Durante los últimos años, algunas automotrices vienen "amenazando" con el desembarco de sus modelos eléctricos en el mercado argentino. Hasta la china Dongfeng anunció sus intenciones de producirlos en el país.
Sin embargo, esta expresión de deseo de algunos fabricantes se fue diluyendo por distintos motivos, principalmente por la nula infraestructura, la falta de incentivos fiscales para esta clase de vehículos y la incertidumbre lógica de cómo responderán los consumidores ante esta tecnología.
Más allá de estos atenuantes, tarde o temprano comenzaríamos a ver autos eléctricos por nuestras calles. Y la encargada de marcar ese hito será Renault, con la llegada del Kangoo Z.E. (Zero Emissions), modelo que será presentado a comienzos de 2018 y oficiará, de alguna manera, como “conejito de Indias” para que otras terminales se animen a participar en este nuevo nicho del mercado argentino.
Herramienta de trabajo
En 2014 Renault había anunciado que pronto comenzaría a vender el Kangoo eléctrico en nuestro país. Sin embargo, el trámite de homologación y los procesos de comercialización se demoraron tanto, que la marca del rombo optó por esperar un poco más y traer la evolución del modelo presentado en Europa a fines del año pasado, el cual cuenta con un sutil rediseño y una mejora en el rendimiento de sus baterías.
Está desarrollado y fabricado en Francia sobre la segunda generación de Kangoo (que nunca se vendió en nuestro país) por eso nada tiene que ver su arquitectura con el modelo que se produce en Santa Isabel (Córdoba) desde hace más de una década.
En principio, sólo se ofrecerá con la configuración de furgón, cuya carrocería mide 4,2 metros de largo, 2,1 m de ancho y 1,8 m de alto, mientras que su distancia entre ejes es de 2,6 metros.
La capacidad de carga es de 650 kilogramos y se puede acceder al espacio de almacenamiento a través del portón trasero de doble hoja o la puerta corrediza ubicada del lado derecho: aquí pierde un poco de versatilidad, ya que al tratarse de un vehículo de trabajo ameritaría una puerta del lado izquierdo para poder acceder desde ambos laterales.
Hay que mencionar que el habitáculo cuenta con una destacable aislación acústica. Claro que la ausencia de motor a explosión es clave, pero tampoco llegan al interior ruidos aerodinámicos ni de rodamiento. Además, el habitáculo (para dos ocupantes) está separado de la zona de carga mediante una estructura metálica que logra destacada estanqueidad a pesar de que dispone de una superficie vidriada para poder monitorear la eventual mercadería transportada.
Calidad y terminaciones son buenas, aunque no hay materiales blandos. Sobre la consola central se aloja una pantalla que, además de navegador y central multimedia ofrece mucha información acerca del rendimiento de la energía del sistema de propulsión. Asimismo, el tablero de instrumentos dispone de un velocímetro convencional, al mismo tiempo que ofrece un indicador de aguja para el nivel de carga de las baterías y otro que muestra en tiempo real la cantidad que energía que estamos solicitando en función de la posición del acelerador.
En marcha
Para muchos escépticos el desempeño del motor puede ser el ítem más cuestionable de un auto eléctrico. Hay que aclarar que la versión que llegará a nuestro país equipa un impulsor de 60 CV de potencia cuyas baterías de iones de litio (desarrolladas en conjunto con LG) ahora cuentan con 33 kW/h de capacidad de carga.
Esto quiere decir que, según la normativa europea NEDC (por sus siglas en inglés), el Kangoo Z.E. está homologado para recorrer 270 kilómetros con una sola carga (170 kilómetros el antecesor), aunque en condiciones normales de uso ese rango cae hasta los 200 kilómetros.
De nuestro recorrido por la ciudad de París y sus alrededores, destacamos la buena respuesta de este impulsor en el ámbito urbano, donde sus 22,9 kgm de torque están disponibles “desde cero”. Sin duda un aspecto relevante para un vehículo de trabajo, el cual probamos con un pallet de 250 kilos dentro del espacio de carga.
La reacción que muestra en ciudad decae a medida que se incrementa la velocidad. Si bien para acelerar de 0 a 50 km/h reacciona en 5,2 segundos, para pasar de “cero a cien” surgen las limitaciones con unos exagerados 20 segundos.
Cabe destacar que el Kangoo eléctrico es un poco más pesado que la versión convencional que se vende en la Argentina. Eso se debe, principalmente, al paquete de baterías ubicado debajo del piso y entre ambos ejes. Si bien es cierto que debe mover más peso y le resta vigorosidad en ruta, esta característica le otorga un centro de gravedad bajo y con el consiguiente mayor aplomo en su comportamiento dinámico.
La velocidad máxima está limitada a 130 km/h y, como todo vehículo eléctrico, su andar es extremadamente silencioso y la desaceleración (por la recuperación de energía del frenado) es notable. Utiliza una caja automática de una sola marcha.
Cuenta regresiva
El sistema de recarga de las baterías también recibió mejoras respecto de su antecesor. A partir de este año, el “Z.E.” ofrece un cargador de pared denominado WallBox (de 7 kW) que permite realizar la recarga completa de las baterías en solo seis horas: en un tomacorriente convencional de una red eléctrica doméstica, este procedimiento puede demandar hasta 15 horas.
La buena noticia es que el WallBox (provisto por la empresa Enel) y su instalación (donde indique el cliente), estará incluido en el precio del vehículo, cuyo lanzamiento en nuestro país está previsto para comienzos de 2018.
La estrategia de ventas del rombo estará focalizada en flotas y, eventualmente, a clientes particulares. Si bien no hay precisiones, se sabe que el precio del Kangoo Z.E. será superior a los 600 mil pesos, es decir, el doble de lo que cuesta actualmente el Kangoo tope de gama con motor naftero.
Sin duda un costo elevado para una tecnología sin antecedentes en nuestra región, aunque desde la marca del rombo hacen hincapié en el económico mantenimiento de esta clase de vehículos (junto a la ausencia de carga de combustible y service) que supone un bajo costo operativo.
Más allá de eso, la clave de los autos eléctricos en nuestro país recaerá en los beneficios impositivos que el gobierno nacional pudiera anunciar (como sucede en Europa), logrando así un escenario que les permita competir con sus pares con motor a combustión casi en igualdad de condiciones.
De ser positivos los resultados del primer auto eléctrico de serie en el país, Renault tiene previsto ampliar su gama “verde” con el Zoe (compacto con 400 kilómetros de autonomía) y el Twizy, un curioso biplaza que se encuentra a la espera de cambios en su homologación, para poder ser utilizado como auto de calle.