La consultora de marketing J. D. Power elaboró su tradicional informe de confiabilidad automotriz y dos terminales surcoreanas, del mismo grupo, lideran las opiniones de los usuarios.
Kia y Genesis, la división de lujo de la marca primaria, pertenecen al Hyundai Group, el mayor fabricante de autos del país asiático y uno de los más grandes del mundo. Ambas relegaron al tercer lugar del podio a Porsche, el productor de autos deportivos más prolífico.
El estudio fue realizado mediante un largo cuestionario a cerca de 80.000 nuevos usuarios estadounidenses, entre febrero y mayo. El objetivo es descubrir qué marca sufrió menos problemas en los primeros 90 días de uso del vehículo.
Por segundo año consecutivo, Kia lidera el ranking, pero lo más destacado es que para la consultora, la calidad general de los autos mejoró un 8 por ciento y llegó al nivel más alto de la historia. No es de extrañar, entonces, que la gran mayoría de las marcas hayan superado los niveles del año pasado, siendo MINI la que más aumentó los atributos de sus productos.
Para encontrar a las industrias locales, recién Ford y Ram empatan en el cuarto lugar, mientras que Chevrolet (junto a BMW y Hyundai) se encuentra en el quinto. El top ten lo completan Lincoln (otra firma de lujo, en este caso, del óvalo) y Nissan, la única japonesa entre las diez mejores.
J. D. Power también calificó a los vehículos por categoría y Kia arrasa. Por ejemplo, tienen en el Forte el compacto más confiable del mercado estadounidense, en tanto que el Cadenza lo es entre los largos sedanes. La Niro fue elegida como la mejor SUV pequeña, mientras que entre los vehículos multipropósito destaca la Soul. Finalmente, la hegemonía entre las SUV medianas es para la Sorento.
Pero, así como están las marcas más confiables del mercado, en el fondo del ranking aparecen aquellas que los usuarios critican por sus fallos. Es decir, el podio que nadie quiere ocupar.
Distinto a lo que ocurre con la tradición argentina, Fiat fue elegida como la que más problemas lleva, seguida de dos marcas de lujo: Jaguar y Volvo.
