Parece que el dicho “más es mejor” fue tomado de forma muy literal por los ingenieros de la marca establecida en el estado de Texas.
Partiendo de una camioneta que ya es exuberante y llamativa, como es la Chevrolet Silverado en su versión Trail Boss, crearon un auténtico tanque de guerra. Al motor V8 de 6,2 litros que equipa la camioneta, le agregaron un enorme compresor volumétrico que lleva la potencia de los 425 caballos originales a unos innecesarios 714 CV.
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El torque también aumentó de forma considerable. Se dejaron atrás los 519 Nm que tenía de fábrica, para llegar a unos increíbles 914 NM. Cifras que se asocian más a un camión que a una camioneta.
Todo este poder se aplica al piso de una forma notoriamente eficiente, ya que este autentico “peso pesado” acelera desde cero hasta los cien kilómetros por hora en tan solo cuatro segundos.
Pero lo más destacado y evidente, sin lugar a dudas, es el agregado de un tercer eje que también es tractor. Esto obligó a los técnicos de la marca americana a desarrollar una nueva caja de carga más larga y con mayor capacidad.
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Para cerrar este combo se le agregaron llantas de 20 pulgadas, lo que sumado a unos nuevos neumáticos y reglajes de suspensión diferentes aumentaron la altura en unos 203 mm con respecto al vehículo original.
Está disponible, entre los opcionales, la posibilidad de tener aún más potencia (819 caballos), de equipar frenos Brembo y de realizar el interior completamente a gusto personal.
La marca anunció una producción muy exclusiva, de tan sólo 24 unidades y un precio realmente elevado que parte desde 375 mil dólares.
