Impresión: Porsche 911 Carrera S Cabrio

Manejamos en Estados Unidos la séptima generación del modelo más emblemático de la marca alemana que sorprende por tecnología y prestaciones. Mantiene sus cualidades deportivas, ofrece satisfacción al volante y se afianza como un ejemplo de evolución constante. Fotos. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Hay autos que dejan huella en la historia y a lo largo de su vida se transforman en leyendas vivientes. Sin duda uno de los ejemplos más fuertes es el Porsche 911 que está punto de cumplir 50 años y es para muchos el deportivo por excelencia de todos los tiempos. Pero antes de empezar a describir la impresión de manejo del modelo actual sintetizaremos de qué auto estamos hablando. El 911 fue presentado en el Salón de Fráncfort, el 12 de septiembre de 1963, pensado como el sustituto del Porsche 356. Aquel auto fue denominado Porsche 901, pero una demanda de Peugeot llevó a que el nombre comercial se cambiara por 911. A lo largo de su medio siglo de vida pasaron siete generaciones, cada una con su denominación particular: la que nos toca probar hoy es la 991 que reemplaza a la 997. A lo largo de su vida fue cambiando aunque siempre manteniendo la esencia del modelo original como su configuración de motor trasero y tracción trasera, su carrocería cupé, el motor bóxer y un interior con configuración 2+2 plazas. En su historia se comercializaron más de 700.000, unidades de la cuales el 80 por ciento sigue activa.

Viajamos a Estados Unidos para manejar la variante Cabrio S con el motor 3.8 de 400 caballos y tracción trasera, una experiencia que siempre deleita a quienes aprecian las máquinas bien concebidas; la última vez que tuvimos contacto con un 911 de similares características fue en abril del 2009 cuando le realizamos un test a fondo en Buenos Aires.

Lea la nota completa en la edición nº 413 (marzo de 2013) de la revista Parabrisas.

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