Mercedes-Benz recurrió a sus orígenes para darle vida al Mercedes Vision EQ Silver Arrow, un prototipo que rinde homenaje al W125 de 1937, vehículo con el cual tuvo el récord de velocidad en carretera (423,7 km/h) hasta que en 2017 el Koenigsegg Agera RS alcanzó los 457,9 km/h.
La moderna flecha de plata, presentada en la Semana del Motor de Monterey, en California, tiene 5,3 metros de longitud y toda su carrocería fue diseñada en fibra de carbono, con algunas de sus partes iluminadas.
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Uno de los aspectos más destacados de su exterior son las gigantescas llantas de aluminio de 168 radios, montadas sobre unos neumáticos Pirelli exclusivos de este concept car.
El interior, con un volante similar al que utilizan los pilotos en la Fórmula 1, posee los últimos avances en infoentretenimiento, como un gran cuadro de instrumentos con proyección de imágenes en 3D y un sintetizador capaz de emular el sonido de un monoplaza de la máxima categoría.
Su propulsión es completamente eléctrica e iguala la potencia del antiguo W125, o sea 765 caballos de potencia. Su batería, de 80 kWh, dispone de una autonomía de 400 kilómetros bajo ciclo de homologación WLTP.
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