Test: Volkswagen Voyage 1.6 Highline

El sedán compacto actualizó su estética con los lineamientos de los últimos modelos de la marca alemana. Conserva la eficaz motorización 1.6 de 101 caballos y una adecuada dotación de equipamiento, pero su precio es elevado. Galería de fotos. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Cuando Volkswagen discontinuó el Polo Classic en 2008, casi en simultáneo lanzó al mercado el Voyage, un sedán que, a diferencia del primero, estaba construido sobre la plataforma del Gol Trend, tal como había ocurrido muchos años atrás con los Senda y Gacel: ambos compartían plataforma con el Gol a secas.

Desde el inicio de la comercialización, el modelo fabricado en Brasil lleva vendida más 51.500 unidades en nuestro país, siendo uno de los más requeridos entre los sedanes del segmento B.

Con esta nueva actualización, quizás pierda un poco de personalidad. Sin embargo, los cambios le sientan muy bien y le confieren un toque “señorial” que lo emparentan, salvando las diferencias, con el Vento. Buen nivel de calidad y destacado comportamiento, en un modelo que tiene atributos suficientes para seguir siendo una de las opciones más racionales del mercado. Se ofrece desde los 72.300 pesos.

Diseño

Más allá de los retoques estéticos (no modificó sus dimensiones), sigue siendo un auto que mantiene una equilibrada armonía. Los principales cambios se advierten en el sector frontal, donde la nueva grilla de la parrilla es negra y se combina con los nuevos faros con máscara oscurecida. En tanto, las llantas de aleación de quince pulgadas modificaron levemente su aspecto. Atrás, las ópticas presentan un rediseño importante: el dibujo de los faros es alargado e integra armoniosamente la elegante terminación del baúl que, en esta versión tope de gama, incorpora un spoiler trasero. Además, es la única variante de la gama que cuenta con luces de giro en los espejos retrovisores (la generación anterior no tenía), apliques en los zócalos de las puertas delanteras, y manijas y espejos del color de la carrocería.

Lea la nota completa en la edición nº 413 (marzo de 2013) de la revista Parabrisas.

Galería de imágenes
En esta Nota