El Suzuki Swift cumple 30 años

Este modelo japonés fue el primero de su país en venderse en los cinco continentes. Espacioso y bien equipado para su precio de entonces, adelantó la tendencia del "downsizing".

Redacción Parabrisas

Por Thomas Geiger (dpa)

A comienzos de los años 80, los autos pequeños empezaron a hacerse grandes en el mercado y, entre ellos, nació el Suzuki Swift, que fue presentado en 1983 en el Salón del Automóvil de Tokio.

El modelo fue desarrollado en cooperación con General Motors y fue el primer auto japonés que no sólo se comercializó en los cinco continentes sino que también se construía ahí.

Con sólo 3,59 metros y con un diseño anguloso, el Swift era un vehículo sobrio muy alejado de la imagen lifestyle de los autos pequeños de hoy. Mientras que el modelo actual se asemeja al Mini, la primera edición daba la impresión de que el diseño era un pesado ejercicio obligatorio.

Para su precio estaba bien equipado, y para ser un dos puertas era bastante espacioso. Renunció al color con un cockpit que era un desierto de plástico negro con grandes interruptores. Había incluso un pulsador para activar el parabrisas y los faros.

Si el interior ya entonces parecía antiguo no pasaba lo mismo con lo que había debajo del capó: el motor de tres cilindros con 1,0 litros y 50 caballos llevaba al vehículo de 700 kilos hasta los 140 km/h. También adelantó la tendencia del downsizing: la reducción de tamaño.

Que fuera práctico y económico no fue suficiente para Suzuki, que dos años después introdujo la primera variante potente GTi con 1,3 litros y cuatro cilindros y su por entonces aún extraña tecnología de 16 válvulas. El propulsor de 101 caballos convirtió al Swift en un auto de otro calibre: el GTi esprintaba de cero a 100 km/h en 8,7 segundos con una velocidad máxima de 188 km/h. Además, sólo pesaba 900 kilos.

Lo grande que puede ser un auto pequeño lo recuerda Gabriele Skade, que estuvo entre las propietarias de los primeros Swifts, con el que suplió a su Volkswagen Escarabajo de 20 años. "En comparación, el Swift era puro lujo con techo panorámico de cristal, muy bien equipado y hasta una quinta marcha", afirma. También consumía menos y era más cómodo.

Encontrar ahora un viejo Swift no es fácil. No es cuestión de precio ni de durabilidad, ya que el Swift era uno de los modelos más fiables de la época y no ha sufrido el alza de costo de otros pequeños vehículos de culto como el Fiat 500, el Mini o el Citroën 2CV. El problema es la oferta escasa.

"Hay que buscar mucho para encontrar algo adecuado", dice Jörg Machalitzky, portavoz de Suzuki. Quien tiene suerte y verdaderamente consigue un viejo ejemplar de hace 30 años, tiene una rareza en el garaje que en una reunión de vehículos antiguos será quizás una de las estrellas.

FUENTE: dpa