Estimado ingeniero...

En ca­da pre­gun­ta, un pro­ble­ma o una in­quie­tud que bien po­dría ser tu­ya. Y en ca­da res­pues­ta, la so­lu­ción o el con­se­jo que te ayu­da­rá a me­jo­rar tu vida… y la de tu au­to.

Redacción Parabrisas

…  necesito su orientación para resolver un problema técnico, esperanzado en que pueda indicarme a quién recurrir. Se trata de lo usted llamaría “un injerto” (sé que es enemigo de estas cosas), pero ya lo llevé a cabo. Tengo una camioneta Nissan Patrol, japonesa, del año 1999, con la cual tuve innumerables inconvenientes. Utiliza un motor nuevo, 2,8 TDI de seis cilindros, al cual le cambié la bomba inyectora; más tarde le hice el motor completo con piezas originales, pero inmediatamente se rompió. Opté, entonces, por buscar un motor de otra marca y conseguí, a través de una compañía de seguros, un International 3.0 que, entiendo, utiliza la Ford Ranger 2010; hace más de un año que lo instalé pero nadie lo puede hacer funcionar. Me enteré que la ECU de ese motor no permite que sea desbloqueado y la compañía de seguros lo entrega sin las llaves originales. Mientras tanto, ya pasó por tres talleres distintos:  hicieron llaves, etc., pero ninguno supo cómo resolver el tema. La consulta es si a través suyo puedo conectarme con alguna persona de Ford Argentina, para que me indique si es posible conseguir una ECU virgen, para que (estimo) pueda hacer andar este motor. Saludos cordiales.

Pablo

Lamento no poder ayudarlo. Ocurre que legalmente nadie le va a proveer una ECU “virgen”, dado que en manos de los “pícaros” podría terminar en llaves capaces de poner en marcha cualquier vehículo independientemente de todas las alarmas e impedimentos que pueda tener la original. O, lo que es peor, en algunos casos los inyectores responden a un código que está integrado en las ECU y deben ser solicitados especificando el número de la unidad para que sean programados por el proveedor. Habitualmente esos motores como el que usted compró sirven como fuente de repuestos, pero en muchos casos resulta casi imposible ponerlos en marcha. Es una falta de ética comercial que quienes se lo vendieron no se lo hayan advertido. Sé de la existencia en el mercado clandestino de quienes se ocupan de esos “temas”, pero yo ni me acercaría a ellos. Cuidado, porque le pueden ofrecer sus “servicios”.

Saludos.

… en uno de sus espacio editoriales escuché atentamente su exposición sobre los problemas que ocasiona un combustible con indice RON inferior al recomendado para un motor. Luego de ver y escuchar la nota, se me generó una inquietud. Por este motivo, le consulto para ver si mis sospechas resultan fundadas. Resulta que mi padre tiene un Alfa Romeo 33. Auto que compró cero kilómetro, que funcionaba de manera magnífica y se le hacían todos los mantenimientos incluso antes de lo recomendado. A fines del año pasado hizo un viaje a San Luis. En dicho viaje tuvo bastantes problemas para conseguir nafta. A la vuelta, llegando a casa empezó a hacer un golpe el motor. Inmediatamente lo detuvo. Cuando lo desarmamos, encontramos que uno de los cojinetes de biela había laminado la capa antifricción liberándola hacia los costados en forma de escamas. Lo inquietante de esto es que el motor venía marchando a temperatura normal, no consumía aceite, el nivel estaba correcto. Es más, antes de salir de viaje, se le hizo el cambio de aceite y filtro, con filtro original y aceite de buena calidad. Los cambios de aceite siempre se le hicieron apenas sobrepasando los 5.000 kilómetros y reemplazando el filtro también. Salvo el problema en una de las bielas, todo lo demás estaba impecable. Todas las partes de fricción, al medirlas, caían dentro de las tolerancias que indica el manual de taller. Incluso en los cilindros se podía ver claramente el bruñido. Consultando con diferentes mecánicos y algunos entendidos, nadie pudo encontrar una causa contundente sobre lo que ocurrió. Escuchándolo acerca de las posibles consecuencias de la nafta con bajo índice de octanos, mencionó el daño a los cojinetes de biela originados por la detonación del combustible. Mi pregunta es la siguiente: ¿pudo haber ocasionado el daño en el cojinete el combustible de mala calidad?

Atentamente.

César Constantino Colomba Vicini

Efectivamente, César, una de las consecuencias posibles de la detonación en el tiempo es la destrucción del cojinete de biela por fatiga. Normalmente siempre hay un cilindro que es más proclive a detonar que el resto, y algún componente de ese cilindro suele terminar severamente afectado. Hubiese sido interesante observar el primer inter-aro del pistón correspondiente a ese cojinete, porque si se trata de detonación suele aparecer en esa zona un “picado” similar al de un “arenado” o “blasting”, debido precisamente a la detonación. Lamentablemente, y sumado a los problemas de las petroleras con sus cambios de especificaciones y calidades, muchas veces se agrega la irresponsabilidad de algunas estaciones de servicio que “bautizan” sus combustibles para mejorar sus ingresos. Desafortunadamente la única forma de saber si el combustible es o no apto es mediante un análisis físico químico estableciendo el RON, el MON, la curva de destilación y varios otros parámetros. Espero haber aportado para resolver su inquietud.

Lo saludo y le mando un abrazo.

… mi consulta es con respecto al tipo de lámparas de luz blanca que se venden. Quería saber si son realmente de mejor rendimiento que las de luz amarilla suministradas por fabrica, ya que me dan la sensación de que encandilan mucho más. Tengo un Volkswagen Golf modelo 2009. Muchas gracias.

Carlos Ravetta

Estando las luces correctamente alineadas no hay razón para encandilar, se trate de la luz que sea. Si la potencia de las luces “blancas” es similar a la de las originales (no superior) no debería tener problemas con la instalación eléctrica; caso contrario deberá recurrir a una instalación “paralela”. Ocurre también que a igualdad de potencia la sensibilidad del ojo humano a la luz que denominamos como “blanca” es mayor que la denominada “amarilla”, y de allí surge la imagen de una mayor potencia lumínica.

Saludos.

… mi consulta es por el tema del “downsizing” de motores, que está tan de moda. Hace poco en esta revista hicieron un comparativo Renault Latitude versus Ford Mondeo. El primero tiene un motor 3.5 V6 de 240 CV y el segundo un 2.0 de cuatro cilindros en línea, con turbo, también de 240 CV. En la comparación de rendimientos  resultó que el Latitude tenía un consumo promedio de 10,7 km/l, y el Mondeo 13 km/l, cosa que resulta lógica. Lo mismo para el 2.0 TDI de la Volkswagen Amarok, o los motores 1.6 de PSA, de 200 CV.  El hecho de sacar tanta potencia de motores de cilindrada baja, ¿influye en la vida útil? De ser así, ¿en qué porcentaje la vida útil del motor? ¿Cuándo se hacen los comparativos no se debería aclarar “consume menos, pero dura menos”? Espero su opinión. Un abrazo.

Danilo Raúl Lorefice

El advenimiento generalizado de los turbocompresores cambió para siempre el concepto de que eran necesarias cilindradas importantes para obtener buen par y buena potencia. El punto que hace a la vida de los motores con concepto “downsizing” (literalmente de achicar dimensiones y obviamente la cilindrada) pasa principalmente en respetar a ultranza la calidad de combustibles, de lubricantes y de especificaciones establecidas por el fabricante. Todas las terminales validan sus productos antes de lanzarlos al mercado sometiéndolos a ensayos de vida más o menos exigentes de acuerdo con la aplicación para la que será comercializada la unidad. Ningún fabricante responsable se atrevería a lanzar al mercado un motor que no cumpla con las expectativas de vida esperadas para la franja de producto correspondiente. Si bien es cierto que en algún caso una terminal no fue suficientemente clara en lo referente a qué tipo de combustible debía usarse, omitió mencionar con qué combustible había sido validado el motor en el país de origen, y ejecutó breves pruebas con combustible local (Diesel) convencional sin inconvenientes, en el uso intensivo efectivamente podrá tener problemas. Al margen de excepciones como la citada reitero que no existen razones técnicas para suponer que los motores de menor cilindrada, debidamente validados y atendidos, puedan tener menor vida que sus predecesores de igual potencia y mayor cubicaje.

Saludos.

En la edición número 404 de la revista Parabrisas en su columna de preguntas y respuestas, le contestó al señor Claudio Rasia sobre una reparación a un motor Diesel de última generación. Me pareció que su respuesta fue muy imprudente, calculo que por falta de conocimientos y no por mala fe, al decir que le “están tomando el pelo con los costos”. Usted sabe muy bien que en cualquier motor moderno que sufre un recalentamiento es necesario cambiar cantidad de repuestos (tapa de cilindros, juego de inyectores common rail o su tobera, subconjuntos, encamisar block si se puede, etc.). Para dar un pequeño ejemplo, en un Renault Clio II cuyo precio de venta puede rondar entre los 30.000 y 45.000 peso, el juego de inyectores common rail vale 12.000 pesos, una “ganga” para un autito que lo compra un obrero con sacrificio. Y ni hablar si nos referimos a una tapa de cilindros y  los demás repuestos que enumeramos antes. Pero en esta ecuación nos olvidamos de un pequeño detalle: ¿el mecánico o el rectificador dónde aparecen? En nuestro caso que tenemos empleados en blanco, cumpliendo con todas las obligaciones que impone la ley, nuestra mano de obra tiene que estar en los 70 pesos más IVA la hora para poder tener el negocio en funcionamiento (lejos de los  130 o  150 pesos que cobra una agencia oficial). Si calculamos sacar el motor, desarmar, rectificar, controlar inyección, volver a ensamblar, colocar en el vehículo, y que todo funcione sobre ruedas y sin sobresaltos, ¿cuánto cuesta para la gente ese trabajo? Me parece que mi reclamo ya está claro y le agradezco que nos de la oportunidad de poder hacer descargos en sus  columnas.

Muchos saludos.

Maximiliano Corradi, Totoras, Santa Fe

Voy a omitir (por ahora) responder a su misiva en lo técnico. En cambio y dado que usted menciona mi imprudencia y falta de conocimientos, le agradeceré tenga la gentileza de mencionar cuáles son sus “ítulos y honores” que le permiten juzgarme tan severamente. Si tiene razón, lo aceptaré humildemente, pero de lo contrario será usted el de falta de conocimientos y la imprudencia. Salvo que sea usted el que le pasó los costos al implicado, en cuyo caso no se trataría de conocimientos ni de imprudencias; sería intereses económicos personales, tema que no es para nada de mi incumbencia.

Saludos.

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