Quienes siguen estas páginas seguramente habrán tomado nota de cómo han evolucionado los vehículos de origen chino. A esta altura de los acontecimientos, esta afirmación no ostenta el carácter de “novedad”, pero no deja de sorprender que en un plazo relativamente acotado hayan avanzado como lo han hecho.
Es cierto que todavía quedan algunas unidades de aquella generación primigenia (en su mayoría, enroladas entre los utilitarios), pero la gran mayoría de los autos que llegan desde el país asiático (casi todos SUV) muestran una importantísima evolución en términos de calidad, mecánica y equipamiento.
Básicos:
Velocidad máxima 203,2 km/h Potencia 204 CV Consumo promedio 9,8 km/l Precio U$S 44.400
Diseño/Aerodinámica (✭✭✭✭): Muestra un estilo más atrevido que el del H6 “normal”. La carrocería se muestra robusta y con destacada respuesta frente al viento.
Confort/Espacio interior (✭✭✭✭): Es de los más amplios de la categoría, con espacio para cinco adultos. El baúl es más pequeño que el de su hermano convencional. La calidad de materiales, muy buena.
Motor/Prestaciones (✭✭✭✭): Este equipo propulsor responde con prestaciones interesantes, pero con consumo elevado.
Los más: • Diseño • Calidad general • Amplitud interior • Prestaciones.
Great Wall Motors es una de las compañías que, a través de CarOne, hace tiempo que trae a nuestro mercado unidades de ese origen, una oferta que recientemente se vio reforzada con la incorporación de modelos de marcas desconocidas hasta ahora en nuestro país y la actualización de versiones de otros ya conocidos.
El protagonista de este artículo es el Haval H6 GT, una variante especial del SUV que refuerza la presencia de una gama que viene marcando el rumbo de aquel avance de los autos chinos del que hablamos más arriba.
Equipamiento/Instrumental (✭✭✭✭): La dotación es muy amplia. Sólo desentonan la ausencia de comandos físicos y la rueda de repuesto temporal.
Suspensiones/Dirección (✭✭✭1/2): Ofrece confort de marcha en la ciudad, aunque los recorridos de las suspensiones son cortos. En las curvas rápidas no pisa con la firmeza esperada. Dirección con buen radio para un AWD.
Transmisión/Caja (✭✭✭✭): La tracción integral y la caja de doble embrague de siete relaciones responden muy bien.
Los menos: • Visibilidad por la luneta • Operación multimedia • Consumo • Rueda de repuesto temporal.
Seguridad/Frenos (✭✭✭✭1/2): Frena muy bien y la dotación en este rubro es muy amplia.
Precio/Garantía (✭✭✭): El valor de venta será conveniente conforme se mueva el dólar. La garantía es muy buena.
Con este modelo avanza un casillero más en este juego y le pone las cosas difíciles a las marcas más afianzadas en este espacio.
Qué tan “nuevo”
En una época en la que a pesar de los detalles de exclusividad los diseños de los autos modernos tienden a ser “iguales”, en este SUV mediano aparece cierta cuota de originalidad. Que quede claro: no es el más atrevido, tampoco innovador, pero sí sus líneas –que a pesar de las cotas idénticas lo diferencian de la versión “normal”– funcionan como un imán para la mirada de quienes saben detectar un vehículo “distinto”.
Son algunos detalles los que apuntalan esta definición. Por ejemplo, la zona frontal muestra una parrilla de grandes dimensiones con diferentes planos laterales y una zona triangular en la que se instalan los antiniebla. Sobre ella, una toma de aire muy angosta y alargada con los grupos ópticos full led a cada costado, y más abajo otra entrada para el flujo aéreo.
Los laterales, libres de trazos exagerados, están contenidos en el perímetro inferior por apliques plásticos de color negro, pero, sin duda, son las grandes llantas de aleación de 19 pulgadas de color negro el detalle a destacar.
Atrás aparece otra de las señas particulares del Haval H6 GT: los alerones. Son dos; uno, sobre el remate del portón del baúl y el otro (el más llamativo), en la parte superior de la luneta. Este agregado, más la caída del techo hacia ese sector, atentan contra la visibilidad por la luneta.
Otro elemento a tener en cuenta es la sensación de robustez que entrega la carrocería: las puertas son pesadas y cierran con absoluta perfección, generando un sonido muy particular.
Algunos sectores de símil fibra de carbono complementan la estética del casco.
Con esas características y un despeje destacado, la carrocería del H6 GT también muestra un excelente desempeño frente al viento, gracias también a un detallado trabajo aerodinámico del cual encontramos pruebas en, por ejemplo, los pequeños deflectores que aparecen en la zona inferior de las puertas traseras.
Amplitud
La calidad que se percibe en el diseño exterior se repite en el habitáculo. Allí, en un espacio simple, desprovisto de estridencias, aunque no espartano, la calidad de materiales es muy buena, salvo en algunos sectores puntuales en los aparecen plásticos muy endebles como en el porta-anteojos y la guantera.
En ese ambiente, los espacios son generosos incluso para los pasajeros de atrás, sector en el cual sólo las personas muy altas podrán encontrar cierta incomodidad por aquella caída del techo que le da personalidad a la carrocería. Incluso el asiento central es “habitable”, dado que es más ancho que en otros modelos de este tipo, y el piso es prácticamente plano.
Los respaldos de esos asientos se abaten para aumentar la capacidad del baúl (con piso de doble altura) que, en condiciones normales, es de 392 litros. Aquí aparece otra diferencia respecto del Haval H6 “estándar” que dispone de un baúl de 600 litros.
Las butacas delanteras son cómodas, con diseño deportivo y regulaciones eléctricas.
La posición de manejo se logra rápidamente, ya que la columna de dirección ofrece ajuste en altura y profundidad para ubicar en el mejor lugar posible a un volante multifunción y con levas, pero cuyo aro tendría que ser más grueso.
La zona de mando y la consola central parecen desprovistos de elementos. El tablero es ciento por ciento digital configurable y se complementa con el head-up display. En la consola de mando aparece el control radial para la caja de cambios (comando que demanda un tiempo de acostumbramiento, ya que no tiene tope, motivo por el cual, ante un accionamiento rápido es necesario mirarlo para saber en qué marcha quedó seleccionada), y la tecla del freno de estacionamiento eléctrico. Más allá, el cargador inalámbrico para celulares.
El nivel de equipamiento es de los más amplios de la categoría, pero muchos de los dispositivos que conforman esa lista se controlan desde la pantalla táctil de 10,3”: son pocos los comandos físicos disponibles. Esta solución obliga a una operación algo engorrosa: es necesario trabajar sobre la pantalla táctil en por lo menos dos oportunidades para modificar alguno de los parámetros. Por ejemplo, para activar la calefacción (o la ventilación) de las butacas, son necesarios tres pasos: primero, seleccionar el grupo donde se ubica este comando, luego elegirlo y, finalmente, regularlo.
Sólo para destacar algunos de los equipos de los que dispone, enumeramos sistema de estacionamiento automático, techo panorámico, luces de ambiente, climatizador automático, equipo de audio con ocho parlantes y una muy completa dotación de asistencias a la conducción.
Es para destacar la calidad de imagen de la pantalla, especialmente de la cámara de marcha atrás, y de la recreación animada que aparece en el display, incluso desde una toma cenital.
Como contrapartida, la rueda de repuesto es temporal.
Más turbo
En el apartado mecánico no hay diferencias respecto del H6 “a secas”. Ambos emplean un propulsor 2.0 turbo que entrega 204 CV de potencia y 32,6 kgm de par, y que trabaja asociado con una caja automática de doble embrague y siete relaciones que lleva el poder hasta el piso a través de un sistema de tracción integral.
Es un conjunto que le otorga dinamismo a este vehículo, cuyo peso se acerca a las 1,8 toneladas y que lo demuestra con prestaciones muy buenas: alcanzamos una velocidad máxima de 203,2 km/h, mientras que la aceleración de 0 a 100 km/h fue de 8,8 segundos.
El precio por lograr este desempeño lo paga el consumo: en promedio medimos un rendimiento elevado: 9,8 km/l.
Para aprovechar al máximo el empuje de este SUV, ofrece la posibilidad de elegir entre siete modos de conducción: Estándar, Deportivo, Eco, Nieve, Pista, Arena y Off-Road, cada uno de los cuales modifica los parámetros. Por ejemplo, en Pista cambia la respuesta de la caja y del motor (se pone más “nervioso”), pero también se modifica le gráfica del tablero y el sonido de los escapes se torna más agresivo.
Sin embargo, la dinámica de este modelo (pesado y alto), no es la mejor, ya que incluso en modo Pista las suspensiones siguen siendo mullidas, característica que si bien es celebrada en el tránsito urbano, no se lleva del todo bien con el recorrido de las suspensiones que, en ocasiones, resulta escaso.
Los neumáticos en medida 235/55 R19 también aparecen como un elemento a tener en cuenta en el confort de marcha, puesto que muestran su personalidad a través de algunos rebotes molestos.
En la ruta va bastante firme, aunque no como tendría que hacerlo un modelo que en cierta manera apuesta a un estilo seudo sport.
La dirección responde muy bien con un radio de giro correcto para un producto con este tipo de tracción, mientras que los frenos respondieron de la misma manera: el sistema conformado por cuatro grandes discos logra detener a este SUV mediano sin vicios y en distancias muy buenas, como los certifican los 38,2 metros que recorrió para frenar a cero desde 100 km/h.
Es necesario destacar también que, a pesar de la tracción 4x4 y los modos de conducción, no es este un modelo ideal para aventurarse en el off-road.
¡Ay, ese dólar!
En el momento de escribir estas líneas, el precio del Haval H6 GT AWD era de 44.400 dólares. Y justo en esos días la divisa norteamericana experimentaba (una vez más) un alza en la cotización, transformando en un auto caro a un vehículo que un mes antes (hasta fines de junio) era "barato", una ponderación que, por supuesto, tiene como base esa nefasta variación del valor de una moneda que no es nuestra pero que nos afecta como si lo fuera.
Definir si el valor de este SUV es competitivo dependerá también de la comparación con sus rivales, pero sucede que no hay SUV medianos con estilo de cupé por lo menos entre los de marcas generalistas; sí aparecen entre las de “sangre azul”, pero todos valen el triple.
También podemos pensar en el Renault Arkana o en el Fiat Fastback, pero pertenecen a un segmento inferior.
Tal vez el modelo más compatible como rival del Haval sea el nuevo Peugeot 3008, un SUV con estilo de cupé (lógicamente), cuya llegada a nuestro mercado podría darse antes de fines de este año.
La muy buena garantía que Great Wall Motor ofrece por el Haval H6 GT es de cinco años o 150.000 kilómetros.
HAVAL H6 GT FICHA TÉCNICA