El Observatorio Vial Latinoamericano (OVILAM) realizó una investigación sobre el mal uso de las banquinas. Este trabajo se inició con una serie de toma de datos de campo a través de filmaciones realizadas en dos puntos diferentes de la Avenida General Paz, de lunes a viernes. Luego de contabilizar la cantidad de vehículos por hora que transitan la avenida en horas pico, la cantidad y tipo de vehículos que circulan por la banquina y el género de los conductores, se realizó el análisis estadístico de la información, se consideraron los aspectos legales de la circulación en banquina, se analizaron los aspectos de la infraestructura vial y siniestralidad y, por último, se hizo el análisis sociológico de lo observado.
En el análisis estadístico, se determinó en primer lugar, que la circulación promedio de vehículos (de todo tipo) fue de 9.100 unidades entre las 7:30 y 8:30 hs a la altura de Tecnópolis con sentido al Río de la Plata y de casi 9.400 unidades entre la 17:30 y las 18:30 hs a la altura de la Av. San Martín con sentido al Riachuelo.
La cantidad de vehículos que circularon por la banquina durante la mañana fue en promedio de 952 unidades/hora (10,5% del total), siendo los vehículos particulares los que más utilizaron esa zona de la vía con un 63,9%, seguidos por las motos con un 22,9%.
Por la tarde, el promedio de vehículos que tomaron por la banquina fue de 1.185 unidades/hora (12,6% del total), siendo también los vehículos particulares los que más la utilizaron con un 61,8%, seguido por las motos con un 21,5%.
En cuanto al aspecto legal: tras el análisis de las leyes, queda claro que la banquina es una zona de emergencia que no debe ser usada como carril de circulación, adelantamiento y/o de estacionamiento.
Sobre tema de la infraestructura y la siniestralidad, las últimas modificaciones mejoraron la circulación pero dista de ser suficiente. El uso inapropiado de las banquinas genera diariamente una cantidad importante de siniestros, principalmente los protagonizados por motociclistas. Vehículos que deberían dar el ejemplo, como los de gendarmería, motos de la Policía Federal, vehículos oficiales y ambulancias, se desplazan por las banquinas sin estar en emergencia.
Tal vez el aspecto sociológico sea el más interesante de evaluar y el más complejo de resolver. Se pudo constatar la falta de conocimiento de la ley de tránsito y, por el otro lado, el sentimiento de “impunidad” existente. Además se registraron dos tipos de conductas agresivas: la de los mismos usuarios de las banquinas y la de los “conductores justicieros” que se sienten avasallados al verse superados ilegalmente. También hubo agresiones a quienes realizaban la investigación.
El último aspecto evaluado en este punto es la falta de respeto al prójimo de quien se adelanta en un espacio prohibido, con la intención de ganar posiciones sobre quienes lo preceden a costa de molestar a todos ellos cuando reingrese a los carriles habilitados.
El informe concluye sosteniendo que las soluciones existen y deben implementarse rápidamente. La primera y más fácil es establecer controles. Estos deben ser estáticos, a través de cámaras con reconocimiento de placas patentes, pero también debe haber controles dinámicos, con móviles de las autoridades moviéndose al ritmo del tránsito para ver lo que todos vemos cotidianamente y nadie castiga.
La educación vial también es fundamental, pero van a verse sus frutos luego de varios años.
OVILAM es una empresa que tiene por objetivo la investigación, experimentación, capacitación, asesoramiento y desarrollo de todo tipo de actividades referidas a las personas, los vehículos y el entorno en materia de seguridad vial.
