Nissan en Córdoba: tres pick ups, técnicos de todo el mundo y mate

En pocos meses, la planta de Santa Isabel comenzará a producir la Frontier junto a la Renault Alaskan y la Mercedes Clase X. Convive empleados multiculturales que dan entrenamiento a los locales. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

A partir del año que viene, tres pick ups comenzarán a fabricarse y comercializarse en la Argentina, y todas buscarán quedarse con la corona de reina que, por el momento ostenta ampliamente la Toyota Hilux. Hablamos de la Renault Alaskan, la Mercedes Benz Clase X y, la única que por ahora se puede adquirir acá y que es la más antigua, la Nissan Frontier. Precisamente, la terminal japonesa es la que proveerá los conocimientos y la línea de producción para las tres, en una curiosa planta que está en Córdoba.

La fábrica es la que la terminal del rombo posee en Santa Isabel. Es momento de recordar que ambas compañías forman una alianza global hace casi dos décadas y, producto de ella, por ejemplo, es la Duster. La línea cordobesa será apenas la cuarta en el mundo que construya la reconocida pick up de Nissan, luego de México, Tailandia y España.

En La Docta conviven especialistas locales, japoneses, mexicanos, brasileros, españoles, holandeses y de otros lugares el planeta. La casa de Yokohama explica que como es una planta nueva, es necesario acercar la experiencia de diversos puntos para dar arranque al funcionamiento. En suma, serán los encargados de entrenar a quienes se asienten definitivamente en Santa Isabel.

Esto abreva de la filosofía que lleva adelante Nissan, llamada Monozukuri, que busca optimizar todos los procesos de la cadena de valor, guía y revisa cada detalle y asegura que el producto final será la mejor opción para nuestros clientes. Por eso también muchos de los técnicos locales viajaron a otros países.

La propia empresa se encarga de adaptar a los extranjeros al nuevo país. Ya sea recibiéndolos como planeando actividades, debido a que muchos viajan con sus familias. Es evidente que las diferencias culturales dificultan el largo asentamiento, especialmente para los japoneses, pero nadie se resiste a las bondades del asado, el mate y, clásico de las tierras, el fernet.

Del mismo modo, la instalación cordobesa readaptó muchas cuestiones para facilitar el trabajo y la estadía de los residentes internacionales, principalmente la comida. Si bien de a poco se acostumbran, las raíces piden lo tradicional.

Un clásico de nuestras tierras es la forma de conducir, y desde Nissan cuentan que lo que más sorprende a los empleados extranjeros, especialmente de Japón, es cómo los argentinos se transforman al volante, debido a que nos consideran muy amables en el trato, pero muy poco al conducir.

Otra diferencia sustancial con los técnicos nipones es su inquebrantable rigidez laboral. No hay margen para el error ni para términos medios. Son puntuales en extremo y necesitan tener todo bajo control.

Así transcurren los días en Córdoba a la espera de la apertura de la construcción y la venta de las pick ups. Aunque comparten plataforma, las manos que las arman y hasta muchos insumos, competirán ferozmente para destronar a una legendaria reina. Pero mientras, quienes tienen su futuro a cargo, disfrutan de un buen mate y un asado, sin importar el idioma en el que hablan.

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