Renault Latitude V6 Privilège: Siempre es tiempo de volver

Con este modelo la marca del rombo regresa a la alta gama. Se trata de un producto de origen oriental que se destaca por calidad de construcción, confort de marcha y equipamiento generoso, aunque el consumo en ciudad es elevado. Esta opción V6 es la más accesible de su segmento. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Renault tiene una rica historia en modelos de alta gama. No vamos a llegar hasta los comienzos de la marca buscando una raíz, porque alcanza con retroceder  unos pocos años para encontrar ejemplos. Los más cercanos, sin duda, son el 21, que se comercializó hasta 1996, y el Laguna, con destacada participación entre 1995 y 2007.

Pero, una vez que la historia comercial del Laguna llegó a su fin en nuestro mercado, la marca francesa abandonó el segmento D, aquel que reúne a los modelos más grandes y de mayor categoría.

Fue una época de expectativa para el usuario de este tipo de autos, porque, mientras en el continente europeo aparecían productos que ocupaban el lugar de aquel, en la Argentina Renault decidió no sumarse a esa jugada. Por eso no llegaron a nuestro país el Vel Satis (2001-2009), ni el Laguna III (se lanzó en Europa en 2008).

Hubo que esperar cuatro largos años para que esa ausencia fuera redimida. Pero valió la pena.

El Latitude es un modelo de excelente calidad que supera ampliamente a sus antecesores. Toma la plataforma del Samsung SM5, modelo de origen coreano (Samsung es propiedad de Renault), con el que comparte varios elementos, aunque también utiliza componentes Nissan.

Inicialmente, la oferta del Renault Latitude en nuestro país estará conformada por dos versiones, ambas nafteras: Dynamique, con motor cuatro cilindros de 143 CV, caja manual de sexta y un equipamiento adecuado (36.500 dólares) y, la tope de gama y objeto de este test, Privilège, con un V6 de 240 CV, caja automática de seis velocidades y una dotación jerarquizada (46.500 dólares). Por ahora, no se espera la llegada de las opciones Diesel 3.0 V6 dCi de 241 CV.

Diseño *** y ½

A simple vista se advierte que el Latitude es un producto que presume de cierta distinción. En ese sentido sigue, de alguna manera, los pasos del Nissan Teana, modelo con el cual mantiene similitudes de estilo conservador: trompa alargada, parabrisas grande y luneta aguda, relativamente pequeña, además de una línea de cintura que asciende hacia el sector posterior. También coinciden en los cromados laterales y en la parrilla, los faros de diseño moderno y llantas de aleación de 17”.

Si lo comparamos con el modelo de Nissan, este Renault es 47 mm más largo (4.897 mm vs. 4.850 mm), 37 mm más ancho (1.832 mm contra 1.795 mm) y 8 mm más alto (1.483 mm y 1.475 mm , respectivamente. Sin embargo, la distancia entre ejes es 13 mm mayor en el Teana (2.775 mm frente a 2.762 mm).

Es una carrocería que se advierte robusta y cuyo desempeño frente al viento es muy bueno, ya que no genera ruidos molestos, incluso circulando a máxima velocidad. Sin embargo, los voladizos pronunciados (tanto el delantero como el trasero miden poco más de un metro) obligan a tener mucha precaución cuando se enfrentan lomos de burro o pendientes.

Confort *** y ½

El interior se abre como un espacio en el cual la comodidad es una constante. En esta versión, la tapicería de cuero suma atractivo a un ambiente bien decorado (inserciones de símil madera y aluminio) y construido con materiales de buena calidad. Sólo desentonan algunos elementos que son los mismos que aparecen en el interior del Fluence (equipo de audio, climatizador, volante, etc.), modelo que, aunque es muy bueno, compite en un segmento inferior.

Las plazas delanteras son confortables y amplias, aunque podrían sujetar mejor la espalda. Ambas disponen de reglajes eléctricos, mientras que la del conductor suma tres memorias. Tienen calefacción y la del conductor, ajuste lumbar manual.

La posición de manejo ideal se encuentra rápidamente: las múltiples regulaciones de la butaca se complementan con los reglajes en altura y profundidad de la columna de dirección.

Atrás los espacios son más ajustados y eso se advierte cuando son tres adultos los que ocupan esas plazas: el ancho disponible no es suficiente para que el viaje se realice con comodidad. La caída del techo afectará a las personas de estatura elevada.

Tampoco la capacidad de su baúl es de las más generosas (477 dm3). Por ejemplo, el Volkswagen Passsat ofrece el mejor espacio con 565 dm3 y el Toyota Camry, 504 dm3. La buena noticia es que en ese volumen aparece una rueda de repuesto de las mismas características que las otras cuatro.

Motor ****

Para mover los 1.600 kilos de este modelo, los ingenieros de Renault eligieron el mismo motor que aparece debajo del capó del Nissan Teana VX350. Se trata de un propulsor de funcionamiento suave y bajísima rumorosidad, un V6 de 3,5 litros, (construído con aluminio) que, con admisión variable, entrega 240 CV de potencia y un par máximo de 30 kgm. Tales parámetros le permiten desempeñarse con gran agilidad en toda situación de circulación, funcionando siempre con suavidad y baja rumorosidad.

Las prestaciones relevadas en esta nota así lo indican: logra una velocidad máxima de casi 234 km/h, mientras que para acelerar de 0 a 100 km/h necesita 8,1 segundos.

En el mismo sentido se mueven los consumos en ruta ya que, gracias a la caja de seis velocidades, el motor gira muy relajado. Por ejemplo, a 100 km/h, el régimen de giro del propulsor es de unas 1.800 rpm. En ciudad el panorama cambia. Los constantes cambios de ritmo no le permiten a la transmisión pasar a engranajes largos y eso se paga con nafta. En ciudad, con un litro de especial recorre 6,8 kilómetros.

Equipamiento ****

Una de las claves de este segmento es la dotación de equipamiento y, por lo visto, los responsables de Renault lo han considerado seriamente. El Latitude es un modelo muy bien provisto, con equipos y sistemas que cubren las necesidades de confort y seguridad.

Se destaca, entre ellos, el navegador satelital instalado en la consola central, sistema que, aunque no ofrece pantalla táctil, se controla desde un sistema tipo joystic de fácil operación (el mismo del Koleos) instalado en la consola de la palanca de cambios.

En esa consola aparece también la tecla que activa el control de velocidad crucero, en una ubicación poco intuitiva. Tampoco son los más accesibles los comandos del equipo de audio (de muy buena calidad), porque son muy pequeños, aunque también se puede operar desde los controles de la columna de dirección.

Ofrece un Bluetooth de buen funcionamiento que cuenta con un dispositivo de advertencia: cuando el sistema atiende una llamada, una grabación le advierte a quien está llamando que en ese momento la persona que intenta contactar está manejando.

El tablero dispone de dos relojes principales de grandes dimensiones (velocímetro y tacómetro), dos más pequeños (temperatura del refrigerante del motor y nivel de combustible) y un display central en el que se lee el estado de los múltiples parámetros que controla la computadora de a bordo (entre otros, presión de inflado de los neumáticos) y las indicaciones del sensor de estacionamiento.

Vale aclarar que la rueda de repuesto es idéntica a las otras cuatro: excelente.

Suspensión ****

Por tratarse de un vehículo de grandes dimensiones, pesado y con una distancia entre ejes pronunciada, el Latitude ofrece un comportamiento dinámico muy bueno. Al volante, el conductor experimenta la sensación de estar manejando en un modelo más chico, impresión que es necesario aprender a controlar para tener clara dimensión de la masa que se está manejando: la inercia no perdona.

A pesar de que el ajuste de las suspensiones tiende al confort (utiliza el eje trasero del Nissan Teana), ofrece una respuesta muy equilibrada, se muestra firme y seguro circulando en altas velocidades y también en curvas exigentes.

Lo mismo sucede con la dirección. El sistema de asistencia variable se ocupa de ajustar la resistencia del volante según las necesidades que el ritmo de conducción impone. Así, las maniobras de estacionamiento se realizan sin esfuerzo alguno, mientras que en la ruta abierta ofrece una resistencia tal que genera una sensación de seguridad.

Transmisión ****

Utiliza una caja automática de seis velocidades (no CVT como el Fluence o el Teana), sistema moderno que se destaca por la suavidad de accionamiento y la velocidad de paso de marcha. Ofrece la posibilidad de pasar los cambios de forma secuencial ubicando la selectora en una posición específica, pero no cuenta con opción sport, como tampoco ofrece levas en el volante.

Dispone de control de tracción/estabilidad que entra en acción únicamente cuando es necesario.

Seguridad ****

En este apartado la dotación de serie es muy completa. A los elementos que ya hemos mencionado se agregan: faros de xenón dobles (direccionales y con lavafaros), seis airbags (podríamos reclamarle una bolsa para las rodillas del conductor), sensor de estacionamiento con alertador sonoro y con imagen en el display central, (aunque el sistema no anula ni baja el volumen del audio privilegiando el sonido del alertador), cinco cinturones inerciales, cinco apoyacabezas regulables en altura, anclajes Isofix para sillitas infantiles, faros antiniebla, sensor de luces y estacionamiento (entra en acción muy rápidamente) y freno de estacionamiento eléctrico, con función automática que suma comodidad y practicidad en el uso cotidiano. Lo mismo sucede con el sistema de tarjeta llave; basta con tenerla en un bolsillo para que el sistema la detecte y el conductor se olvide de trabar o destrabar las puertas.

Por supuesto, está equipado con ABS y sus asistentes electrónicos (distribución electrónica de frenado EBD y asistencia al Frenado de Urgencia AFU), un equipo que funciona muy bien: para detenerlo desde 120 km/h a 0 km/h recorre 60 metros.

Precio ****

Una mirada rápida puede provocar una conclusión errónea: el Renault Latitude V6 Privilège es costoso pero no caro. Si lo comparamos con sus rivales vemos que los 46.500 dólares que hay que pagar por él lo transforman en el más accesible de su categoría. Y si a eso sumamos que es el mejor equipado, esa posición cobra mayor peso. Además, Renault ofrece por este nuevo modelo una garantía de tres años o 100 mil kilómetros, la misma de casi todos sus competidores.

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