Test: Audi A1 Sportback

La nueva carrocería agrega comodidad en el pequeño compacto alemán ya que, aunque las plazas traseras siguen siendo pequeñas, el acceso hasta ellas se ve facilitado. Mantiene el eficaz y económico motor de 122 CV, y la destacada calidad general. Galería de fotos. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Desde su lanzamiento comercial en nuestro país a mediados de 2011, el Audi A1 se ha posicionado como uno de los referentes del segmento inferior en el universo premium, espacio en el que conviven modelos de procedencia europea, industria especializada en este tipo de productos. Ese liderazgo le permite a la marca de los anillos entrelazados avanzar con nuevas versiones para darle forma a una oferta más amplia. Ahora, Audi presenta en nuestro país la versión de cinco puertas del A1. Denominada Sportback, ofrece una propuesta más versátil con una carrocería que, a pesar de mantener casi inalteradas las cotas exteriores, agrega dos puertas y, con ellas, la comodidad que supone acceder al sector posterior utilizando puertas específicas, es decir, evitando enfrentar la complejidad que supone el accionamiento de un mecanismo que recline la butaca delantera.

Pero, además, este nuevo producto ofrece una leve mejoría en la habitabilidad posterior, ya que los ingenieros alemanes incrementaron unos pocos milímetros la altura libre hasta el techo y el ancho entre las puertas.

Estos cambios hacen de este modelo una propuesta interesante entre los vehículos compactos de cinco puertas aunque, en rigor de verdad, dadas sus características, la versión analizada en esta nota, Audi A1 Sportback 1.4 TFSI S tronic Ambition (vale, sin opcionales, 37.600 dólares y utiliza un motor naftero de 122 CV con caja automática de doble embrague y siete marchas), no tiene rivales directos en nuestro mercado. Es el representante “intermedio” de una gama compuesta por una variante equipada con el mismo motor pero con caja manual de sexta (34.600 dólares) y la opción S line, con un motor 1.4, pero de 185 CV (48.420 dólares).

Lea la nota completa en la edición de febrero de 2013 (Nº 412) de la revista Parabrisas.

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