Los SUV con tres filas de asientos son vehículos que, como su característica principal indica, apuntan a satisfacer una necesidad específica: transportar a siete pasajeros.
Estos tuvieron una época de esplendor en nuestro mercado, aunque con algunos “baches” en los que conseguir uno de ellos (hablando de unidades cero kilómetro) era prácticamente imposible. Sin embargo, desde hace unos meses se está dando una suerte de retorno de este tipo de modelos. Tanto es así, que hoy la oferta disponible es, sin dudas, amplia: se puede optar entre una docena de unidades con tres filas de asientos –siempre buscando entre los SUV–, sin discriminar por segmento ni motorización ni tipo de tracción.
Básicos:
Velocidad máxima 181,5 km/h Potencia 182 CV Consumo promedio 10,5 km/l Precio U$S 39.300
Diseño/Aerodinámica (✭✭✭✭): Se lo ve imponente, con estilo moderno. Pero lo más importante es que esa carrocería se advierte robusta.
Confort/Espacio interior (✭✭✭✭): Es amplio en las dos primeras filas; la tercera es “eventual”. La capacidad del baúl puede ser generosa.
Motor/Prestaciones (✭✭✭✭): Responde bien, pero los 182 CV tardan en aparecer. El consumo urbano es elevado.
Los más: • Calidad general • Confort de marcha • Precio/Garantía
Las configuraciones más variadas: con chasis de largueros o monocasco, con motor Diesel o naftero, de producción nacional o importadas, pero cuando recorremos lo más alto de la oferta, las coincidencias apuntan a la calidad de materiales (que es muy buena) y al destacado nivel de equipamiento.
¿Hay alguno de origen chino? Claro que sí, varios. Uno de los últimos en llegar es el que aquí analizamos, el JAC JS8 Pro, un SUV muy interesante por la relación precio/producto que propone y porque se instala en lo más alto de la gama de la marca oriental como un ejemplo a seguir.
Equipamiento/Instrumental (✭✭✭1/2): La dotación es amplia, pero llaman la atención algunas ausencias. La rueda de repuesto es temporal.
Suspensiones/Dirección (✭✭✭1/2): A pesar de sus grandes dimensiones, se mueve con facilidad en la ciudad, aunque con alguna “aspereza” generada por los neumáticos de perfil bajo y 19”. Dobla bien.
Transmisión/Caja (✭✭✭1/2): Tracción delantera. La caja es bastante rápida. Tiene posición S, pero no levas en el volante.
Los menos: • Faltantes equipamiento/Detalles • Rueda de repuesto temporal • Consumo urbano.
Seguridad/Frenos (✭✭✭✭): Equipamiento generoso con ADAS. Los cuatro discos lo detienen en distancias adecuadas.
Precio/Garantía (✭✭✭✭): El precio es de los mejores del segmento, y la garantía muy buena.
Elegante
La unidad que nos tocó manejar estaba pintada de negro, tono que en combinación con los brillos que nacen de los sectores cromados, el llamativo diseño de los grupos ópticos ciento por ciento led (tanto delanteros como traseros) y las enormes llantas de aleación calzadas con neumáticos en medida 235/50 R19, logra dibujar una imagen imponente.
De hecho, al verlo da la sensación de que es más grande que las medidas que se anuncian en la ficha técnica: 4,82 m de largo, 1,87 de ancho y 1,75 m de alto, es decir que es más corto (9 cm), angosto (5 cm) y bajo (8 cm) que el Ford Everest, otro de los “recién llegados” a este espacio donde reinan las siete plazas.
Todo esto compone una carrocería que se advierte robusta y que, de alguna manera, habla de la calidad de construcción de este vehículo. No es de extrañar, ya que se trata de un producto que apunta al segmento más encumbrado del mercado.
Esa pretensión se advierte también en algunos elementos tales como, por ejemplo, el techo solar panorámico, el portón de apertura eléctrica y con comando “gestual” (pasando el pie por debajo del paragolpes trasero) y las luces de cortesía que al detectar la llave (presencial) se proyectan desde la carcasa de los retrovisores dibujando en el piso el nombre de la marca.
La insonorización es muy buena, incluso circulando a alta velocidad, aunque en la unidad de prueba, cuando estábamos buscando la máxima, apareció, de repente, un ruido metálico que provenía del exterior. Repetimos varias veces la prueba y en todas volvimos a escuchar ese extraño sonido...
El JAC JS8 Pro va firme en la ruta navegando sobre cauchos de 19 pulgadas que transmiten seguridad, aunque esos mismos neumáticos muestran su carácter respondiendo con algunas asperezas al atravesar las accidentadas calles de nuestra ciudad.
Dobla muy bien gracias a un sistema de asistencia eléctrico que, además de llevar suavidad al volante, logra un radio de giro muy bueno para un modelo de su tipo.
Algunos detalles
El habitáculo del este producto de manufactura china está muy bien presentado. Nos recibe con luces de ambiente, tapizados de símil cuero y terminaciones y encastres bien logrados. Las butacas delanteras son eléctricas, aunque en la del acompañante siempre queda en una posición elevada.
No ofrece ajuste en profundidad de la columna de dirección y, aunque cuenta con reglaje para modificar la altura, en ocasiones no es suficiente para lograr la mejor posición de manejo: es que el volante (multifunción, con pocos comandos y sin levas) está ubicado como si fuera un auto de décadas pasadas.
Llama la atención la conformación del panel de mando. Presenta un instrumental ciento por ciento digital configurable (cambia de color entre blanco y negro), unido a la pantalla del sistema de info-entretenimiento como si fueran una sola pieza. Pero lo curioso es que detrás de este tablero digital parece haber quedado la base donde antes estaba el tablero “tradicional”.
Tacómetro y velocímetro entregan sus mediciones con grandes números, mientras que nivel de combustible y temperatura del refrigerante del motor lo hacen a través de segmentos luminosos imprecisos.
No obstante, el tablero ofrece una muy interesante interface en la que va mostrando en tiempo real, a través de gráficos, lo que va pasando alrededor del JS8, como la ubicación de los autos en un entorno cercano de 360 grados.
La pantalla es de 12,3 pulgadas de operación bastante intuitiva y con funciones agregadas a las habituales (cámara de marcha atrás, asociación con Android Auto y Apple CarPlay, etc.), tanto como reproductor de imágenes y video.
Suma climatizador con salidas para las tres filas, pero es de una zona y, del mismo modo que la mayoría de los sistemas, no dispone de comandos físicos, un detalle que comulga con el diseño espartano de la consola central, en la que hay mucho espacio libre en torno al comando radial que controla la caja de cambios, la tecla para seleccionar los modos de conducción (Eco y Sport) y el freno de estacionamiento eléctrico (con función automática).
Los asientos de la segunda fila se desplazan longitudinalmente y los respaldos se reclinan y abaten ya sea para llevar mayor comodidad a quienes se sienten en ellos (dos adultos, preferentemente, porque el asiento central es pequeño) o para dejar pasar a los ocupantes de la tercera fila, maniobra bastante incómoda. Allí viajarán con relativo confort niños o personas de contextura pequeña.
Del mismo modo que los de la segunda, los respaldos de la tercera fila de pliegan contra el piso para dejar libre un enorme espacio de carga que puede llegar hasta los 2.153 litros, contando hasta el techo.
La rueda de repuesto (temporal) se ubica debajo del chasis.
La seguridad está supervisada por una dotación generosa con seis airbags y todos los modernos controles electrónicos, cuatro discos, anclajes Isofix, antiniebla trasero y ADAS.
Si no brioso, correcto
Cuando abrimos el capó del JAC JS8 descubrimos un motor completamente carenado con un cobertor de plástico que sólo deja a la vista la boca de carga para el líquido refrigerante del motor y el depósito del sapito, además de un par de tapas de inspección.
Ese protector descubre un conjunto motor que respondió de forma correcta. A pesar de no ser de los más briosos, el propulsor 1.5 turbo de 182 CV de potencia y 30,5 kgm de torque se complementa muy bien con la caja automática de doble embrague y siete relaciones, consiguiendo números interesantes en la pista: medimos 181,5 km/h de velocidad máxima y 9,6 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h, además de unos destacados 6,4 segundos para pasar de 80 a 120 km/h.
En cuanto a los consumos, los resultados no fueron tan positivos, pero no escapan de la lógica para un modelo alto, con motor de 182 CV y un peso en torno a las dos toneladas. En la ciudad medimos un rendimiento de 8,1 km/l, mientras que a 90 km/h recorrió 13 kilómetros con un litro de súper. Sumando los 10,6 km/l que marcó circulando a 120 km/h, logramos un rendimiento promedio de 10,5 km/l.
Propuesta superadora
El precio de venta del JAC JS8 Pro (se ofrece en esta única versión) es de 39.300 dólares, un valor con el que se jacta de la mejor relación precio-producto del segmento. Casi todos los modelos que compiten en este espacio (el de los SUV de siete plazas), son más caros, salvo el DFSK Glory 580, pero es un producto que está por debajo de este JAC, tanto en términos de potencia (131 CV) como de calidad y equipamiento (sin ADAS, por ejemplo) y que vale 35.300.000 pesos. Otro que se parece al Glory es el Jetour X70 Plus, pero es mucho más caro: 42.500 dólares.
Los que más se acercan al JS8 (tanto en diseño como en mecánica y equipamiento) son el Chery Tiggo 8 Pro, que vale unos 40.000 dólares, y el Jeep Commander LTD T270, que cotiza a 47.900 de la misma moneda.
Otro de los puntos a favor del JAC JS8 Pro es la garantía: siete años o 150.000 kilómetros, de las mejores del mercado.
Ficha técnica, prestaciones y equipamiento JAC JS8 Pro