Los últimos centímetros son decisivos: la lucha por el espacio en el baúl

Según expertos, la capacidad de carga de un auto puede ser tan influyente como el confort. No obstante, recomiendan no centrarse sólo en la cifra del volumen y analizar todas las posibilidades. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

A menudo, la parte de atrás del auto es determinante para saber si es práctico y adecuado para una familia. Para muchos clientes, el baúl es más importante que el confort o la conducción del vehículo. Y en ese caso, su volumen es un factor fundamental, pero no decisivo.

Las herramientas de trabajo de los diseñadores son la computadora e instrumentos de medición altamente precisos. Sin embargo, en cualquier proyecto hay una fase en la que los ingenieros de todas las marcas utilizan bloques para medir la capacidad de carga del último segmento.

El volumen del baúl no es simplemente un cálculo, sino que se determina mediante un proceso manual, explica el vocero de Opel, Michael Blumenstein.

Para medir la capacidad en litros se utilizan bloques de un tamaño estándar de 5x10x20 centímetros, que se van apilando. Siempre quedan algunos huecos vacíos en los que seguramente puede caber una campera o una bolsa, señala Blumenstein. Pero este procedimiento tiene en cuenta que las valijas o las cajas no son completamente flexibles y tienen esquinas o bordes.

No en todos los casos los ingenieros utilizan bloques estandarizados, apunta Christian Buhlmann de Volkswagen en Wolfsburgo. En Estados Unidos, por ejemplo, el volumen se calcula con unidades predeterminadas y por lo tanto no es comparable con los valores europeos.

Dependiendo del modelo y del diseño interior del auto, los valores que se establecen en Estados Unidos bajo la llamada norma SAE (Society of Automotive Engineers/Sociedad de Ingenieros de Automoción) están en un 20 a 30 por ciento por encima de la norma europea ISO (International Organization for Standardization/Organización de Estándares Internacionales).

Pero da igual si es SAE o ISO, si los fabricantes son europeos, norteamericanos o asiáticos, en todas partes, las empresas automotrices luchan por obtener más espacio para la familia, los acompañantes o las maletas.

Muchos vehículos se construyen con compartimentos de carga con doble fondo y se aprovechan los espacios vacíos entre la rueda de auxilio y el kit de herramientas. Además, se incluyen sectores en los pies, delante de los asientos, o se diseñan asientos traseros rebatibles.

"La flexibilidad es la clave en los autos familiares", asegura el técnico alemán Hans-Georg Marmit. "Cuanto más se pueda adaptar el interior del auto a las necesidades, menor será el compromiso que haya que hacer en la vida cotidiana".

Para transportar objetos largos no es necesario tener una camioneta si se puede aumentar el espacio de carga simplemente plegando el asiento del pasajero delantero.

Al comparar un auto familiar con otro, Marmit aconseja no confiar solamente en los datos de volumen del baúl: "Por sí solo no explicita si la superficie de carga es plana y continua, o si tiene algún gancho o perno que sobresale y que puede dificultar el transporte de una carga”.

Por otra parte, el experto insiste en que los compartimentos dentro del habitáculo son tan importantes como baúl. "De qué sirve guardar un montón de cosas en la parte de atrás si adelante no sabemos dónde poner el estuche de los lentes o las llaves de la casa", sostiene Marmit.

Por Thomas Geiger (DPA)

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