Luego de su retiro en 2003, el ex basquetbolista Michael Jordan realizó diferentes inversiones en el mundo del deporte, desde marcas de indumentaria hasta equipos de baloncesto. Esta vez, más allá del rédito económico, el oriundo de Nueva York apostó por sumarse a la Copa Nascar, una de las categorías más importantes y populares del automovilismo mundial, con el objetivo de luchar en contra del racismo.
Para aquellos que estén imaginando que veremos a uno de los mejores de la historia del Básquet detrás del volante de un auto de competición, lamentamos decirles que en realidad se convirtió en dueño de uno de los equipos. Una de sus primeras medidas como propietario fue contratar a Bubba Wallace, el único piloto afroamericano de la competencia, quien hace pocos meses fue víctima de recibir una amenaza de muerte por su color de piel.
En contrapartida, Jordan no estará sólo como dueño del equipo, sino que se encontrará asociado con su amigo Denny Hamlin (ganó las 500 millas de Daytona en tres ocasiones). De todos modos, el ex Chicago Bulls tiene una mayor cantidad de acciones. Por el momento, el equipo que enarbolará la bandera anti racista en la competencia, todavía no tiene nombre.
Jordan pasará a ser uno de los pocos en poseer un equipo de Nascar, ya que pasaron casi 50 años desde el único afroamericano en seguir los mismos pasos. Wenderll Scott, quien se retiró en los primeros años de la década de 1970, había sido el último piloto que a su vez era el dueño del equipo para el cual corría.
