El Gran Premio de Bélgica, disputado en el icónico circuito de Spa-Francorchamps, estuvo marcado por el clima adverso que condicionó el desarrollo de la competencia. Las intensas lluvias obligaron a demorar la largada, inicialmente prevista para las 10 de la mañana (hora de Argentina), lo que generó incertidumbre entre los equipos y pilotos. Tras una hora de espera, el Safety Car salió a evaluar el estado del trazado y, finalmente, los comisarios deportivos autorizaron el inicio de la carrera a las 11:20.
Con el auto de seguridad liderando el pelotón, los pilotos completaron las primeras vueltas hasta que, antes de la quinta, se retiró y comenzó la acción real. Óscar Piastri, quien había largado detrás de su compañero Lando Norris, no tardó en superarlo y tomar el liderazgo, una posición que mantendría con autoridad hasta el final.
Desde ese momento, McLaren dominó con claridad: Piastri se afianzó en la punta y Norris, pese a recortar diferencias en las últimas vueltas, debió conformarse con el segundo puesto, mientras que Charles Leclerc completó el podio.
Para Franco Colapinto, la jornada volvió a ser complicada. El argentino de Alpine partió desde el 15° lugar, favorecido por las penalizaciones a Carlos Sainz y Lewis Hamilton, pero no logró encontrar el ritmo necesario para avanzar. Si bien en el inicio mantuvo su posición, pronto fue superado por el piloto de Ferrari y luego por otros rivales que aprovecharon el DRS y las condiciones cambiantes del asfalto.
Un breve ascenso lo llevó hasta el 13° lugar gracias a las paradas en boxes de sus competidores, pero tras ingresar a pits en la vuelta 13 cayó al 17°. Más adelante, Kimi Antonelli y Lance Stroll también lo adelantaron. Un nuevo ingreso a boxes en la vuelta 29 lo dejó definitivamente en la 19° posición, donde finalmente cruzó la bandera a cuadros.
