La polémica entre Donald Trump y el fabricante de motos Harley-Davidson mantiene en vilo a todos los Estados Unidos. El presidente del país explotó por la decisión de la compañía de mudar su producción al exterior y así lo hizo saber a través de las redes sociales. ¿Cómo se llegó a esta situación? ¿Quién dice la verdad? Es importante conocer cuáles fueron las acciones que trajeron esta consecuencia.
Donald Trump optó por subir los aranceles al acero y al aluminio a Europa, China, Canadá y México. Para contrarrestar los gravámenes aplicados desde Washington, con Bruselas al frente, la Unión Europea determinó la aplicación de tarifas a productos norteamericanos, entre ellos las motocicletas Harley-Davidson.
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Rápidamente la empresa anunció sus planes de trasladar su producción fuera de EE.UU. para no pagar los impuestos, que según ellos aumentaron “desde un 6 por ciento hasta un 31 por ciento”. Esto significa un costo adicional de alrededor de 2.200 dólares por unidad en promedio.
“Sorprendido de que Harley-Davidson, de todas las compañías, fuera la primera en agitar la bandera blanca”, escribió Trump en su cuenta de Twitter apenas conoció la noticia. “Este año Harley-Davidson ya había anunciado que deslocalizaría la mayor parte de sus operaciones en Kansas City hacia Tailandia. Fue mucho antes de que se anunciaran las tarifas. Utilizan así la guerra de las tarifas/comercial como pretexto”, continuó. Y cerró su descargo con una clara amenaza hacia los directivos de la compañía: “Deben saber que no podrán volver a vender en Estados Unidos sin pagar un gran impuesto”.
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Harley-Davidson indicó que completará el traslado de parte de su producción en un plazo de entre 9 y 18 meses y explicó que “aumentar la producción internacional para aliviar la carga arancelaria de UE es la única opción sostenible para hacer que las motocicletas sean accesibles para los clientes en la Unión Europea y mantener un negocio viable en Europa”.
Cabe resaltar que, después de Estados Unidos, Europa es su mejor mercado y que, de hecho, 40 mil personas europeas compraron motos Harley-Davidson en 2017.
“Una Harley-Davidson nunca debería ser construida en otro país. Nunca”, insistió Trump, pero de momento la decisión de la firma parece no tener marcha atrás.
