Escándalo en Brasil: policía interviene fábrica de Jeep en Pernambuco

La fuerza civil local detectó un esquema de robos de varias unidades del Jeep Renegade dentro del moderno polo industrial de Goiana. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

El caso surge en momentos en los cuales Brasil vive un clima político muy tenso. A los casos de corrupción por el caso Petrobras que salpican a la actual presidente de la nación (Dilma Rousseff) y el ex primer mandatario, Inacio Lula Da Silva y que tienen en vilo a la población brasileña se suma ahora un hecho delictivo en la planta de FCA (Fiat Chrysler Automobiles) de Goiana (Pernambuco).

Según el portal brasileño g1.globo.com, la Policía Civil local desbarató un esquema de robos dentro de la moderna fábrica inaugurada el año pasado. La banda sería comandada por un ex jefe de producción de la planta, que facilitaba la “salida de unidades 0 km” del Jeep Renegade hacia los concesionarios, para luego ser comercializadas ilegalmente. Hasta el momento hay una persona detenida (sería una de las receptoras de las unidades para su comercialización) y la justicia brasileña ya emitió la prisión preventiva para otros dos integrantes de esta red (uno de ellos sería el ex operario de la fábrica), mientras que un tercer sospechoso fue encontrado muerto por causas naturales.

De acuerdo con la investigación, una falla en la seguridad del predio habría facilitado la salida ilegal de estos vehículos. Por el momento no hay precisiones de que haya otros empleados implicados en esta red, aunque la policía continúa investigando si hay cómplices dentro de la fábrica e intenta determinar desde cuándo operaban y cuál es el número de vehículos sustraídos ilícitamente del polo industrial de Goiana.

El caso fue descubierto cuando un “despachante” se comunicó con una dependencia del gobierno brasileño (Delegacia de Furtos e Roubos de Veículos) para consultar cómo podía patentar una unidad que no había sido registrada en la fábrica. La policía desconfió de la historia de esta persona e inmediatamente abrió una investigación: hasta el momento ya hay identificada unas 10 unidades robadas.

Se estima que cada unidad sustraída del predio de Pernambuco -donde también Fiat produce la pick-up Toro- fue comercializada ilícitamente a concesionarios por un monto aproximado a los 40 mil reales, y estos las revendían por 70 mil reales.

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