¿Cómo se convierte un camión de calle en uno para el Dakar?

La marca Hino explica cúales son los principales cambios que debe realizarle a su camión Serie 500 4x4, para poder competir en la carrera más exigente del mundo. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Hino, marca de camiones pesados y autobuses perteneciente al Grupo Toyota, participa en el Rally Dakar 2018 con un camión de la serie 500, que es la serie mediana. Para afrontar este tipo de desafíos, un equipo de técnicos comienza a trabajar partiendo del camión Serie 500 4x4 que la compañía japonesa comercializa al público. Son varios los cambios que se le deben hacer; los principales, te los mencionamos a continuación:

Cabina. A la original del camión de calle, se le agrega la jaula de protección por los requerimientos de seguridad exigidos para la competencia, para así evitar el aplastamiento en caso de un vuelco.

Butacas. Se reemplazan por las homologadas por la FIA (Federación Internacional del Automóvil) que aseguran al conductor desde cinco puntos, lo que le permite manejar accediendo a todos los comandos, incluso desde una posición casi horizontal.

Suspensión. Se retira la que viene de fábrica y se coloca otra que es regulable en altura y en dureza, que puede modificarse desde el interior para darle mayor o menor agarre al vehículo según los requerimientos.

Chasis. Es el que trae el vehículo de serie, pero se refuerza la zona para que tolere la suspensión cuando se elige la más dura y soporte los impactos que se generan en la carrera.

Cubiertas: Se las sustituye por unas que tienen un sistema doble. Las utilizadas para el Dakar, se inflan y desinflan desde la cabina para tener mejor tracción. Por otra parte, las llantas poseen un sistema especial de modo tal que las ruedas van calzadas y prensadas para que, en el momento en el que el motor hace fuerza, la llanta gire con el neumático como si fuera una única pieza.

Motor. Por reglamento, la base tiene que ser la original del camión de serie. Para la carrera, se modifica el motor original de la serie 500, que es de 6 litros y 280 CV. A éste se lo equipa con un turbo más grande, un sistema de inyección con mayor cantidad de combustible, se mejora el sistema de refrigeración y se aumenta la potencia hasta 600 caballos.

Cabe destacar que, desde hace cinco años, este modelo viene enfrentándose en el Dakar a rivales más potentes, algunos con propulsores de 12 litros, que originalmente entregan 650 CV y potenciados para la competición alcanzan los 1.000 CV. En la edición 2017, el piloto Teruhito Sugawara finalizó octavo en la general de la categoría Camiones y primero en la división de menos de 10 litros.

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