Cuando uno se realiza este cuestionamiento, resulta casi imposible no pensar en Inglaterra o, mejor dicho en el Reino Unido.
La mayoría de nosotros asumimos que todo el mundo maneja por la derecha y solo en estas islas del norte se manifiesta esta extrañeza. Pero en realidad no es así.
Estudios globales demuestran que un 66 por ciento de la población maneja por la derecha, en tanto el otro 34 por ciento restante lo hace por la izquierda. Y es que, si nos ponemos a pensar, en la actualidad no se adjudica ninguna ventaja o desventaja por manejar de un lado o del otro, es simplemente una cuestión de costumbre.
Mira también: ¿Por qué es tan importante el ESP?
Pero, en la antigüedad no era así. En la época de los romanos, se circulaba por la izquierda con una justa razón, ya que de esa forma el látigo con el que se fustigaba al caballo para que avance no lastimaba a los transeúntes de la vereda.
Y en términos generales, durante la mayor parte de la historia, fue así. Hasta que apareció un hombre con un ego y un poder lo suficientemente grandes como para modificar las costumbre de casi todo el mundo. Hablamos de Napoleón Bonaparte, quien decididó cambiar el sentido de circulación.
De esta manera en todo lugar donde gobernara el imperio francés se circularía por el lado derecho (casi toda Europa en ese momento).
Entonces: ¿Por qué en el Reino Unido se maneja al revés?
Porque allí nunca pudo llegar Napoleón.
Mira también: 5 tips para cuidar el filtro de partículas Diésel
Y aquellos países en los que se maneja por la izquierda, fueron en su mayoría colonias inglesas (Japón tiene otras razones históricas).
Lo cierto es que también nos encontramos con casos de pragmatismo extremo, donde las costumbres no detienen a la población. Este es el caso del famoso día H que se dio en Suecia, el domingo 3 de septiembre de 1967. Las cosas fueron definitivamente difíciles. Se pasó de circular por la izquierda a circular por la derecha.
Mira también: Fotogalería/ Neuville gano en Suecia y lidera el WRC
Hoy en día, la unificación a nivel mundial del sentido de circulación, parece una utopía muy lejana. Pero la increíble franja de mercado que tomaron las cajas automáticas en las últimas décadas, nos quita gran parte de la preocupación que podemos llegar tener cuando migramos o simplemente hacemos turismo.
En definitiva, la pluralidad hace a la belleza del hombre.
