Todo sobre los filtros de aire del motor y su mantenimiento

Estos elementos son fundamentales para lograr el rendimiento óptimo del motor. Su misión es impedir que entre polvo, hollín y productos de desgaste en el sistema de admisión. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

El rendimiento y la durabilidad de un vehículo depende de muchos factores. Uno de estos es el buen estado del filtro del motor, de lo contrario puede producir desgastes prematuros. Por eso es conveniente saber detectar a tiempo malformaciones o incrustaciones de suciedad, que no dejan fluir el aire al sistema de admisión o, lo que es peor, permiten que pase cualquier tipo de partículas.

El principal parámetro de la calidad es el grado de separación del filtro. Este parámetro se expresa en un valor porcentual e indica la fracción de partículas del aire aspirado que queda retenida en el filtro. Los filtros de aire de alta calidad alcanzan un grado de separación de hasta 99,9 por ciento. Esto quiere decir que retienen prácticamente todo aquello que puede afectar el funcionamiento y la vida útil del motor, de modo que aseguran las condiciones para alcanzar la máxima durabilidad del propulsor, aun en condiciones de temperaturas extremas o bajo influencias químicas sobre el cartucho.

 

Peligro de incendio con los cigarrillos

Los filtros de aire no solo están expuestos al polvo, hollín, calor, frío y diversos agentes químicos durante el funcionamiento, sino que también acechan otros riesgos, como su ignición debido a la extendida mala costumbre de algunos conductores de tirar la colilla del cigarrillo encendida durante el viaje a través de la ventanilla abierta. Si la ceniza ardiente a 500ºC penetra en el sistema de aspiración del vehículo que viene detrás, podrá quemarse el filtro de aire con el  consecuente incendio de compartimiento del motor. El caso más famoso es la catástrofe ocurrida en 1999 en el túnel del Mont Blanc, cuando se incendió un camión, tal como se pudo demostrar más tarde, porque alguien había tirado una colilla encendida.

No obstante, en la mayoría de los incendios del compartimiento del motor se trata de incendios parciales que no se reconocen como tales en el momento de su ocurrencia, tal como lo demuestra una encuesta realizada en talleres. Por norma general se funden la mayoría de las piezas de plástico de los conductos de admisión. Si al día siguiente el vehículo no arranca, con solo abrir el capó se sabrá que ocurrió un incendio.

 

Hacia mayor seguridad

Los fabricantes desarrollaron diseños constructivos para evitar incendios en el compartimiento del motor. Para ello se instalan rejillas delante de la boca de aspiración o se prevé una disposición especial del conducto de admisión. Otra posibilidad de prevención consiste en utilizar elementos de filtro de aire con propiedades ignífugas, como los que se desarrollaron recientemente en Europa en estrecha colaboración con los fabricantes de automóviles y productores de papel (los elementos de filtrado están fabricados con papel microporoso especial). Ya se previeron elementos de filtro ignífugas de este tipo en los pliegos de especificaciones de los fabricantes de automóviles para las próximas generaciones de vehículos.

Para conferir las características ignífugas se impregna el papel de filtro de celulosa con una resina especial. En los elementos de filtro con propiedades ignífugas la proporción de resinas oscila entre 25 y 30 por ciento (en un papel de filtro normal sólo es de 15 a 20 ciento). Si bien el papel así tratado puede inflamarse, se apaga rápidamente. Este efecto se debe a cuatro fenómenos:

-El nitrógeno (N2) liberado actúa como gas inerte y ahoga la llama.

-El agua liberada rebaja la temperatura a un valor de debajo del punto de ignición.

-Los ácidos liberados oxidan las fibras de celulosa, de modo que estas ya no pueden arder.

 

El mantenimiento

Los modernos filtros de aire, del tipo con cartuchos de papel especial, deben ser inspeccionados cada 5.000 kilómetros, para comprobar que no están  deteriorados con alguna pequeña rotura, y ser cambiados por elementos originales cada 15.000 kilómetros. En algunos modelos de alta gama se incorpora en el filtro de aire un elemento que indica el nivel de restricción al paso del aire, bien visible al automovilista, y con esa indicación que tiene marcas de identificación podemos conocer cuándo cambiar el filtro.

En los automóviles que circulan en ambientes polvorientos el cambio del elemento filtrante debe anticiparse. Por lo general es fácil reemplazar el elemento filtrante, pero se debe observar muy bien la correcta colocación y la buena fijación de la tapa y del conjunto del filtro, que en algunos automóviles se integra al sistema de admisión del motor. También es importante inspeccionar todos los elementos exteriores e interiores del filtro de aire, realizados en plástico de  ingeniería.

 

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