TEST: Audi A1 Sportback S line

La variante más potente del pequeño de los cuatro anillos encuentra en su versión cinco puertas una solución para quienes requieren mejor accesibilidad y altas prestaciones, gracias a un eficaz 1.4 turbo. Fotos. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

A fines de 2011 conocíamos en el mercado local la versión de 185 caballos del modelo más pequeño de las marcas premium. Fabricado en la planta que Audi tiene en Bruselas, Bélgica, el A1 encuentra sus orígenes en el “metroproject quattro”, prototipo mostrado en el Salón de Tokio de 2007; el modelo de producción fue presentado en el Salón de Ginebra de 2010 y un año y medio después hizo su debut a nivel mundial esta alternativa Sportback. Sin muchos rodeos, se trata básicamente del mismo vehículo con idénticas dimensiones exteriores, pero con más puertas, situación que, al principio, desconcertó a los que esperaban una variante con más baúl, como ocurre, por ejemplo, con el A3 Sportback que, con el “estiramiento” de la carrocería, ganó unos buenos litros de capacidad para el equipaje.

El A1 Sportback S line llega para completar una extensa gama del modelo en un segmento casi exclusivo entre las marcas premium, que en nuestro mercado se compone de dos alternativas de carrocería, tres y cinco puertas y con motorizaciones 1.2 TFSI manual de 86 CV; 1.4 TFSI manual y S tronic de 122 CV y 1.4 TFSI S tronic de 185 CV, para la primera silueta y 1.4 TFSI manual y S tronic de 122 CV y 1.4 TFSI S tronic de 185 CV para la segunda.

Diseño

Su tamaño y forma se conjugan para brindarle un gran atractivo, que en el S line aumenta con detalles, como las llantas de 17 pulgadas, el spoiler trasero y, en el caso de la unidad probada, se potencia con los faros de xenón y el techo panorámico y de color contrastado.

Su coeficiente aerodinámico de Cx 0,34 no está entre los mejores –hay vehículos de similar tamaño que rondan los 0,31–, pero a altas velocidades sabe disimular muy bien el ruido del viento. En eso tiene mucho que ver la calidad de construcción, que no muestra puntos flojos.

Lea la nota completa en la edición nº 414 de la revista Parabrisas (abril de 2013)

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