El Bugatti Chiron consiguió su primer récord mundial al partir desde cero, alcanzar los 400 km/h y luego detenerse completamente en solo 41,96 segundos. El encargado de afrontar este desafío 0-400-0 fue el piloto colombiano Juan Pablo Montoya.
Bastaron 3,112 kilómetros para que el ex Fórmula 1, y ganador en dos oportunidades de las legendarias 500 Millas de Indianápolis, cumpliera con su cometido a bordo del superdeportivo de 1.500 caballos. La prueba fue supervisada y certificada por SGS-TÜV Saar, parte de SGS, líder mundial en inspección, testeos, verificación y certificación.
Para llegar a los 400 km/h con el Chiron, el piloto de 41 años necesitó 32,6 s y 2.621 metros. Y para luego frenarlo, apenas 9,3 s y 491 m. Otro dato interesante es que, al momento de la frenada total desde 400 km/h, el vehículo y el conductor experimentaron fuerzas de aproximadamente 2 G, similares a las ejercidas durante el despegue de un transbordador espacial.
Durante el fin de semana del récord Montoya superó 17 veces los 400 km/h. Además se dio un gusto personal: alcanzar los 420 km/h y batir así su propia marca de 407 km/h, lograda en su momento con un auto de IndyCar.
Cabe mencionar que el exitoso desempeño del Chiron es el primer paso de la marca de Alsacia hacia la conquista del récord mundial de velocidad máxima para un auto de producción, prevista para 2018. El título del más veloz del planeta lo ostenta actualmente otro Bugatti: el Veyron 16.4 Super Sport, que en 2010 “voló” a 431,072 km/h.
Es uno de los autos más deseados por los visitantes el IAA Frankfurt 2017, donde además también se exhiben superdeportivos como Bentley, Lamborghini y Ferrari.
