Tips para disfrutar de un viaje con nuestra mascota

Sabemos cómo comportarnos con nuestro animal favorito en casa, pero a la hora de trasladarlo es más complicado y todos cometemos errores. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Casi todos tenemos una mascota en nuestro hogar, sea de la especie que sea. En líneas generales, sabemos cómo comportarnos con nuestro animal favorito en casa, pero a la hora de trasladarlo, es más complicado y todos cometemos errores. Ya sea por la salud de nuestro fiel amigo o por seguridad vial, es mejor tener en cuenta algunos consejos si decidimos movernos en un vehículo con ellos.

Un buen punto de partida es consultar con el veterinario, y si se tiene un adiestrador o conductista de confianza, si debemos sedarlo o qué método podemos usar para tranquilizarlo antes de ponernos en marcha. No es nuestra especialidad el comportamiento animal, pero existen muchas formas de lograr un punto de equilibrio para que la mascota no vea el rodado como algo negativo.

La comparación que se suele hacer es que para ellos, ir en un auto es como para los humanos viajar en barco. Por eso, no es recomendable alimentarlos mucho antes del traslado, así sea largo o corto.

Para no descuidar nunca: si el trayecto va a ser prolongado es indispensable llevar agua. En caso de elegir detenerse a comprar (mejor aún, para que el animal pueda tranquilizarse, hacer sus necesidades y respirar aire fresco; sería ideal parar cada dos o tres horas), es el momento para refrescarlo con líquido. Los perros suelen jadear mucho y por eso generarán mucha saliva.

Al igual que los menores, los animales deben ir sujetos. No alcanza con que sean ejemplares sumisos y que duerman o estén relajados. Si tenemos que frenar de golpe, además de dañarlos a ellos, se convierten en un objeto que podrían lastimar nuestra integridad también. Lo ideal es que viajen en jaulas acordes a sus tamaños, ya que son más seguras y tiene menos posibilidades de resultar perjudicados. Pero si la mascota se resiste a dicho objeto o es muy grande, como perros de mucho porte, hay arneses especiales que lo contienen y se sujetan con un cinturón de seguridad. También deberíamos llevar siempre a mano su correa, en especial si nos moveremos en vehículos grandes como furgones o combis, ya que es más probable que viajen en el piso.

En el mejor de los casos, no necesitaremos hacer una maniobra brusca, pero el animal suelto será una distracción, sobre todo si el clima no lo ayuda. El aire acondicionado demasiado fuerte, lo mismo que en casa, no le hará bien, pero en una graduación intermedia colaborará en que regule mejor su temperatura.

Durante el traslado, se suele bajar la ventanilla para que la mascota interactúe con el exterior. Ligeramente abierta le dará sensación de aire fresco, pero si no dejamos parte del vidrio, puede ocurrir un accidente o molestar en la conducción. Por el contrario, no hay que dejar nunca a ningún animal dentro del auto encerrado así se deje algún cristal más bajo, ya que el habitáculo entrará en calor muy rápido y nuestro amigo se puede deshidratar.

Por los nervios de la marcha, el animal puede perder más pelos, por cuanto cubrir los asientos evitará la mayor suciedad (y por qué no, algún juguete puede apaliar la tensión). Así mismo, una crisis puede derivar en que decida salir corriendo: siempre hay que viajar con la identificación, y si es la chapita colgante del collar, mejor. Y no olvidar, si vamos a conducir por un largo rato, de la planilla con vacunas correspondientes.

En vacaciones o salidas largas, siempre es mejor proveerse de todo lo que pueda usar el animal. Ya sea perro, gato, ave o cualquier especie, son nuestros amigos amados y viajar con ellos debe ser un placer único.

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