Independientemente de la razón para elegirlas, es importante considerar que las bicicletas están expuestas a las condiciones del entorno en el que se utilizan, donde el clima y el tipo de terreno afectan su desempeño. Por lo tanto, es esencial contar con una bici que ofrezca un rendimiento adecuado a tus necesidades. Además, el cuidado y mantenimiento necesarios para mantenerlas en buen estado son fundamentales.
Las cuatro preguntas clave para elegir la bicicleta ideal
Al momento de decidir qué bicicleta adquirir, es fundamental hacerse cuatro preguntas esenciales:
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¿Para qué voy a usar la bicicleta?
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¿En dónde voy a usarla?
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¿Con qué frecuencia la voy a hacer?
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¿Cuál es mi presupuesto?
Las dos primeras preguntas son cruciales para determinar el tipo de bicicleta que mejor se adapta a tus necesidades. Según las respuestas, las opciones se multiplican, abarcando una amplia variedad de marcas, precios, calidades y materiales.
Las dos preguntas restantes son igualmente importantes, ya que permiten establecer un límite de inversión. Esto incluye no solo el costo de la bicicleta en sí, sino también el de los accesorios y complementos imprescindibles para una experiencia de uso óptima. Así, una buena planificación financiera te ayudará a tomar una decisión más informada y satisfactoria.
Cuáles son los componentes indispensables
Los asientos, el cuadro y sus componentes, las ruedas, cadenas y cambios, los frenos, la potencia y el manillar, incluso sus sistemas de amortiguación, sumado al uso de casco y luces, se suman a la lista de lo indispensable.
Uno de los componentes indispensables es tener asientos cómodos y de calidad. Esto le permite al usuario, tener un soporte correcto para los huesos isquiáticos y así poder evitar malestares e incomodidades en el momento de pedalear. Si es acolchado mejor, porque absorbe las vibraciones del terreno y los impactos.
Los tipos de bicicletas más comunes
Las bicis MTB son aquellas ideales para lugares más agrestes, para transitar terrenos accidentados, ya que son más resistentes, con buenas llantas y rango de velocidades.
Las de carrera o ruta, son ligeras y aerodinámicas y ofrecen una buena posición al pedalear en caminos pavimentados, con sus ruedas angostas.
Las bicis híbridas son modelos más versátiles, que se usan para caminos poco escarpados, empedrados, de tierra u pavimentados, combinando lo que se necesita para la montaña o la ruta, pero que se usan también en la ciudad.
Aquellas urbanas, como las Dutch u holandesas, son las bicis de ciudad, con un cuadro y ruedas sólidas, capaces de soportar los baches, topes, típicos de las condiciones de ciudad.
Las plegables son más bien de uso urbano para transitar en el pavimento, ofreciendo la opción de plegarse para poder transportarse.
La talla apropiada
Se refiere a la elección correcta del cuadro, que es el principal error que se comete al elegir una bici. Esto puede ocasionar lesiones musculares u accidentes, por eso siempre se debe chequear la tabla de tallas, ya que varían de una marca a otra.
Sistema de frenos
Es un elemento esencial, porque el frenado debe ser eficiente, efectivo y seguro. Al momento de elegir calidad, hay que saber que ello incide en el precio y a la gama a la que pertenezca la bicicleta. Algunas pueden tener frenos de discos hidráulicos o frenos V-Brake.
Tipo de suspensión
Tendrá que ver con el tipo de terreno donde se va a circular, para elegir la suspensión de aire o resorte.
Ambas tienen buen funcionamiento, con capacidades y objetivos diferentes para absorber el impacto del suelo, por lo que es crucial poner atención, sobre todo si se transita en terrenos más accidentados.
Asegurarse la comodidad
Siempre lo mejor, es probar la bici. Es fundamental sentirla, chequear con tranquilidad el cuadro que sea mejor para el cuerpo, que el rodado y el manubrio sea cómodo y el indicado.
Puede investigarse por internet los diversos modelos de las marcas más recomendadas, elegir algunas y luego ir a la bicicletería a probar las opciones elegidas y así, al subirse poder verificar mejor lo indispensable para hacer una buena inversión.
Guía esencial para el cuidado de tu bicicleta: recomendaciones útiles
Almacenamiento
Es significativo, si se quiere mantener la bici en buen estado, ya que pasarán tiempo en dicho lugar y las condiciones de guardado no deben afectar su buen funcionamiento. El sitio no debe estar húmedo, pues ello causa oxidación y corrosión de sus partes metálicas y libre de polvo, por lo que sugiere cubrirlas con algún material de plástico.
Limpieza regular
Es la base de mantenimiento junto al punto anterior, para que el rendimiento y durabilidad de las piezas, no se vean afectadas. Se puede utilizar agua tibia y un jabón suave, cepillos, trapos y esponjas.
Lubricación de componentes
Un funcionamiento suave, está asociado a una buena lubricación y prevención del desgaste de sus partes móviles y la fricción excesiva. Se deben lubricar la cadena, el rodamiento y los bujes, los cambios y cables.
Verificación y ajuste de frenos
El sistema de frenos es esencial para la seguridad al andar. Realizar una revisión regular de los frenos de discos, para que no estén desgastados ni que chillen, hay que limpiarlos o cambiarlos. El desgaste y alineación de las pastillas de freno, como de los cables es importante, que no estén gastados u oxidados, para que respondan adecuadamente.
La inspección de neumáticos y ruedas
Es vital para el rendimiento y la estabilidad de la bicicleta.
La presión de los neumáticos, siempre debe mantenerse dentro del rango que sugiere el fabricante, ya que esto reduce el riesgo de pinchar y mejora la eficiencia del rodado. Los daños y desgaste de las ruedas deben revisarse junto a los radios, para ver si no hay que reemplazarlos o ajustarlos.
Revisión de la transmisión y de los cambios
Para que se logre una transmisión eficiente y una marcha precisa, se deben mantener ajustados y en buen estado algunos componentes.
Chequear el desgaste o corrosión de los cables y fundas, como también de los platos y piñones, que permiten el deslice correcto de la cadena; y por último los desviadores, estén ajustados y alineados, dado que un ajuste erróneo puede dañarlos u afectar la marcha.
El cuidado del cuadro
La inspección visual para detectar daños, como abolladuras o grietas en el cuadro, asegura la integridad y el rendimiento general de la bici.
Se suma la protección, con la aplicación de una cera protectora para el agua y el polvo y la colocación correcta de accesorios, para que no causen daños.
Ajuste del manillar y asientos
La ergonomía y comodidad del asiento, mejora la experiencia en la bici.
Es fundamental, tener en cuenta la altura del asiento, para que permita una correcta flexión de la rodilla cuando el pedal esté hacia abajo y la posición correcta del manillar a una altura cómoda, para que no cause tensión en espalda y muñecas. A su vez, apretar los tornillos de ambos, evita movimientos indeseados.
Mantenimiento profesional
Muchos de estos procedimientos, pueden realizarse en el hogar, pero se recomienda llevar la bicicleta a un taller especializado, para realizar una revisión completa y adecuada.
Se sugiere una revisión de los componentes internos, los ajustes profesionales como frenos y cambios y las actualizaciones y reparaciones, para reemplazar o mejorar los componentes desgastados o que ya son anticuados.