503, el fracaso de BMW

Debía convertirse en el modelo que reposicionara a la marca tras la Segunda Guerra Mundial. Pero se fabricaron apenas 412 unidades. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

El 19 de septiembre de 1957, con motivo de la inauguración de la Feria Internacional del Automóvil (IAA), se reunió en Fráncfort lo más alto de la política alemana. El presidente de la entonces República Federal, Theodor Heuss, el ministro de Economía, Ludwig Erhard, junto con el presidente de BMW, Heinrich Richter-Brohm, intercambiaron impresiones sobre el nuevo modelo 503 de la marca alemana.

El lanzamiento de una segunda versión del BMW 503 sorprendió mucho, pues ya la primera, construida en 1955, no había tenido el éxito de ventas esperado.

Pero BMW cifró esperanzas en un nuevo modelo derivado de la berlina 502 de 3,2 litros super, con el que el fabricante alemán volvió a irrumpir en el mercado después de la Segunda Guerra Mundial. El nuevo modelo entró en la historia del automóvil con el nombre de "ángel barroco".

El camino ya estaba allanado y el BMW 503 debía continuar con la tradición de los grandes modelos deportivos de antes de la guerra.

En 1953 el fabricante comenzó a desarrollar el primer prototipo bajo el nombre 503a. Dado que el coche fue diseñado como un 2+2 plazas, con una longitud de 4,75 metros, tanto en la coupé como la versión descapotable parecían más propias de un auto deportivo de lujo que un vehículo convencional.

Paralelamente, la automotriz comenzó con el desarrollo del BMW 507 Roadster, un modelo del cual se fabricaron solo 254 unidades y que hoy en día es un ícono del diseño.

Albrecht Graf Goertz diseñó tres modelos. El joven alemán había sido alumno del famoso diseñador industrial estadounidense Raymond Loewy, creador tanto de la botella de Fanta como del autobús Greyhound. Goertz fue más allá de los planes del entonces jefe de desarrollo de carrocería de BMW, Kurt Bredschneider. A los ojos de los directivos, el diseño detallado de Goertz resultó ser la variante más elegante y deportiva.

La BMW 503 coupé y el BMW 503 convertible tuvieron su debut mundial en la IAA en 1955. Sin cambios con respecto al 502, el nuevo modelo también equipó un motor V8 con 140 CV de potencia. La novedad fue la elegante carrocería de aluminio. Y esa innovación cautivó al público.

El convertible del año 1958 aún hoy es muy atractivo para los amantes de los clásicos. Quien quiera sentarse detrás del volante y apreciar los elegantes asientos de cuero puede alquilar por unas horas uno de los pocos modelos descapotables que se encuentran en el Museo de la Historia del Automóvil en Alemania, en la localidad de Amerang, estado de Baviera.

Para poner en marcha el motor V8 se necesita un poco de conocimiento técnico. El motor no se enciende simplemente girando la llave, sino también con un botón de arranque. Hay que darle unos toques al acelerador antes de que el auto arranque, pero luego marcha de manera constante. Los frenos de tambor hacen su trabajo sorprendentemente bien. Los cambios también se realizan sin inconvenientes: sólo se percibe una ligera vibración de la palanca de cambios.

La conducción del 503, en comparación con los autos actuales, requiere acostumbramiento. Sobre todo en las curvas: a pesar de tener una suspensión independiente, el BMW 503 da más la sensación de barco que de auto. Andar a 60 kilómetros por hora se siente como si fueran 120, y es casi inimaginable lo que se podría sentir si el auto alcanzara los 190 kilómetros que figuran en el tablero.

El techo corredizo y las ventanas se activan eléctricamente. Un verdadero lujo para la época.

Pero ni la belleza, ni sus cualidades deportivas o su equipamiento innovador alcanzaron para asegurarle al BMW 503 un éxito comercial. El precio era demasiado elevado, incluso para la Alemania en pleno milagro económico. Tampoco tuvo el éxito esperado la venta de este modelo de lujo en los Estados Unidos.

Según cifras del archivo de BMW, desde mayo de 1956 hasta el final de la producción en la primavera (boreal) de 1960 se entregaron solamente 412 unidades: 27 coupés y 139 descapotables.

Con los años, el 503 fue incrementando su valor de coleccionista, debido precisamente al bajo número de autos fabricados. Según el analista de mercado Classic, hace diez años el valor del cabriolet era de 154.000 euros (143.000 dólares), mientras que el precio actual se calcula en 270.000 euros (251.000 dólares). La coupé vale actualmente 190.000 euros (176.500 dólares).

Los modelos subsiguientes tampoco consiguieron sacar a BMW de la crisis financiera de aquel entonces. La marca alemana recién logró despuntar a partir de la serie del BMW 1500, que entró en el mercado en los años 60. Pero esa es otra historia.

FUENTE: Stefan Weißenborn (dpa)

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