El día que Lole Reutemann probó el Porsche 911 para Revista Parabrisas

Se trata de un Carrera 4 testeado en la edición de Junio de 1991 bajo el mando del ex piloto argentino de Fórmula 1. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

"Siempre consideré que los Porsche eran más que simples coches. Se trata casi de una filosofía que ha encontrado partidarios en todas partes del mundo". La cita del legendario Ferry Porsche merecía ser comprobada en el Carrera 4. Es el 911 mejor equilibrado, el que acabó con los defectos de sus míticos antecesores. Un auto "top". Un "superauto".

Cuando en el mes de febrero reiniciamos esta "nueva época" de test de autos extranjeros, dejamos en claro una serie de puntos referente a lo lejos que estamos de los autos de "ultima generación" y al compromiso profesional que este tipo de pruebas requiere frente a nuestros lectores. Así, recordamos el esfuerzo realizado con el Citroën BX 16v tratando de reunir la mayor cantidad de datos posibles y concretar la experiencia más completa al volante de dicho auto.

Luego vinieron el Alfa Romeo 164, el Peugeot 405 y el Nissan 1.8... Pero ésta de ahora es una entrega especial; diríamos que "de gala"... o de honor. Porque presentamos en nuestro país a este Porsche 911 Carrera 4 que es único en la Argentina pero que, por sobre todas las cosas, es uno de los mayores exponentes del mundo como auto deportivo; algo muy especial.

Porsche 911 Carrera 4

Nuestro trabajo consistió, además de sentarnos al volante del auto, en recopilar bibliografía sobre el mismo y también producir una nota acerca de la historia de los 25 años ya cumplidos por el 911. Recurrimos a opiniones y datos de libros y revistas extranjeras especializadas, como para que a esta entrega no le faltara nada. Intentamos ser consecuentes con el prestigio y la calidad del producto en cuestión. Un coche "bautizado" por el embelesado Reutemann como "la chica 10" y -ya en sus orígenes- por José Rosinski, colega de "Sport Auto", como un "gran auto rutero".

El 911 doble tracción está considerado hoy entre los tres mejores autos de serie del mundo, y en esta edición se lo brindamos a usted con la tranquilidad de haber realizado lo máximo posible a nuestro alcance en la Argentina. La idea es que lo disfrute como nosotros mismos lo sentimos.

A bordo

Antes de mirar el interior pausadamente desde afuera, asomando la cabeza por la ventanilla, como lo hacemos comúnmente con un auto que no conocemos de cerca, esta vez optamos por sentarnos directamente en el asiento del conductor y pasar allí el tiempo necesario para reconocer cada detalle. Rápidamente advertimos que a pesar de ser un coche deportivo y contar con cientos de elementos exteriores e interiores que así lo confirman, el habitáculo es "suntuoso", tapizado totalmente en cuero y con una terminación impecable en todo aspecto.

Observar el tablero requiere su tiempo porque sorprende al primer golpe de vista, pero también si uno va parcializandolo visualmente. Por supuesto que todo mantiene su estilo con esta línea Porsche nacida hace 25 años... El instrumental es todo con agujas, números muy grandes con una luz rojiza y tenue que combina con el aspecto general del interior.

Porsche 911 Carrera 4

Los comandos de las luces están a la izquierda del volante y sobre el panel, del mismo lado. Inclusive la perilla para regular las luces delanteras. En cambio las rompenieblas tienen los comandos hacia la derecha, arriba de la radio, junto al desempañador y al encendedor.

A la derecha del volante se encuentra, en la misma columna de dirección, el comando del limpiaparabrisas, de tres velocidades, incluidos en él los lavafaros delanteros. A la izquierda de la radio se halla el comando del climatizador, con su selector de temperatura.

El instrumental es completísimo, y como dijimos anteriormente, analógico, incluido el reloj. Luego está el volante, de excelente dimensión y "grip". Por supuesto que los levantacristales son eléctricos, como así también las regulaciones de los asientos, a los que se agrega un calefactor en cada uno de los mismos.

También la regulación de los espejos exteriores es mediante un sistema eléctrico, así como la traba de las puertas. Pero tiene otros detalles...: una alarma de serie, por ejemplo, mediante iodos que se accionan en forma automática cuando se cierran las puertas del auto, protegiendo puertas, capot, baúl y cristales. Simplemente, parece que todo está previsto.

Hasta aquí el relato de nuestro primer contacto, instalados en el puesto de conductor donde, observando el parabrisas, uno puede imaginar que está en la cabina de un Jumbo... por la forma de aquél y la curvatura del vidrio.

El placer de manejar

Sabíamos de antemano que este Carrera 4 aparecido en el mercado en 1988, es un auto de serie. También veníamos ya con la experiencia de haber probado otros importados que, realmente son muy distintos de nuestros autos de producción nacional. Pero así y todo, este Porsche nos pareció diferente a todos... Si bien es un coche de serie, sí, es un auto muy particular, como pocos.

Porsche 911 Carrera 4

Con grandes prestaciones pero gran confort y que transmite una sensación de seguridad total. Repasando los textos que encontramos de dicho producto, una de las consignas de la empresa dice: "El 911 Carrera 4 es para aquellos usuarios que creen que la conducción y el placer de conducir deben ser inseparables". Y realmente esto es lo que se logró con este producto de la investigación del Centro Weisach, en Alemania, donde Porsche realiza los estudios y pruebas más sofisticados.

El motor seis cilindros bóxer

Conducirlo en el tránsito de Buenos Aires resulta muy confortable. La pedalera y el sincronizado de la caja dieron algunas de las sensaciones distintas que experimentamos. El embrague es algo duro, seguramente a tono con lo deportivo, pero como "desconocido" para nuestras costumbres. El pedal de freno tiene la dureza ideal, siendo algo más duro que en el Citroën BX, mientras que el acelerador tiene la sensibilidad misma de un auto de carrera.

El selector de caja posee un tamaño y una forma ideales para la mano, pero lo realmente incomparable es la forma en que entra cada cambio. Parece que cada marcha fuera "encapsulada", porque en la misma sensibilidad que da la palanca se siente cómo va entrando cada una en forma precisa.

Porsche 911 Carrera 4

La conducción en ciudad es como la de cualquier otro auto. Tiene la particularidad de requerir -en nuestro poceado país- de un poco de cuidado por el despeje del piso; pero al mismo tiempo ofrece una ventaja muy importante; rápidamente se advierte estar al volante de un auténtico auto deportivo, que entrega su potencia cuando uno lo disponga, ante cualquier requerimiento de marcha. Por supuesto que es muy fácil desplazarse en el tránsito con este Porsche. Por su tamaño, reacción, frenos y seguridad, resulta muy cómodo y versátil.

Su especialidad

Distinta es la cosa cuando se pisa la ruta. El asfalto veloz es el terreno más propicio para el 911 Carrera 4. Nació para esto. Por tal razón se retocó la trompa en este modelo, haciéndola más redondeada, y con paragolpes integrados adelante y atrás. El objetivo fue mejorar su aerodinámica, alcanzando un Cx de 0.32.

Dicho efecto se refuerza con un spoiler trasero que se levanta con un motor eléctrico, cuando el auto alcanza los 80 km/h. Pero salvo este elemento aerodinámico, el resto de las pequeñas modificaciones resultan imperceptibles porque justamente se buscó mantener las características de sus predecesores.

Ya a altas velocidades, el andar es espectacular. A 200 km/h en lo derecho es muy difícil descubrir a que velocidad se viaja, si uno no controla el velocímetro. Además, tiene una serenidad total, propia de un auto de súper lujo, y la insonorización es muy buena. Desde el interior sólo se oye la aceleración del motor, ese silbido característico del "boxer" 6 cilindros.

Porsche 911 Carrera 4

Acelerarlo bruscamente obliga a estar atado como Dios manda, pero además a prepararse para sentir en la espalda lo seguro y mullido del respaldo. Si uno lo requiere de esta forma, el cimbronazo es tan importante que hasta pueden desacomodarse las piernas... Porque allí se siente la gran potencia del motor que, por supuesto, siempre responde, hasta llegar a las 7.000 rpm, donde el limitador corta la respuesta del impulsor.

Otra de las grandes virtudes, y seguramente la más elogiada del 911 Carrera 4, es cuando dobla, ya sea en las curvas rápidas o lentas. Sabido es que la gran deficiencia de los Porsche desde el nacimiento del 911, fue su equilibrio, por tratarse de un auto de gran potencia con motor y tracción trasera.

Por lo general sus antecesores se desacomodaban fácil si no se dosificaba lentamente la potencia. Pero con este Carrera 4 el cambio fue como del día a la noche.

Evidentemente los técnicos de Porsche abordaron el problema de la estabilidad con mucha profesionalidad. A tal punto que ahora el auto "asusta" por su eficacia... Sorprende por su neutralidad. Asombra por el equilibrio logrado, aun al llegar a ciertas potencias, en la tracción repartida un 61% atrás y un 29% adelante. Con este logro, el Carrera 4 permite realizar cualquier maniobra en lo rápido sin desacomodarse.

Porsche 911 Carrera 4

Este "nuevo" Porsche sólo requiere cuidado en llevar el volante muy firme y el acelerador en la medida justa, aunque se encare una curva a 200 km/h. Porque además de las soluciones encontradas, posee un dispositivo computarizado que dosifica y distribuye la tracción de acuerdo con el apoyo de cada rueda, mediante un sistema hidráulico a partir de un diferencial intermedio. Este adelanto es un invento de Porsche, y los modelos Carrera 4 son los primeros autos de serie del mundo que lucen semejante alarde tecnológico.

Prácticamente el principio de este sistema es similar al del antibloqueo ABS y además utiliza algunos elementos del de frenos para nutrirse de dicha información; por ejemplo, los sensores del ABS. Por otra parte se comprobó, a raíz de estudios realizados en Porsche y por la experiencia de la marca en la París Dakar, que la tracción adicional en el eje delantero mejoró considerablemente la propulsión.

Sin duda, hemos trabajado con un auto de máxima ingeniería, que por lejos supera en comportamiento a todos los demás Porsche de serie. Un fenómeno en todo sentido, cuya historia ya se constituye en leyenda. Y esta versión Carrera 4 marcará otra página brillante de los 25 años de un modelo que, como el 911, se ha propuesto ser supremo.

¿No habrá "ninguna" igual?...

En síntesis, manejar un auto de estas características, además de hacerlo con el mayor respeto profesional, requirió repasar toda la historia -desde su creación y a través de su reactualización técnica- del 911, y parte de la extensa bibliografía escrita por los más experimentados colegas de todo el mundo. Creímos que sería la mejor manera de sentir miles de sensaciones que nunca antes habíamos experimentado, por tratarse de uno de los modelos "top" en autos de serie, del planeta.

Por Jorge Fernández Morano, Carlos Alberto Reutemann y el equipo PARABRISAS de road test
Fotos: Juano Fernández

El análisis de Carlos Reutemann
¡Esta es la "chica 10"!

Para comenzar quiero aclarar que la marca Porsche siempre fue una de mis preferidas en relación con el automóvil; digamos algo así como una debilidad. De todas maneras pretendo, y debo, ser objetivo con este monstruo del cual hay mucho para destacar y elogiar porque, para mí, es "el auto", lo máximo que he manejado, dejando perfectamente aclarado que todavía no pude subirme a una Ferrari F-40, aunque este punto pienso tocarlo luego en el desarrollo del análisis.

Porsche 911 Carrera 4

Como se trata de un coche tan especial preferí, en esta oportunidad, no atarme a las características de las pruebas que venimos haciendo habitualmente en PARABRISAS, e ir comentando libremente cuestiones que me parecen fundamentales del 911 Carrera 4. Su línea es muy típica y tradicional, desde su mismo nacimiento hace 25 años.

A lo largo de este período, todos los fabricantes de automóviles a las principales marcas del mundo fueron cambiando hacia otras soluciones técnicas y de diseño, pero Porsche se mantuvo en la misma de siempre, adoptando sólo pequeñas modificaciones en la búsqueda de superar inconvenientes que fueron apareciendo en determinados modelos.

Al subir al auto se siente una agradable sensación de seguridad y confianza. Yo, que conozco muy bien este coche porque ya lo había manejado en Europa y además, siempre me intereso por leer todo lo que aparece de Porsche en cualquier revista que me llega desde el exterior, puedo asegurarles que este Porsche 911 Carrera 4 es un auto perfecto.

Porsche 911 Carrera 4

En lo que hace al habitáculo, no encuentro nada que desentone. La posición de manejo ideal. La butaca, perfecta. El tablero es impecable, y resulta aún sorprendente al tonalidad de la luz rojiza de los instrumentos... Hasta es muy particular el olor a cuero que uno percibe con facilidad cuando se sienta.

Siguiendo con detalles sorprendentes, les cuento que los comandos son excepcionales. El pedal de freno tiene la dureza adecuada, el embrague también, y el acelerador, la sensibilidad justa. A tal punto que recurrí a mis "archivadas" botitas de cuando corría, porque es un aparato que hay que sentirlo en cada parte vital del cuerpo.

Una vez instalado y sintiendo ya el motor en marcha con ese silbido tan característico del Porsche cuando uno lo acelera, se inicia una segunda parte de sensaciones fantásticas. Porque la caja de cambios es perfecta y uno hasta siente en la mano como funcionan los mecanismos más importantes.

Y fue a partir de empezar a manejarlo que sentí una gran seguridad, porque yo también conozco como fue construido. Por ejemplo, sé que arriba de los zócalos tiene unos paneles especiales que están colocados ahí de determinada manera y con una forma adecuada para resistir un choque importante, protegiendo a los pasajeros...

Tracción en las cuatro ruedas: un tema clave

Indiscutiblemente este Porsche 911 Carrera 4 es el máximo exponente de la marca, en cuanto a autos de serie. Precisamente por la solución de la tracción integral, al superar así algunas falencias y problemas que han mostrado otros modelos en lo direccional y en la falta de un equilibrio justo de todo un auto.

Resultaba evidente que con tracción convencional únicamente, el auto era muy difícil de equilibrar, porque la mayoría del peso estaba en la parte posterior. Fue así como presentaban problemas a velocidades de 120 / 130 km/h, en tercera velocidad, con piso mojado, girando en curvas rápidas o lentas... Era necesario administrar muy bien la fuerza porque si uno se pasaba de potencia, el auto salía disparado para cualquier lado.

Fue justamente con la tracción integral (30% adelante y 70% atrás) como se logró equilibrarlo totalmente. Convertirlo en un auto neutro, confiable, seguro desde todo punto de vista. Un coche ideal para crucerear en ruta apta a 220 / 230 km/h sin ningún tipo de problemas. Un auto que sin ser fuera de serie, tiene prestaciones deportivas excepcionales porque, justamente, ahora es un "monstruo" muy bien equilibrado.

Porsche 911 Carrera 4

 

Finalmente la gente de Porsche ha logrado lo que tanto trabajo le llevó. Y en relación con esto, recuerdo algunos conceptos que me explicaron en la fábrica de aviones Northrop, en los Estados Unidos, y que tiene mucho que ver con esto. Ellos aseguraban que al diseñar y construir un avión de cualquier tipo, había que llegar a un equilibrio exacto en todas sus prestaciones.

Tomando como ejemplo un avión de guerra, decían que no se podía pensar en un avión con un tremendo poder de fuego pero que se descompensara o que ofreciera flancos débiles en velocidad para escapar de una situación comprometida. Un buen avión es el que llega a combinar buena carga de pertrechos, buen poder de fuego, velocidad y ductilidad para llegar a un combate o escapar del mismo, además de ser apropiado para despegar y aterrizar en diversos tipos de terreno.

La anécdota sirve porque estoy convencido de que la misma teoría es aplicable al automóvil. Y en el caso del Porsche, creo que se ha logrado esto: un equilibrio justo. El auto tiene excelente aceleración, frenos, velocidad, maniobrabilidad, seguridad y una serie de otros ítems importantes. Aunque, seguramente los habrá más rápidos en velocidad final o mejores en algunos otros rubros.

Pero en el balance general, cerrando un círculo completo, veo que es el mejor auto por su equilibrio total. Algo similar a lo que pasaba en Fórmula 1 cuando yo corría: si uno lograba poner el auto a punto, justamente equilibrado, quizá no hiciera la "pole" en clasificación pero, de no pasar nada raro en carrera, seguro que estaba en el podio y hasta podía ganar.

Un auto para exigentes

Quiero destacar que si bien este coche no está hecho para pilotos de carreras, sus propietarios o conductores deben ser usuarios muy particulares. Es un auto ideal para alguien al que le guste mucho manejar y que quiera mucho al automóvil. En todos los años que viví en Europa, nunca vi un Porsche descuidado.

Hasta los más viejos, de la década del ´60, muestran un estado que va de bueno a impecable. Para eso es preciso amar al automóvil, gustar de manejar un aparato con prestaciones deportivas, y tener el suficiente dinero para comprarlo y mantenerlo.

Porsche 911 Carrera 4

Pues el propietario del Porsche prácticamente tiene una joya en materia de ingeniería, diseñada y construida por gente muy seria y con mucha experiencia. Si yo tuviera uno, creo que lo tendría guardado en mi garaje y apenas lo pondría en marcha para mirarlo, porque me resulta algo espectacular. Para compararlo con algo, creo que tener un Porsche para un automovilista de ley, es como tocar el cielo con las manos...

También quiero dejar bien sentado que, a pesar de ser estándar, es un auto deportivo para dos personas y con grandes prestaciones. Un auto que acelera que es un espanto, pero que, a pesar de su potencia, tiene gran suavidad y serenidad de marcha. Que tiene una excelente estabilidad y unos frenos "diez puntos". Un coche que permite zigzaguear de una banquina a la otra a 200 km/h sin el mínimo peligro de que reaccione de acuerdo con algo no establecido.

Es lógico que, como todo auto, tiene su límite, pero sabiéndolo llevar es un coche fantástico. Sin vicios, totalmente neutro. Para hacer un viaje largo dos personas, resulta ideal porque es cómodo y rápido.

A la hora de comparar

De los autos de serie ya dije que para mi era el "10". Ahora, existen otros dos productos en el mundo para traer a colación, aunque creo que no se pueden comparar.

El primero es el Porsche 959, al que también conocí en Europa, pero que es un prototipo y no un auto de serie. Lógicamente con mayor performance que este 911, pero un fuera de serie...

Porsche 911 Carrera 4

El otro es la Ferrari F-40, auto que todavía no pude manejar. De todas maneras, tampoco es un auto tan de serie como el Porsche... La Ferrari tiene fibra de carbono y distintas soluciones muy particulares, además de una aerodinamia más sofisticada. Sin embargo, conociendo la idiosincrasia de Maranello y haciendo un juicio a priori, me imagino que son autos muy distintos y que en definitiva me seguiré quedando con el Porsche.

Quizá la Ferrari tenga mayor velocidad final, mayor aceleración... Pero en el conjunto, seguro que el Porsche aparece como el mejor equilibrado. Para dar un ejemplo, acaso la Ferrari le gane una carrera en una corta distancia o un trazado veloz, pero si los ponés en un circuito rutero de Córdoba, donde haya que doblar, frenar, acelerar, creo que gana el Porsche en la comparación global. Eso es lo que importa.

Otros datos

Motor: 3.6 con seis cilindros opuestos y 250 CV

Transmisión: Manual de cinco marchas

Velocidad máxima: 263 km/h

Aceleración 0-100 km/h: 6,2 segundos

Distancia de frenado a 100 km/h: 37,6 metros

Consumo en ruta a 90 km/h: 11 km/l

Consumo en ciudad: 7 km/l