Cómo cuidar el auto en invierno

Una guía con las últimas innovaciones para que el vehículo no sufra el frío más de la cuenta.

Redacción Parabrisas

Cuando más arrecia el frío, hay que preparar con tiempo el vehículo cambiando los neumáticos por unos de invierno y revisando los faros para estar seguro de tener una buena visibilidad cuando la luz es escasa. Lo mejor es hacer una lista para el chequeo del coche:

Batería: La batería es el número uno de la lista, porque es una de las partes del vehículo más sensibles al frío. “Con bajas temperaturas su rendimiento baja considerablemente, y bajo cero grados sólo rinde un cuarto de su potencia”, señala Claudia Weiler, de la Asociación de la Industria del Automóvil alemana (ZDK). “Hay que comprobar el estado, la antigüedad, los polos, el voltaje del circuito y la corriente de arranque en frío antes de la llegada de las bajas temperaturas”. En caso de duda, lo mejor es cambiar la batería.

Neumáticos: Se considera que los neumáticos de invierno tienen que tener un mínimo de cuatro milímetros de profundidad para ser efectivos, frente a los 1,6 milímetros de las llantas de verano. Estos neumáticos combinan materiales que mantienen su flexibilidad incluso a bajas temperaturas.

Iluminación: Es importante tener visibilidad en los días cortos y oscuros del otoño y el invierno. La niebla, la luz difusa o la nieve empeoran la visibilidad, explica Claudia Weiler. “Por eso es tan importante comprobar la iluminación del vehículo”. Por ejemplo, unos focos demasiado altos no solamente deslumbran a los conductores que vienen en sentido contrario, sino que también empeoran la propia visibilidad.

Parabrisas: Es necesario tener siempre una buena visión y las bajas temperaturas afectan mucho al parabrisas, sobre todo si se empaña rápido. Es importante limpiarlo por fuera y por dentro y se recomienda cambiar los limpiaparabrisas viejos, que dejan marcas y enturbian la visibilidad. Es importante hacerlo ya en otoño, cuando el sol ya está bajo y deslumbra más fácilmente a los conductores.

Anticongelante: el hielo en el sistema de refrigeración causa daños en el motor. Por eso, hay que comprobar en el taller que haya suficiente anticongelante. El Automóvil Club Alemán (ADAC) recomienda también líquido lavaparabrisas de invierno, no sólo porque protege frente al hielo, sino porque es más efectivo con la suciedad de esa época del año. Y existen además líquidos especiales para las juntas de goma de las puertas, para evitar que se congelen.

Aceite: “Nuestros expertos recomiendan comprobar el nivel de aceite y hacer regularmente un cambio de aceite para que se mantenga la capa protectora durante el invierno”, afirma Wolfgang Partz, de la organización de inspección técnica y certificación TÜV Rheinland. Los nuevos aceites, más completos, no hacen obligatorio el cambio en el otoño como antes, pero “si el aceite es viejo, pueden fijarse sustancias perjudiciales como agua, lo que en caso de hielo causa problemas con el motor”, señala Partz. Lo mejor son aceites totalmente sintéticos con una viscosidad que se adapte al frío y al calor.

Complementos: Cuando el invierno llega, hay que tener en el coche una serie de complementos útiles. Entre ellos un rascador para hielo, guantes y una lámina para el parabrisas, así como una gruesa manta para protegerse del frío en caso necesario.