Percy Shaw

"Circulan varias versiones sobre la inspiración que movió a Shaw a diseñar este dispositivo, ninguna confimada. Se trata del ´ojo de gato`: una caja que contiene dos o cuatro bolas de cristal sólido que se instala a los costados de la ruta de manera que refleje la luz de los autos señalando el camino."

Redacción Parabrisas

El célebre poeta francés Théophile Gautier escribió, refiriéndose a los gatos: “¿Quién puede creer que no hay alma detrás de esos ojos luminosos?" Tal vez inspirándose en esta cita y en lo que pudo contemplar personalmente, el inglés Percy Shaw (1890-1976) pasó de ser un peón de vialidad a un excéntrico millonario, gracias a su singular invento que también lo hizo famoso en todo el mundo.

Durante su trabajo, y mientras manejaba, Shaw se dio cuenta de que las carreteras serpenteantes y sin iluminación de Halifax eran peligrosas de noche, incluso con las luces de los automóviles. Estamos hablando de un hecho acontecido en la segunda década del siglo XX. En una ocasión Percy iba conduciendo cautelosamente en una noche oscura y brumosa, cuando se dio cuenta de que podía ver dos pequeñas luces verdes, una al lado de la otra: eran las luces de sus faros reflejadas en los ojos de un gato que estaba trepado en una cerca al borde del camino. Esta narración, citada por Stephen van Dulken en su libro “Inventing The 20th Century” y por otros autores, sugiere que Percy se preguntó si podría crear un dispositivo barato y sencillo que realizara la misma función al estar incrustado en la ruta, y así nacieron los “catseyes” (ojos de gato) o reflectores del camino. Shaw nunca confirmó que se haya basado en los ojos del gato, y llegó a afirmar que en realidad la idea le surgió al ver las brillantes superficies de las vías de los tranvías, aunque se sabe que le molestaba repetir la misma historia, y tal vez la cambió para que lo dejaran tranquilo.

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