El Gran Premio de Canadá vuelve a escena con toda la emoción característica del Circuito Gilles Villeneuve, un trazado semipermanente ubicado en la isla artificial de Notre-Dame, sobre el río San Lorenzo, en pleno corazón de Montreal. Rodeado de naturaleza y con una rica historia en la Fórmula 1, este circuito es uno de los más esperados por pilotos y fanáticos.
Con una longitud de 4.300 metros y un total de 14 curvas, el trazado canadiense se destaca por su dinámica con largas rectas seguidas de fuertes frenadas y chicanas exigentes. Esta configuración pone a prueba la tracción, la estabilidad en frenada y la precisión en el paso por curva.
La baja carga aerodinámica es otra particularidad clave de este circuito. Gracias a ella, los monoplazas alcanzan velocidades máximas cercanas a los 350 km/h, especialmente en la recta entre las curvas 12 y 13, mientras que la velocidad media por vuelta ronda los 210 km/h. Este equilibrio entre zonas rápidas y técnicas convierte a Montreal en uno de los trazados más completos y desafiantes del calendario.
El sector más icónico, sin dudas, es el célebre Muro de los Campeones, situado al final de la vuelta tras la chicana de las curvas 13 y 14. Este "paredón" se ganó su nombre en 1999, cuando tres campeones del mundo (Damon Hill, Michael Schumacher y Jacques Villeneuve) se estrellaron allí durante la misma carrera. Desde entonces, otras figuras como Jenson Button, Nico Rosberg y Sebastian Vettel también cayeron en la trampa.
La historia del GP canadiense comenzó en 1967, con la victoria de Jack Brabham al volante de un Brabham BT24. A lo largo de los años, el circuito ha sido escenario de grandes momentos de la Fórmula 1. El récord de vuelta actual lo ostenta Sebastian Vettel con Ferrari, con un tiempo de 1:10.240 registrado en 2019.
Este año, los pilotos deberán completar 70 vueltas para recorrer un total de 305,270 kilómetros, en una carrera que exige concentración total, talento al volante y respeto por un trazado que no da margen de error.
En el caso de Franco Colapinto será uno de los trayectos más desafiantes del circuito, ya que luego de los problemas de Alpine deberá conducir sin demasiados sobresaltos en una pista que cuenta con varios "peligros".
