Consejos prácticos para disfrutar el viaje con nuestra mascota

Sabemos cómo comportarnos con nuestro animal favorito en casa, pero a la hora de trasladarlo es más complicado y todos cometemos errores. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Nos gustaría proveerles todas las soluciones para tener una mejor vida con sus animales favoritos, pero como nos especializamos en el mundo automotor, les vamos a acercar una serie de consejos para disfrutar a pleno cualquier tipo de viaje con nuestro amigo, ya sea largo, de vacaciones o simplemente un pequeño paseo.

- Recurrir al profesional. Por muchos motivos, las mascotas sufren al subir a un vehículo. Por eso es un buen comienzo arrancar yendo al veterinario para ver si es necesario sedarlo. También podemos recurrir a un adiestrador o conductista de confianza para conocer qué método podemos usar para tranquilizarlo antes de ponernos en marcha.

-¿Agua y comida? Una teoría frecuente es que los animales experimentan en un rodado una sensación similar a la que tienen los humanos al viajar en barco. Por eso, no es recomendable alimentarlos mucho antes del traslado, así sea largo o corto. Pero si el trayecto va a ser prolongado es indispensable llevar agua. En caso de elegir detenerse a comprar (mejor aún, para que el animal pueda tranquilizarse, hacer sus necesidades y respirar aire fresco; sería ideal parar cada dos o tres horas) es el momento para refrescarlo con líquido. Los perros suelen jadear mucho y por eso generarán mucha saliva.

- Como nosotros, viajan atados. Siempre, como todos los pasajeros, los animales deben ir sujetos. No alcanza con que sean sumisos, duerman o estén relajados. Si tenemos que frenar de golpe, podrían resultar lastimados ellos y nosotros también. Lo ideal es que viajen en jaulas acordes. Pero si la mascota se resiste o es muy grande, hay arneses especiales que la contienen y se sujetan con un cinturón de seguridad. También deberíamos llevar siempre a mano su correa, en especial si nos moveremos en vehículos grandes como furgones o combis, ya que es más probable que viajen en el piso. Por otra parte, si va contenido será un factor menos de distracción.

- Atentos al ánimo. Por los nervios de la marcha, el animal puede perder más pelos, por cuanto cubrir los asientos evitará la mayor suciedad (y por qué no, algún juguete pueda paliar la tensión). Asimismo, una crisis puede derivar en que decida salir corriendo: siempre hay que viajar con la identificación, y si es la chapita colgante del collar, mejor. Y no olvidar, si vamos a conducir por un largo rato, de la planilla con vacunas correspondientes.

- Buscar la temperatura ideal. Un punto sensible en todo viaje (¿quién no discutió sobre esto?) es cuán frío mantenemos el ambiente, y para los animales es clave, porque tienen una resistencia diferente a la humana. El aire acondicionado demasiado fuerte, lo mismo que en casa, no le hará bien, pero en una graduación intermedia colaborará en que regule mejor su calor. Durante el traslado, se suele bajar la ventanilla para que la mascota interactúe con el exterior (un error que podría afectarle su salud). Ligeramente abierta le dará sensación de aire fresco, pero si dejamos parte del vidrio bajo, puede ocurrir un accidente o molestar en la conducción. Por el contrario, no hay que dejar nunca a ningún animal dentro del auto encerrado así se deje algún cristal más bajo, ya que el habitáculo entrará en calor muy rápido y nuestro amigo se puede deshidratar.

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