Test: Peugeot 508 2.0 HDI Feline

Con un eficaz motor Diesel que entrega 163 CV, el representante de la alta gama del león cumple los requisitos para quienes buscan un auto confortable, bien equipado y de buen desempeño dinámico. Todo a un precio muy competitivo para su segmento. Fotogalería. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Luego de probar dos ediciones atrás la versión HDI GT de 204 CV, la conclusión es que el motor Diesel le sienta muy bien. Pero por una buena diferencia de pesos (84.132, más precisamente), para un público menos exigente aparece una versión más “tranquila”, que no deja de ser apropiada para el modelo. Con respecto al GT, también cambia la suspensión delantera, aunque mantiene una buena dotación de equipamiento, resignando en el caso de esta versión Feline, sólo algunos detalles de confort, como la función de masaje del asiento del conductor y, en seguridad, las luces de xenón.

Diseño

Si bien mantiene el ADN felino del resto de los productos, seguimos sosteniendo que no es de los diseños más “audaces” a los que nos tiene acostumbrados la marca francesa, como ocurrió en su momento con el 407, el 206 o el 307, y ni qué hablar del 308 CC o el RCZ.

El interior está bien insonorizado, en parte gracias a la excelente penetración aerodinámica que, según el fabricante, es de Cx 0,26. Tanto por fuera, como dentro del habitáculo, la buena calidad y terminación están presentes en todos los detalles.

Confort de marcha

El modelo se caracteriza por ofrecer una marcha muy confortable, que en este caso se acentúa al adoptarse neumáticos con un perfil más elevado respecto de la variante GT. Adentro, se destaca una baja pero muy buena posición de manejo, con las butacas delanteras bien ergonómicas y, en ambos casos, con regulación eléctrica. Y, como era de esperarse, el volante se regula en altura y profundidad para completar con éxito la operación. Las plazas traseras ofrecen un lugar apropiado para dos personas y justo para una tercera (no muy alta) en el medio. Con 473 dm3, el baúl está dentro de los parámetros de los de su segmento, aunque su único rival gasolero disponible en nuestro mercado tiene un volumen de 565 dm3.

Lo más criticable de este ítem es la visibilidad trasera, producto de la marcada inclinación de la luneta.

Lea la nota completa en la edición Nº 412 de la revista Parabrisas.

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