Porsche recurrió a sus orígenes para lanzar una nueva versión exclusiva del 935, acaso uno de los vehículos más exitosos de la compañía en las competencias de Gran Turismo, con 150 triunfos entre 1976 y 1984 dentro del WEC, Le Mans, IMSA GT y el DRM Alemán.
El flamante superdeportivo tiene 700 caballos de potencia. Al no estar homologado para circular en la calle, el auto de competición estará destinado a eventos de clubes y entrenamientos privados en circuitos cerrados.
La tecnología que posee está basada en la del 911 GT2 RS de altas prestaciones, en tanto que alcanza una longitud de 4,87 metros y un ancho de 2,03 metros. Pesa 1.380 kilos.
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Si bien claramente rinde homenaje al 935/78, también recuerda a otros modelos ganadores de la marca. Por ejemplo, las luces traseras LED en los laterales del alerón posterior son un guiño al 919 Hybrid LMP1, mientras que los retrovisores provienen del actual 911 RSR ganador de las 24 horas de Le Mans. Los tubos de escape de titanio al descubierto, por su parte, los toma del Porsche 908 de 1968.
Está equipado con un motor biturbo de seis cilindros y 3.8 litros, muy similar a la unidad de altas prestaciones que dispone el 911 GT2 RS homologado para la calle. Va asociado a una caja de cambios PDK de siete velocidades con levas al volante.
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Se producirá una serie limitada de 77 unidades. Cada una cuesta 701.984 euros, sin impuesto. Además, se ofrece la opción de un segundo asiento para el pasajero. Las primeras entregas se darán a partir de junio de 2019.
