Desconfíe del Charade GTti: su inocente apariencia esconde un motor de sólo 1.000 cm3, con turbo y 101 CV que lo llevan a más de 180 km/h.
Este Dahiatsu Chatade GTti fue una de las combinaciones más explosivas que llevamos a nuestra pista. La fábrica nipona tomó el motor más inocente que tenía -tres cilindros, 1000 cm3, monoárbol, tres válvulas por cilindro y carburador- y le adaptó una tapa de cilindros de doble árbol y cuatro válvulas por cilindro, inyección electrónica y... turbo con intercooler.
El cordero se convirtió en lobo, pasando de 52 a nada menos que 101 CV. Lo que hizo que este Daihatsu sea uno de los pocos autos de serie del mundo cuya potencia específica supera los 100 CV / litro (exactamente 101,7). Su performance fue acorde a este despliegue tecnológico que cambió el espíritu del Charade.
La aceleración de 0 a 100 km/h pasó de 14 a 8.5 segundos. La velocidad máxima, de 145 a más de 180 km/h. Y el consumo a 100 km/h de 19.2 km/l en la versión normal a 15.4 km/l en el temperamental GTti. El Charade es un tranquilo auto de paseo hasta que en el tablero se enciende la luz verde que indica que el turbo está acoplado. A pesar de que la presión a la cual está regulado el turbocompresor IHI es de sólo 0.75 bar, la diferencia hace olvidar que tiene un motor de menos de 1.000 cm3. Este inocente y simpático japonés, se convierte en lo más parecido al tren homónimo.
A pesar del aspecto original, hay detalles externos que sugieren que el Charade GTti no es un vehículo tranquilo. La vistosa franja lateral que reza Twin Camo 12 Valves Turbo GTti, anticipa de que se trata. La doble salida de escape, un pequeño alerón deflector en el borde de fuga del techo y las llantas deportivas, definen la personalización deportiva.
Por lo demás, este Charade mantiene inalterable la simpatía del modelo original, por estilo y tamaño. La trompa es lanzada, corta y baja con parrilla y faros chatos y un gran babero. Visto de perfil, el concepto gana con su cola tipo hatch, su reducido tamaño y las ventanillas generosas. De atrás, se destaca la luneta amplia, las luces chatas y el paragolpes muy bien integrado.
El confort interior es bueno. Los ocupantes delanteros van cómodamente instalados. Por espacio y porque las butacas son muy anatómicas. Los ocupantes traseros no están penalizados a pesar del tamaño del auto y del hecho de contar con dos puertas que, dicho sea de paso, permiten acceso cómodo al interior. Sin embargo, hay poca distancia entre las cabezas de los ocupantes y el techo.
El instrumental tiene dos grandes relojes -cuentavueltas y cuentakilómetros- y dos más pequeños con temperatura de motor y marcador de combustible. Son bien visibles, siempre y cuando el reflejo del sol sobre el plástico que los protege no sea muy directo. Lo mismo sucede con el indicador digital de la radio, que no se puede leer cuando los rayos del sol lo flanquean.
El funcionamiento de la radio es impecable, lo propio sucede con el AC, las teclas de los elevacristales eléctricos son poco anatómicas, la guantera es pequeña y hace ruido la tapa interna que cubre el techo solar -con apertura eléctrica-.
En la ciudad, debe haber muy pocos autos más ágiles que este. Aunque sin dirección asistida, su bajo peso -810 kg- es la clave al respecto. Lo que sumado a la elasticidad del motor y a una caja muy bien relacionada, lo convierten en un scalextric. En la ruta, es inceríblemente estable a pesar de su corta distancia entre ejes. Ayuda mucho la suspensión que es bastante firme aunque, como contrapartida, hace que copie bastante las irregularidades del suelo. Transita alegremente y con sensación de seguridad en las curvas veloces.
La visibilidad es impecable, los retrovisores eléctricos son muy buenos. El Charade GTti frena en valores normales para un auto de su tipo, aunque lo hace muy progresivamente. Los frenos, de disco en las cuatro ruedas, con los de adelante ventilados, no presentaron falencias bajo pisos irregulares y aún siendo exigidos.
El comportamiento de los cinturones regulables e inerciales, así como su adaptación al cuerpo, resultó muy bueno. Las luces son estupendas, tanto en el aspecto iluminación como en la precisión del enfoque.
El Daihatsu Charade GTti no es un auto para cualquiera, pero tiene su público. Las ventas indican que ya son numerosos los que pagaron más de u$s 21.000 por salir a la calle o a la ruta con este bólido de 101 CV y poco más de 800 kilos. Seguramente, habrán encontrado lo que buscaban con este Charade GTti.
Por: Ricardo Delgado
Fotos: Juano Fernández
OTROS DATOS
Motor: 1.0 con tres cilindros en línea con turbo y 101 CV
Transmisión: Manual de cinco marchas
Velocidad máxima: 183,5 km/h
Aceleración 0-100 km/h: 8,56 segundos
Distancia de frenado a 100 km/h: 43,4 metros
Consumo en ruta a 100 km/h: 15,4 km/l
Consumo en ciudad: 13,2 km/l