¿Todos los offroads son todoterreno?

Los SUV, a simple vista, son idénticos a los tradicionales 4X4, pero fueron creados bajo un concepto diferente. Qué tener en cuenta. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

En los últimos 20 años, el segmento automotor que más creció a nivel mundial es el de los SUV. A simple vista, son idénticos a los tradicionales 4X4, pero fueron creados bajo la idea de un concepto más moderno, adaptados para la ciudad y con un costo más bajo que aquellos. Entonces, es inmediato preguntarse si todos los vehículos así son todoterrenos y si a todos los podemos llevar a hacer turismo aventura.

En principio, si cuenta con tracción integral, sí, pero no todo se remite a la fuerza de sus ejes. Podríamos diferenciar cuatro tipos de vehículos en esta categoría. Los tradicionales 4X4 (caso del Jeep, originario del segmento, o el extinto Land Rover Defender), los Sport Utility Vehicle (el padre fue la Ford EcoSport, pero hoy hay cientos), las pick ups (en la Argentina y los EE.UU. tienen un mercado muy grande y destacan muchas), y finalmente los autos con empuje en las cuatro ruedas, aunque por el momento este último producto lo descartaremos, ya que seguramente nadie querrá llevar su Audi R8 o su Ferrari GTC4 Lusso a hacer un vado o escalar una duna.

Los todoterrenos históricos, así como las pick ups (vienen 4X4 y 4X2), son vehículos de mucha robustez y que hoy se arman monocascos, sin perder esa fuerza estructural que los caracteriza. Fueron concebidos para desempeñarse en cualquier tipo de piso,

por eso su fuerza motora no se concentra en un eje, sino que se reparte en sus cuatro neumáticos gracias a tres detalles técnicos.

Como primera diferencia con los SUV, los 4X4 de siempre tienen una caja reductora, destinada a aplicar toda la potencia en marchas bajas repartida en cada tren y así aprovechar la tracción integral. Precisamente, otro detalle es el bloqueo de diferencial, por el cual las ruedas del eje quedan “trabadas” y ambas giran a la misma velocidad y en el mismo sentido, e independientemente de su apoyo. La fuerza de movimiento es pareja.

Y en relación a este último punto, la suspensión es un aspecto fundamental, ya que en los clásicos offroads son independientes en el tren trasero. Esto da lugar a que cada rueda opere por separado y se adapte circunstancialmente al relieve y no deje de traccionar. Por otra parte, para que esto surta efecto, la carrocería es más alta, y los ángulos de ataque y salida (bajo la parrilla y el baúl) bien marcados para pendientes y vados.

De forma sucinta, los SUV son diseñados como las anteriores camionetas aunque sobre la base de chasis de autos, por eso su tamaño reducido e intermedio entre un sedán y un todoterreno. En su origen se los llamaba “crossover”, una fusión de ambos: tienen menos aptitud offroad y mayor predisposición al asfalto que los originales.

Hay dos grandes versiones: con tracción en un solo eje e integral,

manejada ya no con una reductora o bloqueo del diferencial sino electrónicamente. Aquellas versiones con propulsión en ambos ejes tienen mejores facilidades para el turismo aventura, pero no hay que confiarse del todo: las diferencias de suspensiones y altura jugarán un papel fundamental.

A la hora de inspeccionar caminos, necesitamos conocer a fondo nuestro vehículo, porque intentar salir de un terreno desconocido y no lograrlo nos conducirá irremediablemente a la desesperación. Luego, a disfrutar de los senderos inesperados.

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