Con casi 4.000 autos de lujo a bordo, un barco se hundió en el océano Atlántico, luego de que se prendiera fuego hace un par de días. Más conocido como Felicity Ace, el buque perdió cada vez más la estabilidad y se sumergió con varios íconos de la industria automotriz a bordo.
Si bien el pasado 16 de febrero el incendio azotó a gran parte de la embarcación, el pasado jueves 24 comenzó a ser remolcado, aunque todo cambió el martes 1 de marzo, cuando naufragó luego de que se hundiera sin chances de remoción.
Entre los 3.965 modelos de lujo que iba a bordo, no lograron "sobrevivir" (dentro de los identificados) 1.100 Porsche , 200 Bentley y algunas de las últimas unidades del Lamborghini Aventador.
Más allá de que los 22 navegantes ya habían sido rescatados por la Armada Portuguesa, el interior del barco continuaba en llamas. Según indicó Quatro Rodas, revista hermana de Parabrisas, el buque se hundió a 46 kilómetros del límite de la Zona Económica y Exclusiva de Portugal. Allí, la profundidad puede llegar a una distancia aproximada de 3 km.
La embarcación se dirigía desde Alemania hacia Estados Unidos y una gran cantidad de los vehículos pertenecían al Grupo Volkswagen. Se estima que las pérdidas económicas para las automotrices afectadas rondan en torno a los 255 millones de dólares.