Así evolucionaron los volantes de Peugeot

La marca francesa hace un repaso de la transformación de este elemento fundamental del automóvil a lo largo de la historia. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

En apariencia, el volante es el elemento del auto que menos evolucionó a lo largo de la historia, tanto en su diseño como en su función. Sin embargo, jamás dejó de transformarse, ni resignó su forma circular.

Originalmente muy simple y destinado específicamente al control de la dirección, gradualmente se volvió más complejo. Aumentó de tamaño cuando comenzó a integrar diferentes funciones secundarias: bocina, mandos de la radio, control o limitador de velocidad, cambios de marcha y bolsas de aire, entre otros. Los materiales empleados también evolucionaron significativamente, desde una estructura de madera inicial, pasando luego por el acero, más tarde por el aluminio y finalmente a ser de magnesio.

El primer automóvil en contar con volante apareció en julio de 1894. Se trataba del Panhard 4 CV de Alfred Vacheron, que corrió en la carrera París-Ruán organizada por Pierre Giffard, periodista del diario parisino "Le Petit Journal".

En esta competencia de 100 kilómetros, que fue antes que nada un gran truco publicitario para promocionar el automóvil, una invención reciente, Vacheron finalizó cuarto a pesar de su innovación tecnológica. En tanto que Panhard y Levassor y los hijos de los hermanos Peugeot, que conducían vehículos dirigidos por medio de un manillar, empataron en el primer puesto.

El volante terminó reemplazando progresivamente a la barra que servía de mando de dirección a los autos de la época. Los pioneros del automóvil se dieron cuenta de que era más fácil dirigir un automóvil utilizando un volante circular que recurriendo a una barra o a un manubrio. Lejos de parecerse a los coches de caballos, el Peugeot Type 36 de 1901 se distinguió principalmente de sus antecesores por un capó para el motor delante y un volante en vez del manillar.

Su forma permite un manejo más seguro en los giros y reducir el esfuerzo necesario para hacer cambiar de dirección las ruedas del vehículo. Además, el volante puede asociarse a una dirección asistida a bajos regímenes, para facilitar su rotación en las maniobras.

A principios de los años 90, la generalización de equipamientos como el airbag y la dirección asistida modifican el concepto que se tenía del volante. De direccional pasó a ser multifuncional, al incorporar elementos de seguridad pasiva que ya no están directamente vinculados a su rol inicial: dirigir las ruedas.

Estas innovaciones también se manifiestan en la evolución de los materiales que se emplean en su fabricación. Las técnicas aplicadas al grip, los granulados del cuero y los revestimientos constituyen indicadores de la subida de gama de la marca del león. El volante de espuma de poliuretano se reserva a los niveles de entrada a la gama mientras que el cuero plena flor se convierte en una característica de los acabados superiores. Dentro de su diversidad, el volante ofrece más elementos para expresar la subida de gama: por su forma, que incluye soportes para los pulgares o zonas planas, por la perforación del cuero, que proporciona una mayor sensibilidad al tacto, por la presencia de logotipos (GTi, GT Line) o de pespuntes de colores, que adentran al volante en un universo deportivo, por la presencia de levas surgidas en los deportes del motor, que permiten cambiar de velocidad.

En el año 2012, el Peugeot 208 introduce una innovación de primer orden en los puestos de conducción con el lanzamiento del i-Cockpit. Como elemento central del conjunto formado además por la pantalla táctil y el head-up display, el volante se hace compacto. Presenta un nuevo diseño que incorpora dos zonas planas, que aseguran una mejor sujeción. Libera, aún más, el campo visual y el espacio para las piernas del conductor.

Extendido a toda la gama (actualmente se ofrece en los modelos 208, 2008, 308 S, 3008 y 5008), el i-Cockpit sigue evolucionando. Por ejemplo, en 2016, con el lanzamiento del SUV 3008, el volante se hace aún más compacto. Su nuevo diseño incorpora dos zonas planas, que aseguran una mejor sujeción. Libera, aún más, el campo visual y el espacio para las piernas del conductor.

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