Para prestar atención: las bacterias, el peligro oculto en un auto

Según un estudio de la Universidad de Birmingham, existe un centenar de gérmenes en el interior de un vehículo. Afirman que la mitad de los conductores no limpia su rodado. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Seguramente, muchos de los lectores son personas extremadamente celosas y cuidadosas de la limpieza y la salud higiénica. ¿Pero también lo son dentro de los habitáculos de sus autos? A partir de ahora, la gran mayoría va a prestas más atención.

De acuerdo a un estudio reciente, la Universidad de Birmingham encontró más de un centenar de bacterias en los interiores de los vehículos. Los especialistas del tema afirman que todas las superficies que uno puede tocar estarán afectadas a todo tipo de microorganismos, entre ellas, las manijas de apertura, el volante, palanca de cambios, etc.

En el estudio emergieron dos bacilos conocidos por todos, la Salmonella y la Escherichia Colli, que revisten fuerte peligro para los humanos.

La misma Universidad aseguró que la mitad de los usuarios conducen en un habitáculo sucio, uno de cada cinco conductores mantiene el interior ordenado y una gran cantidad de personas sólo lava el rodado una vez al año.

¿Cómo se generan las bacterias? Más allá de la falta de limpieza, la higiene total no acaba con el problema, ya que por lo general entramos al auto luego de hacer algo en casa (comer, arreglos, tal vez mascotas, o cualquier actividad) o estar en la calle. Así, el intercambio de gérmenes es constante.

Una prueba contundente de la presencia de estos microbios es el mal olor que se puede llegar a percibir. Por eso, según especialistas, una de las mejores soluciones está en el aire acondicionado, usarlo de forma correcta (incluso, antes de llegar al destino y apagarlo, ponerlo en recirculación), limpiar los filtros, a fin de sostener la calidad.

Como alternativa, existen purificador y sanitizadores de aire más avanzados y costosos, que ayudan a mantener la pulcritud en el ambiente. De cualquier forma, el primer paso es limpiar correctamente el interior y recordar que las bacterias son parte cotidiana de nuestra vida, aunque siempre podemos achicar el margen.

Galería de imágenes