dos asientos, el espacio vertical es reducido, especialmente en cuanto a asientos traseros; una persona que pase de 1.75 m tendrá poca luz entre el techo y su cabeza.

La dirección es suave, no demasiado rápida, y de fuerte acción de retorno. Si se vira demasiado fuertemente, chillan las cuatro cubiertas, aunque no en forma que induzca al odio de la población pedestre.

Otros detalles

En cierta forma el Di Tella es el auto de las cosas raras. Está al detalle, próximo a solucionarse, de la llave de arranque que exige el brazo de un contorsionista para su accionamiento.

La perilla para destrabar el capot está ubicada a la derecha, siendo necesario recostarse sobre el asiento para accionarla. Este detalle probablemente sea oriundo de Inglaterra, donde los volantes se usan a la derecha; pero el conductor argentino estará justificado en juntar los dedos en un racimo y aseverar que si los ingleses quieren ir por la izquierda de la calle, allá ellos...

El Di Tella tiene dos llaves, pero por algún inescrutable proceso de raciocinio anglosajón, una de ellas abre encendido, puertas y tapa de tanque de nafta, mientras que la otra abre solamente el baúl. En nuestro auto, las primeras operaciones de abrir el baúl fueron del tipo "Yo era un alfeñique de 97 libras" hasta que finalmente descubrimos que estaba torcida la traba; enderezada que fue en un concesionario Di Tella, no hubo mas problemas.

Hablando del baúl, debemos decir que es amplísimo y muy cómodo; la rueda de auxilio esta ubicada en un receptáculo cuya tapa integra el piso del baúl. Para sacar la rueda de auxilio es necesario embocar la manija de puesta en marcha manual, en un zócalo ex profeso y, mediante una rotación de "destornillar" ir bajando la rueda. Es un detalle que no roba espacio al baúl (aunque por otro lado creemos que la maniobra no sería demasiado cómoda para una mujer o tal vez un señor de edad).

En la ruta

Andando en ruta, el Di Tella se muestra como una muy cómoda forma de llegar a cualquier lado sin problemas ... y a 100 kilómetros de fácil y suave crucero. Es amplio, silencioso y de mullido andar. Su estabilidad alcanza perfectamente para cualquier solicitación normal, y los frenos también. Los faros de cola son también fuertes; en el tránsito, cuando el Di Tella frena, el resplandor de las luces de stop puede ser tal de molestar a los automovilistas que vienen detrás.

Sinteticamente, el Di Tella se presenta como un vehículo casi ideal para turismo, permitiendo mantener interesantes promedios sin fatigar para nada a los ocupantes del coche. En cuanto al consumo, este es levemente menos de 10 Km por litro andando a 100 Km/h; si se reduce la velocidad a 80, el consumo disminuye a 12 Km/litro.

Variedades

Es característica de los coches ingleses tener ventanillas que suben y bajan muy rápidamente, es decir su mecanismo esta muy multiplicado en relación a la manija de accionamiento. Esto se debe a que en ese país se usan mucho las señales de mano, pero como no se puede andar siempre con la ventanilla abierta por el frío, se hace imperativo un mecanismo que permita bajar y subirlos con mucha rapidez. Este detalle se mantiene en el Di Tella. Es muy cómodo, porque evita tener que hacer muchas maniobras. Creemos que será necesario mantener adecuadamente lubricados los mecanismos con el tiempo.

Siam Di Tella 1500

El Di Tella tiene ventiletes en cada una de las cuatro puertas, permitiendo un adecuado control de la ventilación. Nuestro auto carecía de calefacción, pero tenia una entrada de aire fresco, que nosotros no utilizamos porque el tiempo era caluroso.

La visibilidad del Di Tella es buena; el espejo retroscópico deja sin embargo un punto ciego a la izquierda, cuyo defecto es su poca ostensibilidad, vale decir, el conductor no habituado no se da cuenta de ese punto ciego hasta que repentinamente percibe que lo superan por escasos centímetros por el lado izquierdo.

La marcha atrás exige, para su colocación, una maniobra de curioso trámite; hay que tirar la palanca hacia afuera, levantarla un poco, describiendo un arco y luego bajarla acercándola al pecho del conductor.

Tiene indicador de viraje con retorno automático; la señal testigo es una luz montada en la punta de la misma palanquita de accionamiento, poco fácil de ver.

La amortiguación es excelente; a pesar de una dura prueba, no sufrió en lo más mínimo.

La tenida de agua es muy buena; solo comprobamos filtraciones en la parte de abajo de las puertas, detalle del cual no se ha exceptuado ningún auto de los que testeamos hasta ahora.

Los limpiaparabrisas son eléctricos, de accionamiento algo lento (44 barridas por minuto); barren una adecuada superficie.

Debemos señalar, finalmente, que nuestro auto tenia la puesta a punto para nafta especial, que usamos durante todo el test, sin notar pistoneo. Hubo un pequeño consumo de aceite (nuestro auto tenia mas de 15.000 Km recorridos cuando iniciamos el test).

Creemos que, en general, el Di Tella es un auto sumamente adecuado para el hombre de familia, casualmente la mayoría entre los lectores de Parabrisas.

Otros Datos

Motor: 1.5 litros con cuatro cilindros y 55 CV

Transmisión: Manual de cuatro marchas

Velocidad máxima: 116,90 km/h

Aceleración 0-100 km/h: 37,2 segundos

Distancia de frenado a 100 km/h: 45,7 metros

Consumo en ruta a 100 km/h: 9,5 km/l

Consumo en ciudad: 10,3 km/l

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