El proveedor internacional de autos Continental se lanzó a comprobar uno de los mitos más recientes: que una cámara puede sustituir la función de los espejos interiores y exteriores e igualar o mejorar la experiencia de conducción.
En ese camino, decidió aplicar un nuevo desarrollo tecnológico en un prototipo y ver qué sucedía, bajo la hipótesis de que era posible intercambiar elementos sin problemas.
Continental instaló tres cámaras de su gama de productos en el interior del vehículo de pruebas. En vez de espejo retrovisor, el conductor cuenta con monitores de diodos emisores de luz orgánicos (OLED), orientados en las direcciones de visión frecuentes. Así podría ver qué está sucediendo en la parte posterior y en los laterales del vehículo.
La firma comprobó que está opción no sólo da un campo de visión más amplio sino que elimina el deslumbramiento, es menos susceptible a la suciedad y el polvo, y da al conductor una mejor visión en situaciones de lluvia o poca luz.
Asimismo, al eliminar los espejos retrovisores se obtiene un beneficio extra: se reduce la resistencia al aire. Esto se confirmó con un valor cw (coeficiente aerodinámico) más bajo que en un vehículo convencional, lo que conlleva a una reducción en el consumo de combustible y en el ruido del flujo del viento a altas velocidades.
Continental equipó a las cámaras con una función de alto rango dinámico (HDR) que reduce el reflejo del sol, lo que mejora las condiciones de visibilidad de los monitores incluso en la oscuridad.
La firma espera que estos sistemas de cámaras sean aprobados el año que viene. De ser así, serán aplicados de serie para 2018.
