Tres cilindros y turbo para los nuevos deportivos compactos

El downsizing se está expandiendo hacia modelos deportivos. Uno de ellos es el Volkswagen Up! TSI que pronto llegará a nuestro país. Pero no será el único. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Durante la semana próxima Volkswagen presentará para nuestro mercado una nueva versión del pequeño Up!. Se trata del Pepper Up!, modelo producido en Brasil, que equipa un motor de tres cilindros con turbo e inyección directa, capaz de desarrollar 101 CV. No es un deportivo de ley, pero teniendo en cuenta sus dimensiones y características, bien podría ser considerado como tal.

Los motores tres cilindros son el nuevo estandarte del downsizing (tecnología que reduce la cilindrada de los motores apelando a la utilización de la sobrealimentación), y parece que los deportivos no esquivan este tipo de tecnología. Si bien el Up! es un producto que no puede ser considerado un hothatch hecho y derecho, en Europa hay nuevos exponentes que respaldan esta teoría.

El mejor ejemplo es Ford Fiesta ST, la nueva versión picante basada en la octava generación del compacto del óvalo. Ford nunca se inclinó por la nomenclatura GTI en sus versiones: primero utilizó las siglas XR2 (sólo para Fiesta) y luego simplemente ST. Sin embargo, sus características son equivalentes a algunos GTI, como el Peugeot 208.

La única diferencia es que el nuevo Fiesta ST monta un impulsor de tres cilindros, con 1,5 litros de desplazamiento, con turbo, que desarrolla 200 caballos de fuerza. Es decir que cuenta prácticamente con la misma potencia que el rival francés, (que ofrece 208 CV), algo menos de cubicaje (1.5 frente a 1.6 litros), pero con un cilindro menos.

¿Beneficio? Para el fabricante, producir un motor con menor cantidad de cilindros representa menor costo, debido al menor material utilizado. También ocupan menor espacio en el vano motor y pueden producir un sonido más ronroneante. De todas formas, el desarrollo e implementación de esta tecnología tiene un costo elevado.

Históricamente, los motores de cilindros impares eran proclives a las vibraciones. Eso es lógico: con cuatro cilindros, los pistones, al hacer el recorrido de a pares, son muchos más estables. Pero esta es una cualidad que no posee un tricilíndrico, en los cuales los pistones suben y bajan de manera escalonada.

En el pasado, esta característica los perjudicaba en términos de balanceo, haciéndolos más toscos o “brutos” en cuanto a la entrega de potencia. En la actualidad, gracias a la optimización en el balanceo de cigüeñal, volante de inercia y la implementación de árboles contrarrotantes en el block, ese problema se solucionó considerablemente.

Sin embargo, para Parabrisas los deportivos compactos con motor turbo de tres cilindros no son una novedad. En la edición 194, correspondiente al mes diciembre de 1994, se publicó la prueba al Daihatsu Charade GTTI. Aquel brillante pequeño japonés, mediante un tricilíndrico turbo de 993 cm³, entregaba 101 CV y nos dejaba una impresión más que favorable: aceleró de 0 a 100 km/h en 8,56 segundos y alcanzó los 183,5 km/h de velocidad máxima. Más de dos décadas después, los turbos de tres cilindros, vuelven con fuerza.

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